CARLOS MIRANDA Pte. Colegio Arquitectos Burgos
«Los grandes proyectos de ciudad se deberían decidir entre todos»
Asume el cargo de ser la cara visible de una junta directiva que trabaja en equipo desde hace más de un año y que quiere continuar porque «creemos en la funcionalidad del colegio»
Sab, 12/07/2014
MARTA CASADO / Burgos
Integrado en el equipo con el que Álvaro Jaime Díaz ganó las elecciones del Colegio de Arquitectos de Burgos en mayo de 2013, hoy asume ser la cabeza visible ante la elección del primero como decano de la Demarcación de Colegios de Arquitectos de Castilla y León Este. «Alguien tiene que tener visibilidad pero aquí no es cuestión de un jefe y colaboradores, trabajamos, realmente, como equipo y mantenemos una línea de trabajo similar que con Álvaro», apunta.
Pregunta.-¿Cómo está ahora la junta directiva tras la marcha y porqué continuar?
Respuesta.- Las elecciones son cada dos años, entramos con Álvaro en mayo de 2013 y cuando él entró en conocer un poco el tema regional vío la necesidad de entrar en los temas de esta demarcación y nosotros quedamos en una situación un poco extraña. Teníamos el mismo equipo, queríamos seguir adelante y teníamos un compromiso de seguir porque la situación económica era un poco delicada y nuestro objetivo es ese, conseguir que el colegio se sostenga económicamente. Además los trabajadores han hecho un esfuerzo para adaptarse a esa nueva situación y nos sentíamos con la obligación de continuar adelante en ese objetivo de lograr la sostenibilidad económica.
P.- ¿Tendrán una línea continuista en el desarrollo de su actividad?
R.- Los temas son los mismos que hablábamos entonces. Algunos están en marcha, otros pendientes. Creemos que el colegio es importante, hay compañeros que no lo ven así, nosotros sí. Creemos que es un punto de encuentro entre profesionales que hay que mantener y potenciar, un organismo que da las garantías a su trabajo. Queremos reforzar, como ya lo veníamos haciendo, el tema de la formación. Con las nuevas tecnologías tenemos que adaptarnos todos y el colegio puede aportar mucho en formación y orientación. También está el tema de la defensa de las atribuciones de nuestra labor porque estamos inmersos en cambios normativos importantes como la Ley de Servicios Profesionales que parece que quedará al final con un contenido más sensato de lo que se había planteado en un principio.
P.- Sí es cierto que las entidades colegiales en muchos casos son centenarias y deben modernizarse, ¿no?
R.- Desde luego que es cierto que hay que modernizarse y caminar hacia otro sistema de gestión principalmente, pero los colegios son necesarios. Es cierto que hay compañeros que opinan que se tiene que reducir la estructura y contener el gasto. En eso sí que estamos en ajustar en su funcionamiento pero también defender su continuidad.
P.- ¿Cuáles son esos temas pendientes que quieren potenciar?
R.- Una de nuestras prioridades era y es la de tener una mayor participación de los colegiados, compartir experiencias, compartir capacidades. Eso nos está costando más porque en esta época estamos todos más retraídos. También estar pendientes de supervisar cómo se realizan los contratos públicos en la defensa de nuestras atribuciones. Pero esta cuestión es continua, se hace seguimiento continuo. Insistir en que las cosas, aunque puedan ser legales, deben primar elementos como mayor transparencia y mayor participación.
P.- ¿Qué respuesta tenéis?
R.- No gusta mucho y en la mayor parte de los casos se alegan cuestiones de urgencia. Nosotros defendemos que los proyectos nunca tienen una urgencia real. Es mejor pensar bien qué se quiere hacer, cómo se quiere hacer y que se de tiempo a las cosas. En los grandes proyectos de ciudad creemos que se tiene que tener en cuenta a los ciudadanos, decidir entre todos. En otros países europeos los políticos están acostumbrados a esto.
P.- Este es un asunto que se plantea en la remodelación de la Plaza de Toros, ¿se debería tener en cuenta otras opiniones?
R.- Si se podía aplicar a esto. No entendemos que haya una urgencia en esta intervención, que no haya un concurso en el que se puedan ver propuestas y se pueda escoger la mejor. Y mucho antes que no se pueda decidir claramente, en la ciudad, a qué proyectos dedicamos el esfuerzo. Al final nos pasa mucho que parece que son los políticos los que tienen que definir el resultado final de los proyectos cuando todo forma parte de un proceso y muchas decisiones están en un plano técnico. Nosotros siempre nos ofrecemos a colaborar con las administraciones. Que estemos todos un poco de acuerdo en que si hay que gastar un dinero, definir entre todos en donde. Si hay proyectos para arquitectos, que haya garantías de poder concurrir cualquier compañero y se elijan propuestas por criterios técnicos y no por otras razones.
P.- Y los jóvenes arquitectos, ¿cómo les hablan de futuro?
R.- Nos preocupan especialmente los jóvenes arquitectos que sepan que la profesión no sólo se mueve en lo residencial. Hoy sigue habiendo mucho trabajo que hacer pero ya no es solo el tradicional, que era construir viviendas. Hay cuestiones también de espacio público, de rehabilitaciones, regeneración urbana, de barrios, rehabilitación energética de edificación... Y en eso el Colegio tiene que hacer el esfuerzo de garantizar el reciclaje y la formación continua porque hay muchos cambios de normativa al respecto.
