domingo, 19 de junio de 2011

TODOS INDIGNADOS

Más que un toque de atención


Servidora también es una ‘indignada’. No está el cotarro para menos. Cuando lee, escucha o percibe desmanes, abusos, privilegios, tropelías, desvergüenzas, chorizadas o incompetencias varias también se cabrea. Y mucho. Tanto como muchas de las personas que estos días han salido a la calle, espoleadas por el Movimiento 15-M, para mostrar al mundo su profundo descontento por las limitaciones de una clase política que parece más preocupada por mantener sus privilegios que por resolver los graves problemas del país. La crisis económica está haciendo estragos -ha provocado profundos desequilibrios sociales- y las soluciones no llegan. De ahí que fuera cuestión de tiempo que los ciudadanos expresaran su malestar en la calle y se revolvieran contra una elite económica y política que no ha pagado ningún precio por la catástrofe provocada. No ha sido una sorpresa. La paciencia tiene un límite.
Pero estamos en el juego democrático. Y como tal hay líneas que no se pueden ni se deben cruzar. Nadie puede estar a favor de la violencia. Ni de la intimidación. Ni de la coacción. Ni del uso de la fuerza para defender una causa. Por eso, los excesos que hemos visto estos días en Madrid, en Barcelona o en Valencia sobraban y lo único que ha conseguido esa minoría es que se haya demonizado a un colectivo, el de los ‘indignados’, que tiene muchas y sobradas razones para manifestar su cabreo, para exigir una regeneración de las instituciones y para reclamar reformas urgentes y necesarias en el actual sistema de representación política. De forma pacífica, sí, pero sin que nadie intente acallar una voces que tienen todo el derecho del mundo a expresar su malestar. O quienes nos representan toman nota de lo que está sucediendo y comienzan a mirar las cosas de otro modo o pueden pintar bastos.
Fuente: Diario de Burgos.