El Ayuntamiento de Burgos no pidió licencia para ninguna de las fiestas de menores en El Hangar
Ni una sola de las ”fiestas ligth”, ”fiestas de menores” o “fiestas sin alcohol” que el Ayuntamiento de Burgos ha celebrado el Centro de Creación Musical El Hangar hasta la fecha ha contado con la correspondiente licencia de celebración, lo que una vez más pone de manifiesto que se trata de un recinto al margen de la legislación que programa cualquier tipo de actividad y de cualquier ámbito sin que ninguna autoridad o administración se lo impida.
A lo largo del pasado año, El Hangar programó hasta 7 fiestas de menores (los días 4 de febrero, 24 de marzo, 21 de abril, 5 de mayo, 17 de septiembre, 6 de octubre y 3 de noviembre), según se explicó desde el centro, a razón de una por mes, sin que éstas tuviesen el permiso correspondiente. El Ayuntamiento de Burgos, como propietario y explotador del centro, incurrió la legalidad de forma reiterada, tal y como ha hecho en otras tantas ocasiones desde que se inaugurase el polémico recinto. Y es que, en ningún momento, el Ayuntamiento de Burgos solicitó a la Junta de Castilla y León, la administración competente en la materia, el permiso pertinente para llevar a cabo estas actividades. Cabe señalar que dicho permiso deber recibirse expresamente y, evidentemente, por escrito, cosa que no ha ocurrido ya que nunca se solicitó.
La tipificación de la falta por realizar una actividad sin licencia viene recogida como “muy grave”, es decir, el Ayuntamiento de Burgos pudo incurrir en 7 faltas muy graves a lo largo de 2012 en el Centro de Creación Musical.
Y mientras el Ayuntamiento permitió esta ilegalidad de forma reiterada, en la que además estuvieron implicados menores, llama también la atención la pasividad de la Junta de Castilla y León al respecto, en una actividad que fue pública, notoria y reiterada, de la que la administración regional no puede alegar desconocimiento, sin embargo ¿dónde están los controles y las inspecciones al Centro de Creación Musical? Se trata, sin duda, de un nuevo escándalo en el currículum de El Hangar, mientras el resto del sector hostelero se enfrentaría a cuantiosas sanciones si realizase estas mismas fiestas de menores sin permiso.
La pasividad de la administración, la ilegalidad a la que incurre el Ayuntamiento de Burgos y la permisividad con la que opera El Hangar se han convertido con el paso del tiempo en la lacra de la hostelería local. Un freno al crecimiento de un sector ahogado por la coyuntura actual y la competencia desleal que implica este tipo de actividad.
Mientras el Ayuntamiento de Burgos haga lo que le salga en gana en El Hangar será en buena parte responsable de esta situación que acarrea además, entre otras cuestiones, destrucción de empleo en tanto que el resto de la hostelería no puede competir con una discoteca pública con una “superlicencia”.
Fuente: Canal54.es
