Empleados de Sacyl alertan de que los pacientes ya sufren los recortes
La Junta de Personal y el Comité de Empresa del Área de Salud de Burgos iniciaban ayer una serie de protestas por los ajustes y el aumento de carga laboral que padecen
Sab, 08/09/2012
L. B. / Burgos
Jubilaciones, vacaciones y días libres sin cubrir se suman, según la portavoz de la Junta de Personal del Área de Salud de Burgos, Virginia Martín, al listado de recortes aplicados en los últimos meses por la Administración regional a los profesionales sanitarios.
Los ajustes acumulados hacen, a juicio de los representantes sindicales del sector, tan «insostenible» la situación que los pacientes ya han empezado a notar sus consecuencias. Ya lo advirtieron y sus vaticinios se han cumplido, aseguran. Así, el incremento de la carga laboral al que se ven sometidos -por culpa, enumeran, de jornadas más prolongadas y plantillas exiguas- repercute finalmente en los usuarios. «La calidad de los cuidados no puede ser la misma. Los pacientes lo perciben claramente», sentenciaba ayer Martín, que alertó de la especial incidencia que tendrá la reestructuración de plantillas en las zonas rurales.
En ese sentido, pone como ejemplo el tiempo que los trabajadores pueden dedicar a escuchar a los usuarios y a aclarar sus dudas.
«A la gente le alivia que le prestes atención y cada vez más nos vemos obligados a reducir esa función porque no llegamos a todo. Esa es quizá la consecuencia más visible para los pacientes porque del perjuicio que se produce en los cuidados no son tan conscientes como nosotros, que sabemos perfectamente que las cosas podrían hacerse mucho mejor con los medios suficientes», indicaba la portavoz de la Junta de Personal al tiempo que sus compañeros, que llegaron a superar el centenar, desplegaban una pancarta de protesta a las puertas del Hospital Universitario de Burgos.
La cita reivindicativa de ayer inauguraba una ronda de concentraciones que cada viernes ocuparán las puertas de los centros sanitarios de la provincia de Burgos con el objetivo de «manifestar nuestra indignación», precisó Virginia Martín, ante los recortes que sufren los empleados públicos.
Se refirió como muestra al incremento de jornada hasta en 17 días anuales «que en el caso del personal de enfermería se suma al no reconocimiento del solape y provoca que lleguemos a las 40 horas semanales», detalló.
En el listado de agravios incluyen la rebaja salarial o la supresión de complementos y de días moscosos «que en nuestro caso son la única forma de conciliar vida familiar y laboral», lamentó Martín.
Jubilaciones, vacaciones y días libres sin cubrir se suman, según la portavoz de la Junta de Personal del Área de Salud de Burgos, Virginia Martín, al listado de recortes aplicados en los últimos meses por la Administración regional a los profesionales sanitarios.
Los ajustes acumulados hacen, a juicio de los representantes sindicales del sector, tan «insostenible» la situación que los pacientes ya han empezado a notar sus consecuencias. Ya lo advirtieron y sus vaticinios se han cumplido, aseguran. Así, el incremento de la carga laboral al que se ven sometidos -por culpa, enumeran, de jornadas más prolongadas y plantillas exiguas- repercute finalmente en los usuarios. «La calidad de los cuidados no puede ser la misma. Los pacientes lo perciben claramente», sentenciaba ayer Martín, que alertó de la especial incidencia que tendrá la reestructuración de plantillas en las zonas rurales.
En ese sentido, pone como ejemplo el tiempo que los trabajadores pueden dedicar a escuchar a los usuarios y a aclarar sus dudas.
«A la gente le alivia que le prestes atención y cada vez más nos vemos obligados a reducir esa función porque no llegamos a todo. Esa es quizá la consecuencia más visible para los pacientes porque del perjuicio que se produce en los cuidados no son tan conscientes como nosotros, que sabemos perfectamente que las cosas podrían hacerse mucho mejor con los medios suficientes», indicaba la portavoz de la Junta de Personal al tiempo que sus compañeros, que llegaron a superar el centenar, desplegaban una pancarta de protesta a las puertas del Hospital Universitario de Burgos.
La cita reivindicativa de ayer inauguraba una ronda de concentraciones que cada viernes ocuparán las puertas de los centros sanitarios de la provincia de Burgos con el objetivo de «manifestar nuestra indignación», precisó Virginia Martín, ante los recortes que sufren los empleados públicos.
Se refirió como muestra al incremento de jornada hasta en 17 días anuales «que en el caso del personal de enfermería se suma al no reconocimiento del solape y provoca que lleguemos a las 40 horas semanales», detalló.
En el listado de agravios incluyen la rebaja salarial o la supresión de complementos y de días moscosos «que en nuestro caso son la única forma de conciliar vida familiar y laboral», lamentó Martín.
Fuente: Correo de Burgos