Campofrío reafirma su “compromiso” de recuperar la “producción”
La empresa confirma que la intención es levantar una planta nueva “lo más pronto posible” en Burgos, aunque no puede concretar el número exacto de trabajos
El director general del Grupo Campofrío asegura que se están llevando a cabo todas las acciones necesarias para “asegurar la viabilidad”
Podría haber traslados de personal de manera puntual a otras plantas
Ha sido un duro golpe, pero la compañía quiere mirar hacia el futuro. El director general del Grupo Campofrío, Fernando Valdés, ha hecho suyo el mensaje trasladado ayer por el presidente de la empresa y ha ratificado el “compromiso” de “recuperar cuanto antes” el volumen de producción perdido tras el incendio que ayer arrasó la planta ubicada en el polígono de Gamonal-Villayuda. Un compromiso que se espera materializar a lo largo de los próximos dos años, pero que exigirá un importante esfuerzo por parte de la compañía.
La idea básica es recuperar en Burgos el volumen de producción de la antigua fábrica
En este sentido, Valdés, que ha asegurado que el de ayer fue “un día muy duro” para Campofrío y sus trabajadores, no ha querido concretar cuándo, dónde y a qué precio se levantará la nueva factoría de la que ya se habla abiertamente. Y es que, tal y como ha destacado, “todavía es muy prematuro” plantear los detalles de una operación que exigirá un impresionante trabajo por parte de la compañía. Lo único seguro es que el grupo tiene la “firme intención” de recuperar el volumen de fabricación que tenía hasta ahora la planta de la calle La Bureba, de donde salían anualmente 60.000 toneladas de productos cárnicos.
Eso sí, este compromiso en torno a la producción no tiene un reflejo concreto en el aspecto laboral, al menos de momento. “No podemos comprometer una cifra” concreta de puestos de trabajo, pero “lo importante es la capacidad productiva”. Si se alcanza el volumen anterior al incendio, la plantilla de la nueva planta será similar a la anterior. “Pueden ser menos, los mismos o incluso más” de los 890 empleados con los que cuenta la factoría calcinada.
Tampoco hay un cálculo concreto del coste que supondrá a mayores la construcción de una nueva planta de fabricación. A este respecto, Valdés ha estimado el valor de la anterior en unos 170 millones de euros, por lo que el precio definitivo se conocerá cuando se presente el correspondiente proyecto.
Plazos abiertos
La intención de Campofrío es levantar la nueva planta “cuanto antes”
En el apartado temporal, el objetivo es levantar la nueva fábrica “cuanto antes”, en función en todo caso de la incidencia de los numerosos factores a tener en cuenta en la operación. Hay que buscar un lugar donde construirla -no se descarta la misma ubicación-, planificar sus líneas generales y posteriormente plasmarlas en un proyecto. A pesar de ello, muchas voces ya plantean un horizonte más concreto y aseguran que en 2016 podría estar operativa la nueva planta, un extremo que Valdés no ha descartado, ya que la experiencia acumulada en operaciones similares apunta que una instalación de estas características se puede levantar en “año y medio”.
De momento, y a la espera de concretar más detalles en torno a las actuaciones a medio y largo plazo, la empresa se enfrenta a un gran problema a corto plazo. Y es que, de Burgos salía buena parte de la producción de algunos de los productos más importantes del grupo, como los cocidos. Una producción que ahora no sale y que obliga a la empresa a buscar alternativas para “seguir vendiendo”.
En este sentido, Valdés ha reconocido que ya se está estudiando la capacidad de las diferentes plantas que la empresa tiene repartidas por España y Europa para absorber parte de la producción de la fábrica calcinada. Una propuesta que en función de su relevancia podría provocar el “traslado” de parte del personal de Burgos. De hecho, muchos de los trabajadores administrativos y de recursos humanos de la antigua planta ya están trabajando en las instalaciones de Carnes Selectas.
Paro obligado
De manera paralela, la compañía ya ha comenzado a estudiar la situación en la que se deberán quedar los trabajadores de forma temporal. Ahora mismo, la plantilla está en situación de licencia retribuida, lo que significa que los empleados cobran de la empresa todos sus emolumentos a excepción de los diferentes pluses. A medio plazo, deberán ir al paro, aunque las condiciones todavía no se han concretado a la espera del resultado de las innumerables reuniones que se están llevando a cabo a varias bandas.
Asimismo, Campofrío está estudiando la posibilidad de aprovechar el ofrecimiento realizado por varias de las empresas del sector para asumir parte de la producción en sus respectivos centros de trabajo mientras dura la crisis del incendio. No en vano, en los almacenes de Burgos apenas hay stock “para dos semanas” y sin producto no hay negocio.
Lo que está claro es que la pérdida de la factoría del polígono de Gamonal ha supuesto un grave revés para la empresa, sus trabajadores y Burgos en general. No en vano, se trataba de “la fábrica más emblemática” del grupo y “de la que más orgullosos” se sentían sus responsables. “Era la que siempre enseñábamos” a visitantes, accionistas, proveedores y clientes, ha subrayado Valdés. “La parte positiva” -que la hay- es que “contaremos con una nueva fábrica incluso más competitiva” y “no hay que lamentar daños personales”, a excepción de las “molestias” causadas a los vecinos del entorno de la planta calcinada, a los que Valdés ha querido pedir “perdón”.
Fuente: Burgosconecta.es