El 45% de las 417.000 horas extras que se hacen en la comunidad a la semana no se pagan
Castilla y León se sitúa por encima de la media nacional en una práctica que, segúnCC OO, «supera ampliamente el absentismo laboral»
Cerca
de la mitad de las horas extraordinarias que realizan los asalariados
de Castilla y León no se pagan, según ha denunciado CCOO, que considera
«fundamental» que se generalice el control de jornada y de horarios,
porque «gran parte del fraude que se produce en España se da por las
horas extras no pagadas y el alargamiento de las jornadas a tiempo
parcial que no se cotizan a la Seguridad Social y se pagan en 'B', en el
caso de que se paguen», en palabras del secretario general del
sindicato, Unai Sordo. En la comunidad autónoma, de las 416.886 horas
extraordinarias que se trabajaron cada semana del segundo trimestre de
este año, 228.033 fueron remuneradas y las 188.853 restantes, el 45,3%, no lo fueron.
La realización de horas extras está en máximos de la última década,
con 6,8 millones a la semana en España, según la Encuesta de Población
Activa y en el caso de las no pagadas, «superan ampliamente el
absentismo laboral», según CC OO. De ellas solo se han pagado o
compensado –con dinero o tiempo de descanso– el 56% de las trabajadas,
mientras que el 44% no se abonaron, «con el consiguiente perjuicio a las
y los trabajadores afectados y al conjunto de la sociedad, al no tributar ni cotizar los salarios que la empresa debería haber abonado».
La cifra de personas que prolonga su jornada habitual está también en
valores máximos de los últimos diez años, con una media de 825.500
personas en el segundo trimestre de las que el 50% recibieron una
compensación por trabajar esas horas, el 44% no y el 6% restante
percibieron compensación (dinero o tiempo de descanso) por una parte de
las horas extras trabajadas.
El Gobierno negocia con sindicatos y empresarios la modificación de varios artículos del Estatuto de los Trabajadores para
obligar a todas las empresas a registrar la jornada laboral de cada
trabajador, fichando a las entradas y salidas, para que quede constancia
del horario real que realiza cada empleado.
Hostelería, enseñanza...
Las horas extras trabajadas en el segundo trimestre equivalen, según el cálculo de Comisiones Obreras, a la creación de 170.600 empleos a jornada completa de 40 horas semanales
(las pagadas supondrían 95.900 empleos y las no pagadas, 74.700). En el
caso de Castilla serían 10.422 puestos de trabajo los que podrían
crearse.Con 134.300 desempleados estimados por la EPA del mismo
trimestre, significaría rebajar el paro el 7,7%. Serían 4.721 empleos
con las horas no pagadas y 5.701 con las pagadas.
Por otro lado, el perfil de los trabajadores que hacen horas extras no pagadas «se aleja del típico de la precariedad laboral»,
según CCOO, que advierte de que afectan más a los «empleos considerados
de mayor calidad: indefinidos, a tiempo completo, ocupaciones técnicas y
profesionales en el sector servicios, desempeñadas por hombres».
«La
industria, la construcción y la agricultura concentran una parte
relevante de las horas extra pagadas (el 39%) pero solo suponen el 21%
de las horas extra no pagadas, un abuso que está menos extendido a estos
sectores». Las ramas de actividad que concentran un mayor volumen de horas extra no pagadas son,
por este orden: hostelería, comercio, educación, industria
manufacturera, actividades profesionales, científicas y técnicas;
financieras y de seguros.
Algo irrelevante pero magnificado
En contraposición a la realización de horas extras, «el peso del absentismo laboral es irrelevante según la estadística oficial», asegura CC OO. El tiempo no trabajado y no pagado por trabajador se sitúa por debajo de un minuto al día en el segundo trimestre de 2018, y ahí se incluyen huelgas, cierres patronales, guardas legales, etc. con el absentismo como uno más. «El discurso interesado de las organizaciones empresariales y otras entidades oculta las horas extras no pagadas y, al mismo tiempo, distorsiona y magnifica el fenómeno del absentismo no justificado, y lo mezcla con otras causas justificadas de tiempo no trabajado (bajas por enfermedad o permisos remunerados) para imponer un discurso que justifique un mayor control y disciplina sobre la población trabajadora ante sus supuestos abusos», señalan. El absentismo, recuerdan, «ni siquiera supone un coste directo para las empresas, al ser tiempo no trabajado que tampoco ha sido pagado al trabajador».
Fuente: Burgosconecta.com