Las riadas se extienden por la zona del Arlanza
El río se desborda en Lerma, Covarrubias, Tordómar y Puentedura y afecta a paseos, centros escolares y naves / La Junta ofrece una línea de crédito para los negocios afectado
El desbordamiento del río Arlanza el viernes en municipios de la Sierra de la Demanda como Salas de los Infantes, Palacios de la Sierra u Hontoria del Pinar se trasladó ayer aguas abajo a Lerma, Covarrubias, Tordómar y Puentedura. Todos a una, los alcaldes de ambas comarcas mantuvieron un «permanente contacto».
A la espera de un balance definitivo, el delegado territorial de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo, se reunirá con el sector industrial de las localidades afectadas para «ver qué necesitan». En este sentido, también ofreció líneas de crédito para aquellos negocios que hayan sufrido pérdidas cuantiosas. «Estamos tristemente acostumbrados a que todos años pase lo mismo», lamentaba la alcaldesa de Tordómar, Inmaculada Sierra, ante la «envergadura considerable» de la crecida, que afectó a varias naves, la casa rural Ribera del Arlanza y las viviendas próximas al río. A tenor de lo sucedido, la regidora reivindicaba una «limpieza exhaustiva del cauce», amén de expresar su deseo de que la presa de Castrovido opere «cuanto antes» para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse.
Transitar por el Paseo de la Solana se antojaba prácticamente imposible a primera hora de la mañana en Covarrubias después de que el Arlanza alcanzara su cota máxima -483 metros cúbicos por segundo- a las 04.35 horas. Los daños provocados por las inundaciones se extendieron a los dos parques del municipio, cuyas líneas de luz quedaron «inutilizadas», explicó su regidor, Óscar Izcara, quien no dudó en agradecer el apoyo prestado por sus homólogos, instituciones y entidades como Cruz Roja ante una situación para la que «no tuvimos margen de maniobra».
En Lerma, tanto el instituto Valle del Arlanza como el pabellón municipal amanecieron totalmente anegados. De hecho, según detalló la alcaldesa, Celia Izquierdo, «el agua llegaba por la cintura» en el recinto deportivo. Algo más de suerte corrió el colegio público Pons Sorolla, donde el agua «no llegó a la primera planta», aunque «subimos el material por si acaso». También se inundaron, aunque en menor medida, las piscinas y la zona del recinto ferial. Se salvaron viviendas y comercios, de ahí que «por suerte parece que no va a ser necesaria» la línea de crédito avalada por la Junta.
Al cierre de esta edición, el caudal del río descendía paulatinamente en Covarrubias y Lerma, mientras que comenzó a incrementarse de nuevo, aunque no demasiado, en Salas y en Quintana del Puente.
Fuente: Correo de Burgos
A la espera de un balance definitivo, el delegado territorial de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo, se reunirá con el sector industrial de las localidades afectadas para «ver qué necesitan». En este sentido, también ofreció líneas de crédito para aquellos negocios que hayan sufrido pérdidas cuantiosas. «Estamos tristemente acostumbrados a que todos años pase lo mismo», lamentaba la alcaldesa de Tordómar, Inmaculada Sierra, ante la «envergadura considerable» de la crecida, que afectó a varias naves, la casa rural Ribera del Arlanza y las viviendas próximas al río. A tenor de lo sucedido, la regidora reivindicaba una «limpieza exhaustiva del cauce», amén de expresar su deseo de que la presa de Castrovido opere «cuanto antes» para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse.
Transitar por el Paseo de la Solana se antojaba prácticamente imposible a primera hora de la mañana en Covarrubias después de que el Arlanza alcanzara su cota máxima -483 metros cúbicos por segundo- a las 04.35 horas. Los daños provocados por las inundaciones se extendieron a los dos parques del municipio, cuyas líneas de luz quedaron «inutilizadas», explicó su regidor, Óscar Izcara, quien no dudó en agradecer el apoyo prestado por sus homólogos, instituciones y entidades como Cruz Roja ante una situación para la que «no tuvimos margen de maniobra».
En Lerma, tanto el instituto Valle del Arlanza como el pabellón municipal amanecieron totalmente anegados. De hecho, según detalló la alcaldesa, Celia Izquierdo, «el agua llegaba por la cintura» en el recinto deportivo. Algo más de suerte corrió el colegio público Pons Sorolla, donde el agua «no llegó a la primera planta», aunque «subimos el material por si acaso». También se inundaron, aunque en menor medida, las piscinas y la zona del recinto ferial. Se salvaron viviendas y comercios, de ahí que «por suerte parece que no va a ser necesaria» la línea de crédito avalada por la Junta.
Al cierre de esta edición, el caudal del río descendía paulatinamente en Covarrubias y Lerma, mientras que comenzó a incrementarse de nuevo, aunque no demasiado, en Salas y en Quintana del Puente.
Fuente: Correo de Burgos
