La natalidad sigue a la baja pero se estabiliza en 1.600 partos
Durante 2019 nacieron 1.669 niños en 1.636 alumbramientos, un 30% menos que en 2008
La evolución de la natalidad sigue cotizando a la baja. Un
año más se producen menos partos y, a pesar de la alta incidencia de los
alumbramientos gemelares, el último para despedir el año que se acaba
de ir, los nacimientos siguen baja. En todo el año pasado dieron a luz
1.669 bebés de los que 872 fueron varones y 797 mujeres.
El número de niños sigue en franco descenso respecto a años
anteriores por dos factores que se han dado en los últimos años y que no
se han recuperado con los ejercicios de mejoría económica. La
inestabilidad laboral retrasa la edad de maternidad y la decisión de
traer un niño al mundo se retrasa hasta una estabilidad que cada vez,
llega más tarde o no llega. Esa misma situación ha llevado a que la
población inmigrante busque otro lugar con nuevas oportunidades. SI en
algún momento tuvieron un peso de hasta un 21,8% en 2010. Ese porcentaje
fue superior en los años de bonanza, pero ha ido bajando de forma
considerable en los últimos años. Esa misma huida hacia un lugar con
oportunidades es lo que genera una fuga de jóvenes de la provincia que
también incide en la baja natalidad, aunque es un mal generalizado en
todo el país.
Con todo, ese retraso de maternidad genera un nuevo fenómeno. El de
los partos gemelares que este año se han incrementado en seis casos.
Así, en 2019 se han producido 35 embarazos con dos nacimientos frente a
los 29 de 2018. Con todo es un fenómeno en retroceso porque, cuando se
atendían en torno a los 2.000 nacimientos el número de partos gemelares
era superior. En 2012 y 2014 alcanzaron el cénit de 59 partos dobles. La
situación viene dada por el incremento de los tratamientos de
fertilidad que cada vez son más frecuentes al multiplicarse los
problemas de concepción por el retraso de la edad de maternidad en la
mujer.
Cuatro horas
Muchos utilizan la distancia de tiempo entre el último nacimiento del año y el primero como síntoma de la escasa natalidad. En Salamanca la diferencia entre el último niño nacido en 2019 y el primero que nació en 2020 pasó más de un día. En Zamora, donde Guillermo fue el más madrugador de la región durante este año ya que nació a los 47 minutos de la nueva década, no había venido al mundo ningún niño desde las 3.45 de la madrugada del día 31 de diciembre. La caída de la natalidad ha hecho que en algunas provincias el primer bebé del año haya nacido a medio día o, como en León, ya por la tarde, a las cinco menos cuarto. Eso sí, este año todas las provincias habían visto nacer al primer niño o niña en el primer día del año algo que en ejercicios pasados no siempre sucedió.
Muchos utilizan la distancia de tiempo entre el último nacimiento del año y el primero como síntoma de la escasa natalidad. En Salamanca la diferencia entre el último niño nacido en 2019 y el primero que nació en 2020 pasó más de un día. En Zamora, donde Guillermo fue el más madrugador de la región durante este año ya que nació a los 47 minutos de la nueva década, no había venido al mundo ningún niño desde las 3.45 de la madrugada del día 31 de diciembre. La caída de la natalidad ha hecho que en algunas provincias el primer bebé del año haya nacido a medio día o, como en León, ya por la tarde, a las cinco menos cuarto. Eso sí, este año todas las provincias habían visto nacer al primer niño o niña en el primer día del año algo que en ejercicios pasados no siempre sucedió.
Así, al primer niño que nació en la comunidad, Guillermo en Zamora,
le siguieron Martín en Valladolid a las 12.49 horas, David en Segovia a
la 1,25 y, en cuarto lugar, Joel en Burgos a las 3.45. Le siguió Leo en
Salamanca que vino al mundo a las 7,18, Pablo en Soria a las 12.11
horas, una niña en Palencia a las 13.50, Gonzalo en Ávila a las 14 horas
y una niña en León a las 16.45 horas que fue la última del primer día
del año en la región.
Fuente: Correo de Burgos