Clave de sol
Espero que el lector habitual de mi columna como excepción hoy, la
haya apartado por unos minutos a las ocho de la mañana. Lo primero es lo
primero, con nuestras fiestas mayores rematadas oficialmente y el
Burgalés ausente en Fuentes Blancas que da paso a los Sanfermines recién
estrenados. La ciudad del Arlanzón vuelve a ser la de siempre, la
sensata que se despereza en verano entre sofocos. Un nuevo alcalde
cargado de buenas intenciones, preside reuniones y sale en fotos.
Ayuntamiento socialista que en un puño guarda el recuento y en otro, las
matemáticas de la oposición. La derecha y centro derecha empiezan a
recomponerse y toman posiciones para ponérselo difícil. La gran pregunta
esconde la respuesta. Cuando el que gobierna quiera algo bueno para
Burgos, se abortará sí o si, por los otros. No se sabe, se verá.
Cataremos iniciativas con buena pinta y rastrearemos el paso por las
comisiones en las que mandan populares, ciudadanos y vox. De la mano del
nuevo concejal de urbanismo y arquitecto , Daniel Garabito, se filtra
su intención de hacer de esta capital castellana, un referente en
procesos medioambientales relacionados con la eficiencia energética.
Suena bien y es más que posible. Es lo que tiene que ser y quien no
quiera verlo, vive en el medievo. Casi sin darnos cuenta, ya lo somos.
Aquí se están ejecutando cientos de obras repartidas por todos los
barrios. Andamios que rehabilitan fachadas por las que se escapa el
calor de nuestros hogares, como por un colador. Los sistemas pasivos de
envolventes térmicas por el exterior han saltado a lo nuevo también.
Ningún promotor que se precie, vende un edificio sin etiqueta energética
“a” o “b”. Aunque aún queda alguno que no lo entiende. De estas cosas
somos cómplices, algunos como yo, cuando empezamos hace quince años a
rehabilitar energéticamente edificios y barrios enteros que cambiaron de
color y dejaron de emitir CO2 al cielo, con un ahorro considerable en
gasto de combustible. Cuando hice el barrio de Río Vena, casi me echan
debido a mi ocurrencia. Nuestra ciudad tiene un índice per cápita en
regeneración urbana muy superior al resto de las de esta esforzada
Expaña. De ello hablan, congresos nacionales y foros estratégicos. Hay
maneras de incentivar todo esto, aún más desde nuestro nuevo
ayuntamiento si lo oposición deja. Cada edificio rehabilitado en clave
energética, clave de sol, bien puede ser bonificado en su licencia de
obra como ya se hace en las de accesibilidad. Bien vendrá una partida
presupuestaria para incentivar estas obras, como ya hacen otras ciudades
contemporáneas.
Fuente: Correo de Burgos