domingo, 1 de junio de 2014

GAMONAL MÁS QUE UNA PALABRA UN SENTIMIENTO

‘Gamonal-izados’


EL INFORMATIVO de las 8.00 am en Radio Nacional de España, de este viernes, me sorprende con un nuevo adjetivo: ‘gamonalización’. ¿Cuál es su significado? Referente a Gamonal (barrio de Burgos). Puede ser, pero no se utiliza para hablar ni del barrio en cuestión ni de Burgos, sino que viene a calificar una protesta vecinal a unos cuantos kilómetros de esta ciudad.
La noticia a la que adjetiva esta nueva palabra hace referencia a los disturbios que, durante estos últimos días, se han extendido por Barcelona, en Can Vies, como consecuencia de las protestas por el desalojo y demolición de lo que había sido un centro okupa durante 17 largos años. «Estamos asistiendo a una gamonalización de distintos barrios de Barcelona, igual que sucedió en el barrio de El Gamonal». Así es, volvemos a escuchar el artículo que precede al nombre del barrio burgalés conocido como Gamonal a secas, pero debe ser solo dentro de nuestras fronteras, porque fuera se ha escuchado de todo.
Continúa el locutor explicando lo que, a su juicio, es el proceso de gamonalización. Según dice, por las tardes en Barcelona se suceden manifestaciones pacíficas con la presencia de los vecinos, que, más tarde, cuando cae la luz del sol, derivan en disturbios con destrozos en mobiliario público, detenciones, heridos y todo lo que conlleva un follón de esta naturaleza. No salgo de mi estupor, no tengo muy claro que se trate de la misma clase de conflicto vecinal para que estemos ante la llamada ‘gamonalización’, si es que se puede acuñar tal término. Antes de que Gamonal se diera a conocer al mundo, era más habitual calificar los altercados de este tipo como ‘kale borroka’ o ‘antisistema’.
Barcelona no es una ciudad nueva en este tipo de disturbios. De hecho, tiene bastante más experiencia que Burgos, pero aquí no decimos que asistimos a una barcelonización de Burgos. Sea cual sea el término más adecuado, seguro que no es ‘gamonalización’ y aquí se queda esta anécdota sobre el uso de las palabras.

Natalia Escribano

Fuente: Correo de Burgos