Rebollo aparca la ordenanza que exigía hablar inglés a los taxistas
J. Maiques / Burgos - sábado, 31 de agosto de 2013
ElAyuntamiento guardará el borrador a la espera de que la Junta de Castilla y León revise su normativa para adaptarla a la legislación nacional, lo que llevará entre 1 y 2 años
Los aspirantes a ocupar en uno de los próximos años una plaza de taxista en la capital pueden relajarse en el aprendizaje del inglés ya que el Ayuntamiento ha decidido parar la futura ordenanza que tenía entre manos. Un texto del que existía un borrador (nada definitivo) y en el que, entre los puntos más anecdóticos, se sugería el dominio del idioma anglosajón a los nuevos chófer y la prohibición de conducir con pantalones cortos o calzado deportivo.
El motivo de parar el texto y dejarlo para más adelante obedece a la petición que los profesionales del sector le trasladaron al concejal de Movilidad, Esteban Rebollo. Desde la Asociación Burgalesa del Taxi (Abutaxi) le trasladaron en una primera instancia, y así se lo han vuelto a repetir en una reunión reciente, que no tenía demasiado sentido renovar una norma que habría que volver a cambiar dentro en no demasiado tiempo.
Así las cosas, el edil, al exponer las razones por las que se ha dado marcha atrás, recogió los mismos argumentos que han defendido los taxistas. Es decir, que el pasado 5 de julio se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la modificación de la Ley del Transporte Terrestre (LOTT), con carácter estatal, que obligará a las comunidades autónomas a revisar su normativa. Algo que podría tardar entre uno y dos años, según la estimación que hicieron en Abutaxi, y que obligará a los municipios a tener que cambiar también sus ordenanzas. De ahí, que se haya acordado dejarla en punto muerto con la intención de que lo que se apruebe tenga una vida duradera. No es menos cierto que la actualidad refleja algunos de sus puntos en pesetas.
Al margen de las diferencias acerca de si se puede exigir el dominio del inglés o si se puede trabajar con bermudas, asuntos a los que ambas partes han restado importancia al entender que se podrían acordar sin mayor el problema, el borrador de la ordenanza presentaba alguna complejidad que ha preocupado más al sector y que tenía que ver con la concesión de las licencias. Sin ir más lejos, pidieron que quedara reflejado de forma explícita el número máximo de taxis que pueden circular por la ciudad. Siempre se ha calculado que lo óptimo es que exista uno de estos vehículos de servicio público por cada mil habitantes. Una estimación que se realizaba, también es cierto, antes de la crisis.
Doce horas al día
Mientras tanto, el gremio sigue a la espera de una respuesta sobre su solicitud para que los vehículos solo puedan trabajar durante un periodo máximo de 12 horas al día. Una medida encaminada a que no haya coches que circulen durante más tiempo que los demás.
Si bien es cierto que perjudica a quienes pretenden colocar, por ejemplo, a un familiar que se ha quedado desempleado, los taxistas defienden su aplicación en beneficio del interés general de un sector que cifra la caída de su actividad en los últimos años alrededor del 50%. Este cambio, sin ir más lejos, ya tiene precedentes en ciudades como Bilbao.
Fuente: Diario de Burgos