Aranda de Duero se queda sin el proyecto de Galvaranda
La compañía matriz apuesta por acotar el galvanizado a la planta de Vestas en León
Era sin duda el proyecto estrella del año. Desgraciadamente,
Galvaranda no verá la luz en Aranda de Duero, al menos a corto y medio
plazo. Así lo ha decidido el Grupo Network Steel Resources, que centrará
toda su estrategia ribereña en sus ya consolidadas plantas de
Todoaceros y Aranda Coated Solutions.
Según ha podido saber este periódico, el Grupo tomó la decisión tras
adquirir la planta de aerogeneradores Vestas en el término leonés de
Villadangos del Páramo. Y aunque en un primer momento se sopesó la idea
de compartir el galvanizado con Aranda, finalmente la estrategia
empresarial se reestructura posponiendo -o quizá condenando al
ostracismo- el proyecto de Galvaranda y a los 45 millones de inversión
que estaban planteados.
El plan inicial, publicado en primicia por este periódico el pasado
18 de julio -precisamente la misma mañana en que la matriz accionista de
Todoaceros y Aranda Coated Solutions firmaba la compra de la parcela
donde se iba a asentar Galvaranda- pretendía cerrar el círculo y
complementar la especialización de Aranda Coated Solutions -como experta
internacional en bobinas de acero prepintado de alta calidad- y
Todoaceros -centrado en el decapado mecánico de bobinas de acero con un
sistema de rodillos abrasivos- con una nueva planta en la que se pudiese
atender a los clientes que requiriesen bobinas de acero galvanizado, un
proceso electroquímico que aporta resistencia ante la corrosión y que
permite usar en intemperie o condiciones climáticas críticas gracias a
un recubrimiento de acero, mediante una capa de zinc. Según lo previsto
su puesta en marcha iba a crear 80 nuevos puestos de trabajo.
Sin embargo, la compra de Vestas lo cambió todo. «La inversión en
Villadangos del Páramo fue una oportunidad que surgió muy interesante»,
aseguran desde el grupo, convencidos de que la remodelación completa que
se está llevando a cabo en Vestas deja de lado a Galvaranda, aunque
«reforzará el peso del grupo industrial en España y también en Aranda de
Duero».
Y es que según sus planes, las dos factorías ribereñas tendrán un
papel primordial como suministradoras. «Va a suponer la consolidación de
la estrategia industrial del grupo en España y muy en particular en
Aranda», insisten al recordar el arraigamiento que tanto Coated como
Todoaceros tienen en esta zona.
Por el momento, el grupo ha invertido en Todoaceros 4 millones de
euros en la adquisición de una máquina de decapado ecológico que
permitirá eliminar las impurezas del acero con un producto más
finalizado que reducirá además el impacto ambiental. Con esta tecnología
punta, la fábrica podrá ampliar su cartera de productos y potenciar su
presencia y aportación al sector del automóvil. «Significa consolidar
todo el proyecto del Grupo en Aranda», asegura un portavoz, quien no
detalla si esta innovación acarreará nuevos puestos de trabajo. En la
actualidad, Aranda Coated Solutions y Todoaceros mantienen en la capital
ribereña una plantilla formada por 80 trabajadores. Las previsiones son
además optimistas y, por primera vez, este año superarán los 100
millones de euros en facturación con 140.000 toneladas de acero
transformadas.
La historia de este grupo especializado en el metal, que se ha
convertido en uno de los más importantes de Castilla y León, se remonta
en Aranda de Duero al año 2008, aunque fue en 2012 cuando arrancó la
producción en el polígono Prado Marina. Mientras Todoaceros está
centrado en los tratamientos de decapado, aplanado y corte de acero
según las medidas que requiera cada cliente; Aranda Coated Solutions
está especializado en las bovinas prepintadas que dirigen principalmente
al sector de la construcción y, en un menor porcentaje, a industria.
Su apuesta por Aranda se debió a su localización estratégica. «Tiene
una posición muy interesante», subraya este mismo portavoz consciente de
que la rentabilidad dio un salto cualitativo cuando la Junta de
Castilla y León cumplió su compromiso y construyó el ramal ferroviario,
que desde enero de 2016 conecta el polígono con los puertos del norte.
Según detalla, mueven la mayor parte de las mercancías por tren, tanto
para recibir la materia prima como para trasladar los productos.
Las dos plantas arandinas exportan a día de hoy el 60% de su
producción. Su principal mercado es Europa, en concreto, Francia,
Bélgica, Holanda, Alemania y Polonia; aunque también tienen presencia en
otros puntos del globo como Latinoamérica y Norte de África. «Para
nosotros el tren es fundamental», sostiene al recordar que pese a que su
principal foco es el norte, la conexión con Madrid facilitaría otras
rutas.
Tras ver que los meses pasan y que una obra que iba a estar terminada
en 2019 ni siquiera ha empezado, el PSOE culpaba ayer por la mañana a
la alcaldesa, Raquel González, de perder esta inversión de 45 millones
de euros. «No gestiona, no trabaja por los intereses de Aranda y los
arandinos», reprochó la candidata socialista, Mar Alcalde.
Fuente: Correo de Burgos