sábado, 15 de junio de 2019

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Ciudadanos pierde la alcaldía por despreciar a Vox

Rechazan dar responsabilidades de gobierno a Vox, que se niega a hacer alcalde a Marañón


15/06/2019
  • Marañón, en el centro, rodeado del equipo de Vox y el portavoz de Cs en la Diputación y responsable de los pactos. - SANTI OTERO  
  •   Marañón, en el centro, rodeado del equipo de Vox y el portavoz de Cs en la Diputación y responsable de los pactos. - SANTI OTERO 
Burgos
A última hora de la noche de ayer se quebró lo que parecía un acuerdo tardío pero cierto entre la formación naranja y el partido de Ortega Lara para que éstos prestasen su apoyo imprescindible en la investidura de hoy. Tras una reunión de cuatro horas en dos tandas, los dos concejales de Vox y el vicepresidente del partido en Burgos se levantaron de la mesa rechazando secundar el pacto entre PP y Cs y alejando a Vicente Marañón del bastón de mando en vísperas del pleno de investidura.

Durante la pausa entre ambas reuniones, en cambio, el cabeza de lista y presidente de Vox. Ángel Martín, aseguraba que había «muchas posibilidades de alcanzar un acuerdo» con Ciudadanos, siempre que en la segunda reunión, que comenzó a las diez de la noche, eran capaces de «limar ciertas pequeñas diferencias». Al cierre de esta edición, en Palencia, entretanto, seguían negociando Mario Simón y la concejal de Vox, Sonia Lalanda, aunque todo apunta a un resultado idéntico en la negociación.
Ciudadanos, tal y como estaban las cosas anoche, perdería las alcaldías de Burgos y Palencia por haber despreciado a Vox en una negociación en la que relegaron a los concejales de la formación de Abascal con los que no sentaron hasta el último minuto. Ahora, si Ciudadanos recula y acepta apoyara los candidatos del PP en Burgos y Palencia, que sí cuentan con el beneplácito de Vox, las alcaldías de Burgos y Palencia acabarían en manos del Partido Socialista. Los candidatos Daniel de la Rosa y Miriam Andrés obtendrían el bastón de mando gracias a la estrategia de Cs.

En principio, al cierre de esta edición no había convocada una nueva reunión entre Vox y Cs antes del pleno de constitución del Ayuntamiento que comienza a mediodía.
Reproches
Vox Burgos reprocha a Ciudadanos haber querido «imponer una política de hechos consumados» y «marcando unas líneas rojas inamovibles, que impedían la entrada de Vox en el gobierno municipal». A mayores, resaltan que «ante el bloqueo establecido por Cs y ante su actitud de desprecio a la ciudadanía burgalesa» los concejales de Vox «no pueden votar a un alcalde que pretende iniciar un mandato son contar con acuerdos de gobernabilidad suficiente».

Los representantes de Vox sostienen que desde Ciudadanos nunca han querido tratar con ellos «en igualdad de condiciones» y lanzan un reproche compartido a la formación naranja y a los populares a quienes culpan de haber perdido «17 días» desde las elecciones del 26-M para mantener un primer contacto «informal», según recalcan. «Un tiempo precioso sin un avance».

Una vez sentados a la misma, mesa Vox quiso hacer valer los acuerdos ya negociados con el Partido Popular, que desde el primer momento se ofreció a incorporar medidas del programa de Vox e, incluso, era partidario de organizar un tripartito con los tres partidos de centro derecha o al menos conceder algún tipo de responsabilidad de gestión a Vox.
Ante el rechazo de los representantes burgaleses de Ciudadanos, Vox explicó anoche que sus dos concejales votarán a su propio cabeza de lista en la sesión de investidura. Ese paso supondría hacer alcalde al candidato de la lista más votada, el socialista Daniel de la Rosa.

La cita entre Ciudadanos y Vox se prolongó durante toda la tarde. Ambas formaciones pasaron de no cruzarse más que saludos a debatir durante tres horas y volver a citarse de nuevo tras una pausa durante otra hora más Según explicaron a este periódico fuentes del partido de Ortega Lara, pesaba sobre la reunión el malestar con el candidato de Ciudadanos, Vicente Marañón, por sus descalificaciones en las que les tachaba de partido «inútil» e «irresponsable». Marañón tuvo que pasar por pedir su apoyo para que le haga alcalde al mismo partido del que dijo que votarles era «tirar la papeleta a la basura» mientras, en clave nacional, Vox echaba abajo el acuerdo entre PP y Cs en Zaragoza por dejarles de lado en las negociaciones.
Estrategia
Desde Ciudadanos se guardaron de valorar públicamente la ruptura de la negociación. Sin embargo, fuentes de la formación de Albert Rivera confesaron a este periódico que interpretan la falta de acuerdo con Vox como una estrategia concertada con el PP desde Madrid para obligar a Cs a votar al candidato popular para que no gobierne el PSOE. Estategia que afectaría también a Palencia y está por ver qué sucede en Aranda, donde Vox aún no se ha pronunciado.

Vox, por su parte, rechaza esta acusación y argumenta que «los representantes de Vox Burgos siempre han contado con total libertad por parte de la ejecutiva nacional del partido para negociar sin condicionantes» un acuerdo «que se forje en Burgos, para Burgos y pensando en los burgaleses».

El acuerdo alcanzado por PP y Ciudadanos despejaba el camino para que Alfonso Fernández Mañueco sea presidente de la Junta de Castilla y León a cambio de las alcaldías en ambas ciudades. Un «pacto secreto» en el que, a juicio de Vox Burgos, «la alcaldía de nuestra ciudad fue intercambiada como una mera mercancía entre ambos partidos».
Ese fue el acuerdo que las direcciones nacionales de Cs y PP pactaron en Madrid y que los populares burgaleses y palentinos cumplirán hoy, tal y como comprometieron ayer los dos alcaldes salientes, Javier Lacalle y Alfonso Polanco. Cabe recordar que Cs obtuvo tres de los 25 concejales del consistorio palentino mientras que en Burgos logró cinco ediles de 27, su mejor resultado en Castilla y León.
Fuente: Correo de Burgos