Crece el paro un 1,8% y la tasa de actividad cae 1,26%
El índice de desempleo crece un 0,85% en un año hasta el 18,96% / La población activa baja un 2,7% hasta las 176.900 personas
Los indicadores económicos parecen tornar al color verde. Mientras tanto esa mejora macroeconomica no se traslada al empleo en la provincia de Burgos donde se ha alcanzado una tasa de paro del 18,96% del total de la población, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2015. El indicador subió un 0,85% en un año, el segundo aumento más elevado de la comunidad autónoma, y se sitúa como el segundo peor primer trimestre del año desde 2005.
En números totales, hasta marzo de 2015 el paro creció un 1,8% hasta alcanzar los 33.500 personas, según la EPA, de los que 19.800 son varones y 13.800 mujeres. El desempleo en ellos lastra las cifras globales. En un año se sumaron al desempleo 6.000 hombres mientras que el número de paradas bajó en 5.800 mujeres.
Otra cifra preocupante es la caída de población activa. La tasa de la EPA sitúa a Burgos en un 58,24% de actividad, un 1,26% menos que hace un año. En números globales existen 176.900 activos ocupados o parados en búsqueda activa de empleo. Esta cifra cayó un 2,7% en un año y un 1,8% respecto al último trimestre de 2014. «El parado de larga duración está desencantado, abandona la búsqueda de empleo, no podemos estar tranquilos», refleja el secretario provincial de UGT, Roberto Gómez. Un fenómeno que se une a la pérdida de población (2.100 personas menos en un año según la EPA).
TRABAJADOR POBRE. Los sindicatos ponen el foco no sólo en los parados de larga duración sino, además, en los trabajadores con un puesto precario que «no da para vivir es una realidad y un ejemplo de que el poco empleo que se genera es pobre, la calidad del empleo sigue cayendo», señala Gómez. Entre los trabajadores en búsqueda activa de empleo se destaca la cifra de quienes buscan empleo por primera vez. Se dobló la cifra en un año pasando de 2.300 en el primer trimestre de 2014 a los 4.900 del mismo periodo de 2015.
POR SECTORES. El mayor desplome del empleo se experimentó en el inicio del año en el sector industrial. A pesar del aparente incremento de actividad bajó el número de ocupados en un 9,6% hasta situarse en 37.500 empleados. «Las plantillas están tan ajustadas que no se cubre en casos de bajas por enfermedad, vacaciones... se aplican contratos a través de ETT en caso de incremento puntual de actividad en unas condiciones más que cuestionables», puntualiza Gómez.
También se produjo un descenso interanual en el número de empleados del sector servicios. Sigue siendo el principal foco de ocupación en la provincia, con 91.300 empleados, pero la cifra cayó en un año en un 2,2%. Por contra agricultura y construcción crecen. En el campo se suman 300 empleados en un año y se sitúa la cifra de trabajadores en 5.700. En la construcción se suman unos 200 trabajadores más hasta alcanzar los 8.800 empleados.
COMPETITIVIDAD. La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CECALE) y la Federación de Autónomos de Castilla y León (FEACYL) consideran que el «elevado número de desempleados hace patente la necesidad de incrementar las medidas que den impulso a la actividad económica y permitan flexibilizar el mercado de trabajo, facilitando la adaptación de las empresas a la evolución de los ciclos económicos». Asimismo, abogan por reducir las cargas fiscales y las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, con el fin de aumentar la competitividad de la economía y permitir que las empresas puedan crear empleo estable.
INACTIVIDAD. En situación de inactividad se encuentran 126.800 burgaleses. La cifra creció en 3.000 personas en un año. En esta situación está el 41,7% de la población total que la EPA sitúa en Burgos en 303.700 personas. La provincia cuenta con 66.000 pensionistas, 31.100 están en el hogar, hay 19.000 estudiantes y 8.900 personas tienen incapacidad permanente.
Fuente: Correo de Burgos