Integrado en el equipo con el que Álvaro Jaime Díaz ganó las elecciones del Colegio de Arquitectos de Burgos en mayo de 2013, hoy asume ser la cabeza visible ante la elección del primero como decano de la Demarcación de Colegios de Arquitectos de Castilla y León Este. «Alguien tiene que tener visibilidad pero aquí no es cuestión de un jefe y colaboradores, trabajamos, realmente, como equipo y mantenemos una línea de trabajo similar que con Álvaro», apunta.
Pregunta.-¿Cómo está ahora la junta directiva tras la marcha y porqué continuar?
Respuesta.- Las elecciones son cada dos años, entramos con Álvaro en mayo de 2013 y cuando él entró en conocer un poco el tema regional vío la necesidad de entrar en los temas de esta demarcación y nosotros quedamos en una situación un poco extraña. Teníamos el mismo equipo, queríamos seguir adelante y teníamos un compromiso de seguir porque la situación económica era un poco delicada y nuestro objetivo es ese, conseguir que el colegio se sostenga económicamente. Además los trabajadores han hecho un esfuerzo para adaptarse a esa nueva situación y nos sentíamos con la obligación de continuar adelante en ese objetivo de lograr la sostenibilidad económica.
P.- ¿Tendrán una línea continuista en el desarrollo de su actividad?
R.- Los temas son los mismos que hablábamos entonces. Algunos están en marcha, otros pendientes. Creemos que el colegio es importante, hay compañeros que no lo ven así, nosotros sí. Creemos que es un punto de encuentro entre profesionales que hay que mantener y potenciar, un organismo que da las garantías a su trabajo. Queremos reforzar, como ya lo veníamos haciendo, el tema de la formación. Con las nuevas tecnologías tenemos que adaptarnos todos y el colegio puede aportar mucho en formación y orientación. También está el tema de la defensa de las atribuciones de nuestra labor porque estamos inmersos en cambios normativos importantes como la Ley de Servicios Profesionales que parece que quedará al final con un contenido más sensato de lo que se había planteado en un principio.
P.- Sí es cierto que las entidades colegiales en muchos casos son centenarias y deben modernizarse, ¿no?
R.- Desde luego que es cierto que hay que modernizarse y caminar hacia otro sistema de gestión principalmente, pero los colegios son necesarios. Es cierto que hay compañeros que opinan que se tiene que reducir la estructura y contener el gasto. En eso sí que estamos en ajustar en su funcionamiento pero también defender su continuidad.
P.- ¿Cuáles son esos temas pendientes que quieren potenciar?
R.- Una de nuestras prioridades era y es la de tener una mayor participación de los colegiados, compartir experiencias, compartir capacidades. Eso nos está costando más porque en esta época estamos todos más retraídos. También estar pendientes de supervisar cómo se realizan los contratos públicos en la defensa de nuestras atribuciones. Pero esta cuestión es continua, se hace seguimiento continuo. Insistir en que las cosas, aunque puedan ser legales, deben primar elementos como mayor transparencia y mayor participación.
P.- ¿Qué respuesta tenéis?
R.- No gusta mucho y en la mayor parte de los casos se alegan cuestiones de urgencia. Nosotros defendemos que los proyectos nunca tienen una urgencia real. Es mejor pensar bien qué se quiere hacer, cómo se quiere hacer y que se de tiempo a las cosas. En los grandes proyectos de ciudad creemos que se tiene que tener en cuenta a los ciudadanos, decidir entre todos. En otros países europeos los políticos están acostumbrados a esto.
P.- Este es un asunto que se plantea en la remodelación de la Plaza de Toros, ¿se debería tener en cuenta otras opiniones?
R.- Si se podía aplicar a esto. No entendemos que haya una urgencia en esta intervención, que no haya un concurso en el que se puedan ver propuestas y se pueda escoger la mejor. Y mucho antes que no se pueda decidir claramente, en la ciudad, a qué proyectos dedicamos el esfuerzo. Al final nos pasa mucho que parece que son los políticos los que tienen que definir el resultado final de los proyectos cuando todo forma parte de un proceso y muchas decisiones están en un plano técnico. Nosotros siempre nos ofrecemos a colaborar con las administraciones. Que estemos todos un poco de acuerdo en que si hay que gastar un dinero, definir entre todos en donde. Si hay proyectos para arquitectos, que haya garantías de poder concurrir cualquier compañero y se elijan propuestas por criterios técnicos y no por otras razones.
P.- Y los jóvenes arquitectos, ¿cómo les hablan de futuro?
R.- Nos preocupan especialmente los jóvenes arquitectos que sepan que la profesión no sólo se mueve en lo residencial. Hoy sigue habiendo mucho trabajo que hacer pero ya no es solo el tradicional, que era construir viviendas. Hay cuestiones también de espacio público, de rehabilitaciones, regeneración urbana, de barrios, rehabilitación energética de edificación... Y en eso el Colegio tiene que hacer el esfuerzo de garantizar el reciclaje y la formación continua porque hay muchos cambios de normativa al respecto.
Fuente: Correo de Burgos