sábado, 7 de julio de 2012

A RAJOY NO LE QUEDAN BALAS

La nueva ronda de ajuste, última bala de Rajoy para evitar la intervención

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Las recomendaciones de Bruselas pasan a la categoría de exigencias. El Gobierno bosqueja la reforma que reordenará las competencias de la Administración Local.
La tormenta sobre la deuda española marcó ayer un nuevo hito y cada día parece más claro que el paquete de nuevas medidas de ajuste que Rajoy anunciará la próxima semana pueden constituir la última "bala" para convencer a los mercados y evitar in extremis una intervención en toda regla de nuestra economía. Es el denominador común de la visión trasladada por los expertos consultados por elEconomista.
El argumento básico es que tras el rescate a la banca española en forma de línea de crédito, las recomendaciones de Bruselas a España han pasado a la categoría de exigencia. Ese elenco de medidas que se vienen aconsejando a nuestro país han de implantarse sin discusión y mejor antes que después. Se trata de nuevos ajustes, tales como el alza del IVA, la aceleración del retraso de la edad de jubilación, el aumento de los años para el cálculo de la pensión, la retirada de la deducción por adquisición de vivienda, etc.
El profesor del Instituto de Estudios Bursátiles Miguel Ángel Bernal, indicó a elEconomista que esta oportunidad es decisiva y quizás la "penúltima". La clave, a su juicio, es que Rajoy no aborda estos ajustes por su voluntad, sino porque le vienen impuestos desde Bruselas con motivo del rescate a la banca. El analista del IEB destaca, respecto de las medidas, que una nueva vuelta de tuerca a la austeridad tiene el peligro de minar aún más la capacidad de retornar al crecimiento. No en vano, el nuevo paquete va a conllevar alzas tributarias. Y la reducción de la plantilla de empleados públicos redundará aún más en esa atonía del consumo motivada por la caída de la renta disponible de las familias. Con todo, el experto aconseja algún tipo de medida de estímulo, para evitar que nuestra economía se convierta en "el cadáver más sano del cementerio".
El profesor del IESE José Ramón Pin Arboledas piensa que para evitar la intervención, el Ejecutivo deberá hacer una serie de ajustes, como subir el IVA y bajar cotizaciones sociales. Después, "todo dependerá de cómo recupera la confianza el Gobierno". En su opinión, Rajoy y sus ministros han hecho muchos anuncios y no se ha logrado que sean eficaces. "Se acabó el tiempo de anunciar", sentencia. Además, nos quedan pocos meses: para Pin Arboledas, el plazo para evitar el rescate total termina tras el verano.
El director de Estrategia de Mercados de Banca March, Miguel Angel García Muñoz, reconoce que los mercados nos están exigiendo mayor rigor presupuestario, pero ve en las próximas medidas "un paso adelante para rebajar el déficit primario" y evitar la intervención. Para José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, el Ejecutivo tiene que adoptar medidas de ajuste fiscal y estructural contundentes. Y han de ser las exigidas por Europa. Además, habrá que esperar la respuesta europea a las acciones de España. Y es que, en opinión del estratega, la responsabilidad es compartida entre nuestro país y el conjunto de la Unión.
En un tono menos optimista se manifiesta el profesor de Finanzas Juan Fernando Robles. En su opinión, España ya ha hecho anuncios y éstos no han tranquilizado a los mercados, por lo que el experto no cree que los ajustes de la próxima semana vayan a tener gran influencia. En su opinión, España ya está intervenida. "La única manera de sostener la financiación es la ayuda del Eurogrupo", asegura. Lo único que influiría positivamente, explica, sería una normalización de la emisión de deuda.
Las líneas generales recomendadas por la Comisión Europea a España, y que ahora pasan a categoría de exigencia, pueden concretarse en la subida del IVA, la retirada de la deducción por adquisición de vivienda resucitada por el Gobierno popular, el redimensionamiento de la nómina de empleados públicos, la aceleración del retraso de la edad de jubilación y la aplicación más intensiva de la nueva reforma laboral. Y según adelantó elEconomista, el Gobierno prepara un borrador de reforma de la prestación por desempleo, que reduzca su duración, también tiene sobre la mesa un plan de privatizaciones, podría congelar las pensiones y/o acelerar el periodo transitorio de implantación de la jubilación a los 67.
Fuente: elEconomista.es