La Junta reduce en un 18% la aportación por alumno a la UBU
Antes de los recortes, Burgos ya ingresaba 1.500 euros menos que la media nacional
Lun, 30/06/2014
Los recortes en el ámbito de la educación superior asfixian a las universidades públicas. Las aportaciones que las comunidades autónomas realizan a las instituciones académicas por cada alumno llevan años en caída y para compensar se han subido las tasas que pagan los alumnos. Castilla y León es la tercera comunidad donde es más caro estudiar.
La Universidad de Burgos calcula que desde el año 2010 ha bajado la asignación de la Junta por cada alumno en casi un 18%. Así, si en ese año la UBU ingresaba 4.650 euros por cada estudiante matriculado, durante el presente curso la cantidad ha descendido a 3.822 euros; una aportación que se destina a funcionamiento de la institución. Concretamente, las transferencias de la Junta a la UBU en este curso por este concepto han sido de 32.127.732 euros (resultado de multiplicar los 3.822 euros por 8.406 alumnos).
La situación antes de la crisis tampoco era boyante para la institución académica burgalesa, sobre todo si se compara con la cantidad media nacional que reciben los centros públicos de educación superior por cada alumno.
El último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), que corresponde al año 2012 pero que contiene datos del curso 2010/2011, refleja que la aportación media por alumno en el sistema educativo superior nacional era de 6.150 euros, son 1.500 euros más de los que recibía la UBU en ese año con 4.650. Según esos mismos datos, Valladolid y Salamanca estaban en el entorno de esa media con 6.180 en la Universidad de Valladolid y 6.148 en la Universidad de Salamanca. Por detrás, se situaba León con 5.109 euros por cada estudiante.
Desde la Universidad de Burgos llaman la atención sobre las desigualdades existentes dentro del sistema universitario español, donde, por ejemplo, la Comunidad navarra transfiere 9.363 euros por alumno, y dentro de la propia comunidad autónoma, entre las cuatro universidades públicas. El informe CYD de 2012 pone de manifiesto que Extremadura era la región donde menor cantidad se destinaba a esta forma de financiación con 4.495 euros.
Castilla y León, antes de 2012 y de que se generalizaran políticas de recorte en el ámbito educativo, se encontraba a la cola de apoyo a sus universidades ya que ocupaba el puesto 13 en la lista nacional y el sexto en la lista de las siete comunidades autónomas con más de una universidad.
La Junta achaca las diferencias al tipo de estudios que oferta cada universidad que comportan instalaciones muy distintas: no es igual de caro financiar una facultad de Medicina que una de Derecho, por poner un ejemplo. «Pero tan abultadas diferencias, que superan el 30% por alumno, dependen de decisiones políticas», defienden fuentes universitarias. La Administración regional «nunca ha explicado el modelo de financiación del sistema universitario público, por lo que las razones reales para esas diferencias son desconocidas», según indican fuentes de la UBU. Las transferencias de capital por alumno sirven para retribuir a los profesores, bibliotecarios, informáticos y otro personal que presta el servicio a los estudiantes, entre otros gastos.
Durante los años en que el apoyo al sistema universitario crecía, el consenso social establecía que las familias realizaban una contribución a la financiación sustancial pero moderada, en el entorno de los 1.464 euros, con cierta dispersión entre comunidades. Cuando la crisis hizo cambiar las políticas educativas, crecieron las tasas y las aportaciones de las familias. En Castilla y León, desde el curso 2010 / 2011, el precio del crédito ha subido un 43,8% de media. Para el curso que viene 2014/2015, las tasas se incrementarán en un 1%.
Fuente: Correo de Burgos