La nueva isleta del hospital enredará aún más el atasco en los accesos al complejo
La solución impuesta por el Ayuntamiento para acercar el autobús todavía dejará a los usuarios lejos de las principales entradas a los distintos servicios sanitarios
Dom, 18/08/2013
L. B. / Burgos
La resistencia del Ayuntamiento a que los autobuses municipales accedan al recinto hospitalario agravará los atascos que ya se producen en la zona en las horas punta. Y es que el empeño por construir una isleta que acerque apenas unos metros a los pasajeros -de Islas Canarias a la rotonda de Islas Baleares- solo contribuirá a enredar aún más el tráfico denso que soporta ese punto de la ciudad. Un dato basta para hacerse idea del trasiego: cada día unas 5.000 personas acuden a este centro sanitario recién estrenado. Y una imagen: la de la caravana de coches que muchas mañanas y gran parte de las mediodías enlaza durante varios minutos, en pleno cambio de turnos, la avenida principal con el parking para empleados.
Varias voces conocedoras de la situación auguran graves problemas. Los momentos más delicados serán cuando los autobuses articulados, es decir, aquellos de mayor longitud, se detengan en la nueva parada -ahora en obras- a cargar y descargar pasajeros. La dimensión de estos vehículos es similar a la del tramo habilitado que es a su vez un punto de intersección de varias vías de entrada y salida al complejo, la del aparcamiento de personal y la que conduce al edificio industrial y al parking superior de la zona de consultas y hospitalización.
Aunque se ha previsto un carril auxiliar para permitir el paso de ambulancias desde Urgencias, los autobuses taponarán, según expertos consultados, parte de los accesos durante algunos minutos, algo que en determinados momentos del día, principalmente en los cambios de turno, podría provocar un caos circulatorio. Incluso, según lamentan los expertos, esta situación elevará el riesgo de colisión.
Habilitar esta parada, que estará lista en septiembre, costará más de 60.000 euros.
Argumentos poco válidos
Los vehículos que sencillamente transiten por la avenida Islas Baleares no se librarán de los efectos secundarios de la obsesión municipal por esta isleta en forma de media luna ideada a modo de parche. Los semáforos que regulan el tráfico de la rotonda anexa -por la que cada día pasan miles de coches- darán prioridad a los autobuses en sus llegadas y salidas con el fin de agilizar el tiempo de ruta.
El Ayuntamiento se niega a que el autobús circule por el hospital. De hecho, justifica su empeño por que se quede a las puertas con el argumento de que un servicio público no puede acceder a un recinto privado. Eficanza siempre ha rechazado esa tesis y ha subrayado que la isleta que reclaman también forma parte de ese espacio al que no quiere entrar. Sin embargo se trata de un edificio público y sus viales también lo son, detalle que echa por tierra la postura municipal.
Otra explicación ofrecida por la Concejalía de Movilidad apuntaba al tiempo de espera de los autobuses urbanos como clave. En esta línea, el recorrido por el interior del complejo demoraría la llegada a las siguientes paradas y perjudicaría al resto de viajeros. Serían minutos en todo caso que, en vista de las quejas ciudadanas recabadas por este periódico, los burgaleses estarían dispuestos a sacrificar, máxime cuando las cinco líneas que pararán en el centro sanitario desde enero terminan y empiezan su recorrido en él. Lo que, por otra parte, supondrá más tiempo de estancia de los vehículos de transporte público en la nueva parada en ciernes.
Fuente: Correo de Burgos