Ultimátum municipal a Dragados por la obra del campo de rugby
La Junta de Gobierno otorga
cinco días a Dragados para que justifique legalmente los retrasos en las
obras de reforma del campo de rugby de San Amaro
Si las explicaciones no convencen, podría rescindirse el contrato
Se plantea una recepción parcial de las obras para que el UBU pueda entrenar
Una última oportunidad. Después de muchos dimes y diretes, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento decidió ayer ofrecer un
trámite de audiencia a Dragados para que dé explicaciones sobre los
retrasos e incumplimientos en la ejecución de las obras de reforma del
campo de rugby de San Amaro. Según explica la concejala de
Deportes, Lorena de la Fuente, la Junta de Gobierno Local de esta semana
dio luz verde a la propuesta, que había sido incluida con carácter de
urgencia en el orden del día.
Dragados tiene cinco días para justificar los retrasos
Así, Dragados dispondrá de cinco días hábiles desde la notificación
del acuerdo para presentar aquellas “alegaciones” que considere
oportunas para justificar su negativa a acometer una nueva grada y el
retraso en la instalación de la nueva iluminación del campo. “En función de lo que aleguen”, subraya la concejala, “los técnicos municipales decidirán qué hacer”.
Básicamente, las opciones son dos: conceder una prórroga (la obra debería haber concluido el pasado 31 de diciembre) o rescindir el contrato con Dragados
y ejecutar por otra vía los trabajos pendientes. Lo que parece claro,
al menos de momento, es que el Ayuntamiento no está dispuesto a incluir
nuevas partidas presupuestarias en el contrato, que en principio
contemplaba la construcción de la grada como trabajo complementario.
Campo terminado
El problema -añadido- es que este proceso se puede prolongar durante algunas semanas más, lo que implicaría un serio perjuicio al Ayuntamiento y, sobre todo, al UBU Aparejadores, que continúa utilizando las instalaciones de la pista de atletismo de San Amaro para disputar sus partidos como local.
En este sentido, De la Fuente pone sobre la mesa la opción de materializar una “recepción parcial” de las obras y permitir que el equipo de rugby de la ciudad regrese a su ‘casa’.
Y es que, según destaca la concejala, “el campo en sí está terminado”.
El nuevo césped artificial ya es una realidad, así como el sistema de
drenaje e incluso la pintura del terreno de juego y “sería una lástima”
que el equipo no pudiera utilizar las instalaciones, “al menos para
entrenar” a lo largo de los próximos días.
Fuente: BurgosConecta.es