domingo, 16 de agosto de 2015

LA LUCHA VECINAL CONTINÚA

Diez años de Eladio Perlado, diez años a vueltas con el aparcamiento en Gamonal

H. Jiménez / Burgos - domingo, 16 de agosto de 2015



En la noche del 18 de agosto de 2005 el barrio ardió por primera vez contra un subterráneo. Fue el precedente y la inspiración de los disturbios de la calle Vitoria

Victoria vecinal o fracaso municipal. Oportunidad perdida o motivo de orgullo. Depende de quien lo valore, lo ocurrido en el verano de 2005 en una de las principales avenidas de Gamonal fue el ejemplo de cómo luchar contra las imposiciones del poder o el de un miedo irracional que bloqueó un proyecto bueno para todo el barrio.
En la noche de aquel 18 de agosto de la que el martes se cumplen diez años hubo serios disturbios, ardieron contenedores y se derribaron vallas por parte de unos vecinos enardecidos contra el aparcamiento subterráneo proyectado bajo la calzada de Eladio Perlado. Iba a tener 550 plazas, 400 de ellas en concesión y el resto en rotación, y se iba a empezar a construir unos pocos días más tarde que el de la plaza Virgen del Manzano (que sí se llegó a ejecutar pese a que también resultaba polémico).
El principal argumento de los vecinos de Gamonal para oponerse al párking era el miedo. En los meses anteriores había ocurrido el hundimiento de decenas de viviendas en el barrio barcelonés de El Carmel y temían que los edificios de EladioPerlado, construidos en los años 70 y algunos con antecedentes de problemas de agrietamiento, no resistieran la excavación junto a los cimientos.
Ese temor, envuelto en una lucha vecinal contra una administración que no atendió sus reiteradas reclamaciones de los meses previos, alentó a cientos de personas contra las obras. Las crónicas del día siguiente  a los disturbios hablaban poco menos que de una batalla campal que rompió, de repente, el tedio del verano capitalino que había sido aprovechado por el Ayuntamiento para emprender las obras. El entonces regidor, Juan Carlos Aparicio, se encontraba de vacaciones pero dio la orden de paralizar de inmediato todos los trabajos.
Hubo intentos las semanas posteriores de llegar a algún tipo de acuerdo, pero todo acabó con la rescisión del contrato de las empresas que iban a construir el subterráneo y con la condena a seis personas como autores principales de los disturbios. Seis meses después el Consistorio renunció oficialmente al proyecto.
Es inevitable que al recordar EladioPerlado se venga a la cabeza lo que luego sucedió con el bulevar de la calle Vitoria. Ocho años y medio después, en enero de 2014, de nuevo unas protestas callejeras en Gamonal contra un párking subterráneo evolucionaron desde manifestaciones pacíficas a episodios de ‘kale borroka’ y de nuevo los contrarios al proyecto lograron su paralización.
En esta ocasión el Ayuntamiento tardó más de una noche en claudicar ante los violentos. Intentó demostrar fortaleza pero lo que consiguió fue aparecer en todos los medios de comunicación del país y en muchos de fuera de España y convertir a Gamonal en un símbolo de la indignación contra la clase política y la situación económica.
El propio alcalde de Burgos, Javier Lacalle, decía al día siguiente de parar las obras en el bulevar que aquello sería «otra oportunidad perdida, como Eladio Perlado». Cuando se cumplía un año de los disturbios en la calle Vitoria la presidenta de la Federación de Vecinos, Ana Moreno, sorprendía reconociendo: «No sé si lo que ocurrió fue positivo para el barrio, pero para los que no queríamos el bulevar sí», y reprochaba al ayuntamiento no haber aprendido «de los errores de Eladio Perlado».
Los sucesos de 2005 estuvieron y estarán siempre como referencia de cómo unas protestas vecinales convertidas en disturbios, con la mecha prendida en el momento adecuado, son capaces de doblegar los planes del Ayuntamiento de Burgos.
Para la tarde de este martes  «varios colectivos» han convocado lo que denominan como una «ruta guiada por el barrio combativo de Gamonal. 1978-2015» en la que pretenden repasar «casi cuatro décadas de conflictos y luchas registrados» en esta zona de Burgos.
Pero también son un ejemplo, repetido luego en el bulevar de la calle Vitoria, de que más allá de la negación del proyecto inicial estos movimientos no fueron capaces de plantear una alternativa. Solo dejar las cosas como estaban. Y que pasen diez años, o los que queden por venir, sin solucionar el problema del aparcamiento.
Desde 2005 nadie ha sido capaz de construir un párking subterráneo en Gamonal pese a que, en teoría, el estacionamiento es uno de los problemas más graves del barrio. Ni el Ayuntamiento en la calle Vitoria ni la iniciativa privada en Lavaderos han sido capaces de sacar adelante sus ideas, unos por la oposición vecinal y otros por la falta de una demanda real.
Solo la actuación de la Policía Local ha servido para erradicar o paliar la doble fila dependiendo de cada calle, y el aparcamiento disuasorio de Las Torres alivia un entorno muy concreto sin que nunca haya sido utilizado de forma masiva. En los programas electorales con los que concurrieron a los comicios de mayo los distintos partidos políticos planteaban múltiples alternativas.
Está por ver que la delicada situación económica, la inestabilidad de un gobierno en minoría y el obligatorio consenso con el tejido vecinal a la vista de los peligrosos precedentes permitan llevar a cabo algún tipo de actuación.
Fuente: Diario de Burgos