lunes, 2 de abril de 2018

LUCHA DE CLANES

Matar a Imagina Burgos

 

De la lucha de clanes al asesinato de una candidatura popular: en torno a la figura de Pedro de Palacio
El reciente comunicado de la directiva autonómica de Podemos anunciando su retirada de los órganos de Imagina Burgos ha provocado un sinfín de comentarios sobre las relaciones entre Podemos y el resto de la izquierda burgalesa. Aquí se pretende enfocar esta cuestión centrando el análisis en una de sus figuras-clave, aunque muy discreta últimamente: Pedro María de Palacio Maguregui (Bilbao, 1985).
Pedro de Palacio saltó a los medios nacionales e internacionales en octubre de 2015, cuando un diario basura reveló que había sido condenado en 2002, siendo menor de edad, por abusar de una niña de cinco años. La sentencia condenándole a un tratamiento terapeútico de un año no debería haberse publicitado por su condición de menor, pero no es menos cierto que fue confirmada en 2003, desestimando el tribunal la apelación de la familia, y no existen bases para aducir que se trata de un error judicial.
La carrera política de Pedro de Palacio fue asombrosamente precoz. A pesar de que su padre, Pedro María de Palacio Villate, había sido concejal del ayuntamiento del Valle de Mena por el PSOE en 1991-1995, él eligió el Partido Comunista. Después de licenciarse en Historia, fue elegido en 2009, con 24 años, Coordinador Provincial de IU en Burgos, y al año siguiente, Secretario General del Partido Comunista de Castilla y León. En octubre de 2013, con una lista crítica, se enfrentó por sorpresa a José María González para el cargo de Coordinador Autonómico de IU; perdió la votación, pero renovó dos meses después como Coordinador Provincial de Burgos.
  
Mientras tanto, de 2011 a 2014, ocupó el cargo de administrativo de confianza de Raúl Salinero, concejal por IU en el Ayuntamiento, dicen las malas lenguas que sin pisar por Burgos. En esos años se juntaron en torno a él varios jóvenes que se presentaban como ‘renovadores’ de Izquierda Unida: Laura Domínguez, su hermano Roberto Domínguez, Jorge Lamana, Blanca Guinea, Daniel Alonso, Félix Díez, y por supuesto Raúl Salinero. Laura y Félix eran, con Pedro, miembros del Comité Ejecutivo del PCCyL desde 2010, además de ser Laura Coordinadora Local de IU en Burgos. Las actuaciones de ese grupo muy organizado, a través del cual Pedro de Palacio conseguía objetivos sin implicarse directamente, generaron una dura guerra interna en Izquierda Unida.
De repente, en febrero 2015, Pedro y su grupo abandonan la formación para pasarse a Podemos. Raúl Salinero, cumpliendo con retraso calculado la decisión tomada colectivamente a finales de 2014, les sigue varios meses más tarde. La entrada de todos ellos en Podemos se produce de forma muy progresiva, tardando en aparecer en las asambleas, y buscando siempre la seguridad de la pequeña célula que conforman para progresivamente echar raíces en una organización que les es, en principio, hostil. Sin embargo la ascensión de Pedro de Palacio en Podemos se antoja tan fulgurante como la que conoció en Izquierda Unida.
En las Autonómicas de 2015 es elegido a las Cortes de Castilla y León, junto a Laura Domínguez; también es candidato por Burgos en las siguientes elecciones al Congreso, sin que esa acumulación potencial de cargos parezca molestarle, ni a los que le apoyan. Pero la revelación pública de su condena de 2002 le obliga a dimitir de su cargo de procurador poco después, el 29 de octubre 2015, al tiempo que renuncia a presentarse al Congreso. De procurador entra en su lugar su fiel compañero Félix Díez; como candidato al Congreso queda sustituido por el madrileño Miguel Vila, que desde entonces visita la ciudad semanalmente para acudir, los lunes, a la tertulia de Radio Arlanzón.
  
A partir de entonces, la inicialmente brillante carrera política de Pedro queda truncada. Su rehabilitación política pública, que él afirma inminente, se demora y no termina de llegar. Con todo, reanuda rápidamente una actividad interna en Podemos, primero en la sombra, en el entorno de Pablo Iglesias, y luego en el Consejo Ciudadano Estatal, en el que queda elegido en Vistalegre 2 (febrero 2017).
Ahora llega lo crucial para el destino inmediato de Imagina. Desde ese momento Pedro arrastra un segundo hándicap para poder mantener su trayectoria en Podemos: en la férrea lucha que enfrentó a pablistas y errejonistas entre finales de 2016 y Vistalegre 2, y a pesar de su cercanía con Pablo Iglesias, él había cometido el sorprendente error de elegir a Errejón. Como consecuencia, toda la célula montada a su alrededor, incluidos su sustituto Miguel Vila y el que se convirtió en Secretario General de Podemos Burgos, Ignacio Lacámara, se había significado con Errejón desde la visita de ése a Burgos (22/09/2016).
En cambio, el número uno de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, constante rival de Pedro convertido en su amigo circunstancial, seguía apoyando a Pablo Iglesias. La victoria de éste en Vistalegre 2 no supuso en principio ninguna mengua del poder que la célula ostentaba en Podemos Burgos, por lo menos en apariencia. Lejos de apoyar a la oposición que existía en el Consejo Ciudadano burgalés desde las elecciones internas de 2016, Pablo Fernández mantenía su apoyo a la gente de Pedro… hasta el comunicado emitido el 9 de marzo de 2018.
Este comunicado pretende forzar la salida de Imagina Burgos de los tres concejales miembros del Consejo Ciudadano Municipal de Podemos Burgos: Raúl Salinero, Blanca Guinea y Marco Manjón. Es cierto que la salida de Podemos de Imagina parecía previsible desde la campaña electoral de Ignacio Lacámara para la Secretaría General, independientemente de lo que opinaran los inscritos (y acabamos de comprobar, con la votación celebrada estos días, que los inscritos no apoyan a la directiva de Podemos en esta materia).
Sin embargo el divorcio sólo estaba planeado de cara a las municipales de 2019. Anticiparlo de forma tan repentina es una torpeza mayúscula que afecta a toda la izquierda burgalesa. El intento de provocar la explosión de Imagina a muchos meses de distancia de la próxima cita electoral podría llevarla a la parálisis y reducir considerablemente sus expectativas en 2019. Pero al mismo tiempo coloca a los tres ediles podemitas en una situación imposible, absurda, que ellos intentaron explicar de la siguiente forma: quieren quedarse en Imagina, pero de forma ‘autónoma’, sin acatar la voluntad de sus órganos.
El resultado esperable de la decisión de Pablo Fernández era que se quemarían ellos también. A la postre, Podemos se impondría a Imagina, en caso de que ésta no se deje pura y simplemente absorber; pero Salinero, Guinea y Manjón tendrían muy difícil renovar mandato después del psicodrama de estos meses.
En definitiva, el intento de asesinato de Imagina por parte de la directiva autonómica de Podemos escondería un plan dentro del plan: matar una candidatura popular y, dentro de la lucha de bandos, cargarse a la gente de Pedro de Palacio. De paso obviaba un detalle fundamental: Marco Antonio Manjón nunca perteneció a la célula y no tenía por qué solidarizarse con ella…
Ahora toca votar a los inscritos de Imagina Burgos: entre la imposición desde Valladolid o desde Madrid, y las connivencias clánicas, podemos elegir una tercera vía, la de la voluntad de la población burgalesa.
    Fuente: Burgosdijital