domingo, 13 de octubre de 2019

LA CONSEJERA DEBE DIMITIR ANTES QUE QUITE LA ANTECIÓN PRIMARIA

«Que vengan los políticos aquí y vean cómo se cierra el consultorio al que van sus padres»

Vecinos de Aliste reclaman garantías de atención sanitaria ante el anuncio de la Junta de que ha elegido la comarca zamorana para un plan piloto que reestructurará la cobertura médica


El médico de Rabanales, Lorenzo Hernández, atiende en su consulta a Julia Matellán. /ALBERTO MINGUEZA
El médico de Rabanales, Lorenzo Hernández, atiende en su consulta a Julia Matellán. / 


Pedro Gago –camisa de cuadros y jersey ancho, boina, 89 años, zapatillas ajedrezadas– sale todos los miércoles de casa, a eso de las diez de la mañana, con un manojo de llaves en la mano (el llavero anaranjado dice 'Xti').
Atraviesa la calle, cincuenta pasos lentos, y abre el consultorio de Grisuela (96 vecinos en la comarca zamorana de Aliste), a la espera de que lleguen médico, enfermera y pacientes. La sala de paredes blancas, mordidas las esquinas, diez sillas de plástico, un cartel de 1995 que recomienda no comer berros, arrazabas, melujín («pueden estar contaminados con el quiste de un gusano que produce graves daños a la salud») ocupa las instalaciones que en su día fueron un colegio para niñas –el de niños estaba en lo que hoy es comedor social– y que hace años cerró (cerraron) por la falta de alumnos.

Pedro Gago cierra el consultorio de Grisuela, que abre un par de horas todos los miércoles.
Pedro Gago cierra el consultorio de Grisuela, que abre un par de horas todos los miércoles. / ALBERTO MINGUEZA

–¿Y ahora nos quieren cerrar esto también?–, pregunta Pedro, agricultor jubilado (de centeno, trigo, patatas)–. Yo no estoy mal. Noto que me canso más... A finales de año hago los noventa. Casi voy solo al médico a tomarme la tensión. Pero mi mujer sí que está un poco peor. Con lo del marcapasos... No puede casi caminar. ¿Y nos lo quieren quitar? Pero si sin el médico no podemos estar.
La Junta ha puesto su foco aquí, en este puñado de pueblos que sobreviven en carreteras secundarias, con baches y sin arcén, en torno a Alcañices. La Consejería de Sanidad ha elegido Aliste (13 municipios, 62 localidades, 54 consultorios y 4.735 tarjetas sanitarias) como banco de pruebas para un «programa piloto» que persigue «reestructurar la Atención Primaria rural».
El proyecto –que se ha comparado con los colegios rurales agrupados en materia educativa– quiere «adecuar los recursos a los habitantes y la zona geográfica para mejorar la accesibilidad y hacer que la asistencia sanitaria sea sostenible». La Junta dice que se garantizará la atención médica y el acceso a los centros de salud y consultorios de referencia (que se verán reforzados), con el apoyo de transporte público (microbuses, taxis, ambulancias) para los habitantes de los núcleos con menos población.
Los vecinos se temen que esta reforma implique, en el fondo, un cierre de los consultorios más pequeños. Como este de Grisuela, cuyas puertas Pedro acaba de abrir.

Arriba, Rufina Martín, en el consultorio de Grisuela. Debajo, Pascuala Martín y Verónica González esperan su turno. Sala de enfermería. / ALBERTO MINGUEZA
Un folio pegado con celo en la ventana informa de los horarios de atención en este y en los pueblos de alrededor. Los lunes y viernes, de 10:00 a 14:00 en Rabanales (además de un par de horas los martes y miércoles). Los martes, en Mellanes. Los jueves, en Ufones y Fradellos. Los miércoles, en Grisuela, o sea, aquí.

Sin cita previa

Cinco mujeres esperan turno para que las vea don Lorenzo, el doctor (no hay cita previa, se pasa a la consulta por orden de llegada). Entra Pascuala Martín, 71 años. Tuvo el bar La Plaza y una tienda de alimentación hasta que se jubiló. «Ahora en el pueblo somos tres gatos.Y se ve algo más de movimiento por los dos restaurantes y la casa rural. Pero llegan, comen el chuletón y se van. Cada vez quedamos menos. ¿Del médico? Viene una vez a la semana, no nos podemos quejar. Lo único que pedimos es que lo poco que tenemos no nos lo quiten».
Fuente: Norte de Castilla