Antón presenta unas cifras de la Noche Blanca más que cuestionables
El concejal de Festejos del Ayuntamiento de Burgos, José Antonio
Antón, ha presentado este lunes unas cifras de participación en la Noche
Blanca, celebrada el pasado 26 de mayo, más que cuestionables.
Las cifras presentadas por el edil, quien de forma habitual ya
comparece en todo lo relacionado con el Instituto Municipal de Cultura y
Turismo (IMCyT), cuya presidenta, Lorena de la Fuente, está
desaparecida de la actualidad local, salvo en aquellas actividades que
le interesan personalmente, ponen en evidencia no solo a José Antonio
Antón, sino a todo el equipo de Gobierno local, que de nuevo trata de
alardear con cifras que no se ajustan a la realidad.
Partimos de la base de que la celebración de la Noche Blanca de
2018 fue secundada por miles de personas y que a ello contribuyó en
buena medida la meteorología, que dio una tregua en la celebración. De
ahí a los 125.480 asistentes contabilizados hay un trecho.
José Antonio Antón se debería sonrojar al dar esta cifra y es que, si fuese real, querría decir que más de un 60% de la población censada en Burgos se concentró durante unas horas en el centro histórico, donde en su mayoría se desarrolló la programación.
José Antonio Antón se debería sonrojar al dar esta cifra y es que, si fuese real, querría decir que más de un 60% de la población censada en Burgos se concentró durante unas horas en el centro histórico, donde en su mayoría se desarrolló la programación.
Sin embargo esto no fue así y lo único que ha tratado de hacer el
Antón es confundir a la ciudadanía con algo que es mentira, apropiándose
de las reglas del parchís, donde comes una y cuentas 20.
Bien es cierto que fueron miles los participantes en la Noche Blanca y
en nada se pone en duda, por ejemplo, la cifra de 35.100 personas, que
accedieron a la plaza de Santa María a disfrutar de la proyección de
imágenes sobre la fachada de la Catedral. Lo contrario sería poner en
duda la palabra de los voluntarios que controlaban el aforo pero no
menos cierto es que muchas de esas miles de personas visitaron o
participaron en otras actividades y ahí es donde está la trampa del
concejal de Festejos.
Únicamente hace falta preguntar a cualquier asistente a esa
celebración para comprobar como, la inmensa mayoría de los
participantes, secundaron más de una propuesta, con lo que su asistencia
fue contada como doble. Si éstos asistieron a tres o cuatro
actividades, una media muy razonable teniendo en cuenta la programación,
supone que la asistencia real se ha multiplicado por tres o por cuatro
en las cifras de las que alardea el concejal de Festejos.
Fuente: Burgos Noticias