Elevan de 12.000 a 30.000 euros la tercera sanción por ruidos al mismo bar
P.C.P. / Burgos - jueves, 05 de abril de 2012
La Concejalía de Sanidad empieza a aplicar esta medida por un local de las Bernardillas • El precinto de la música, pendiente del juez
El Ayuntamiento de Burgos anunció mano dura contra los bares reincidentes en materia de ruido y ya ha comenzado a aplicarla, con un incremento de las sanciones económicas del 60 por ciento. Así, aquellos hosteleros que incumplan la normativa municipal por tercera vez serán multados con 30.000 euros, frente a los 12.000 euros de las dos primeras infracciones. Se alcanza así el 10 por ciento de la cuantía máxima que establece la legislación regional para las infracciones tipificadas como muy graves, que es de 300.000 euros.
La Concejalía de Sanidad y Medio Ambiente ha puesto en práctica la medida con un primer establecimiento, ubicado en las Bernardillas (el entorno de la plaza Roma de Gamonal) y en el centro de la polémica durante los últimos meses, debido a los graves incidentes que se registran en la zona a plena luz del día y a las quejas de vecinos, comerciantes y otros hosteleros.
En este caso, el establecimiento tiene una licencia que le permite abrir a primerísima hora de la mañana pero no como local de copas (lo que se denomina técnicamente bar especial), sino para servir desayunos. Esto es, no debería tener ambientación musical. Pero la tiene y, por eso, el Ayuntamiento ordenó en el tercer expediente sancionador abierto al mismo titular el precinto de los aparatos, también contemplado por la Ley de Ruidos de Castilla y León como castigo para las infracciones muy graves. Sin embargo, esta última medida ha sido paralizada por un auto judicial, que está pendiente de resolución.
No así el procedimiento de sanción administrativa, que prosigue, con el intento de notificación por la vía de apremio. En los dos primeros casos, con sendas multas de 12.000 euros, no tuvo éxito y se recurrió a su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. Esto ocurrió a finales de diciembre y desde entonces, fuentes municipales aseguran no tener constancia de que se haya abonado ninguna de ellas.
La concejala Carolina Blasco, responsable de Sanidad y Medio Ambiente, se comprometió a endurecer las medidas contra los hosteleros reincidentes, que son una minoría, a finales de 2011, después de que vecinos y comerciantes reclamasen al Ayuntamiento una solución al enrarecido ambiente que tienen que soportar los sábados y domingos por la mañana en su barrio. En vez del vermú, algunos bares abren para ‘recoger’ a todos aquellos que llevan de fiesta toda la noche, con los inconvenientes y jaleos que ello conlleva.
Además de los expedientes por ruido a los infractores, se encuentra en estudio la posibilidad de declarar las Bernardillas como zona saturada de ruido, al igual que ocurre ya con Las Llanas y con las Bernardas. Entre otras cosas, esto mantiene la prohibición de abrir nuevos locales a una distancia de menos de 25 metros unos de otros.
El último suceso ocurrió, sin embargo, de madrugada. Pero con tiroteo incluido. La Policía Nacional detuvo a E.H.J., de 31 años, como presunto autor de un delito de amenazas y tenencia ilícita de armas; y a A.M.E, de 25 y portero de un local de copas, como sospechoso de un delito de daños. Este sacó del bar al cliente, en estado ebrio, y se lo volvió a encontrar poco después en la puerta, pero con una pistola con el número de fabricación borrado. Discutieron y hubo dos disparos, que Comisaría trata de confirmar quien realizó.
La Concejalía de Sanidad y Medio Ambiente ha puesto en práctica la medida con un primer establecimiento, ubicado en las Bernardillas (el entorno de la plaza Roma de Gamonal) y en el centro de la polémica durante los últimos meses, debido a los graves incidentes que se registran en la zona a plena luz del día y a las quejas de vecinos, comerciantes y otros hosteleros.
En este caso, el establecimiento tiene una licencia que le permite abrir a primerísima hora de la mañana pero no como local de copas (lo que se denomina técnicamente bar especial), sino para servir desayunos. Esto es, no debería tener ambientación musical. Pero la tiene y, por eso, el Ayuntamiento ordenó en el tercer expediente sancionador abierto al mismo titular el precinto de los aparatos, también contemplado por la Ley de Ruidos de Castilla y León como castigo para las infracciones muy graves. Sin embargo, esta última medida ha sido paralizada por un auto judicial, que está pendiente de resolución.
No así el procedimiento de sanción administrativa, que prosigue, con el intento de notificación por la vía de apremio. En los dos primeros casos, con sendas multas de 12.000 euros, no tuvo éxito y se recurrió a su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. Esto ocurrió a finales de diciembre y desde entonces, fuentes municipales aseguran no tener constancia de que se haya abonado ninguna de ellas.
La concejala Carolina Blasco, responsable de Sanidad y Medio Ambiente, se comprometió a endurecer las medidas contra los hosteleros reincidentes, que son una minoría, a finales de 2011, después de que vecinos y comerciantes reclamasen al Ayuntamiento una solución al enrarecido ambiente que tienen que soportar los sábados y domingos por la mañana en su barrio. En vez del vermú, algunos bares abren para ‘recoger’ a todos aquellos que llevan de fiesta toda la noche, con los inconvenientes y jaleos que ello conlleva.
Además de los expedientes por ruido a los infractores, se encuentra en estudio la posibilidad de declarar las Bernardillas como zona saturada de ruido, al igual que ocurre ya con Las Llanas y con las Bernardas. Entre otras cosas, esto mantiene la prohibición de abrir nuevos locales a una distancia de menos de 25 metros unos de otros.
El último suceso ocurrió, sin embargo, de madrugada. Pero con tiroteo incluido. La Policía Nacional detuvo a E.H.J., de 31 años, como presunto autor de un delito de amenazas y tenencia ilícita de armas; y a A.M.E, de 25 y portero de un local de copas, como sospechoso de un delito de daños. Este sacó del bar al cliente, en estado ebrio, y se lo volvió a encontrar poco después en la puerta, pero con una pistola con el número de fabricación borrado. Discutieron y hubo dos disparos, que Comisaría trata de confirmar quien realizó.
Fuente: Diario de Burgos
