domingo, 14 de junio de 2015

LOS POLÍTICOS SIEMPRE A SU SERVICIO Y NO AL DEL CIUDADANO

Al servicio de...

Cuando me enfrento a estas líneas aún no se conoce a ciencia cierta quién será el alcalde que rija los designios de Burgos en los próximos cuatro años. Los comicios municipales han acabado con las mayorías absolutas pero los resultados han permitido que entre en juego algo mucho más peligroso cuando los que se sientan a la mesa de negociación no ansían el servicio a la ciudadanía sino el sillón que ocupa su opositor. Estamos asistiendo al mercadeo de nuestros votos. Pese a los discursos de haber ‘escuchado y entendido’ el mensaje y que ansiamos diálogo y cambio, las cabezas de lista han encabezado una lucha por desbancar a sus oponentes. Al final dejan traslucir sus verdaderas ansias: ocupar el más alto rango del poder político. Una buena prueba es la que hemos vivido en la ciudad y que provoca que a estas horas -aunque la lista más votada sea la del PP y con toda probabilidad Javier Lacalle reciba el bastón de mando-, no se sepa a ciencia cierta si habrá sorpresas en el pleno. La número 1 de la lista de Ciudadanos ha cambiado de estrategia y quiere ser la reina. No mojarse y dejar que Lacalle gobierne, o ansias de poder, son las dos opciones que uno puede plantearse y sólo ella sabrá la verdad. Pero lo que trasciende a la ciudadanía no es otra cosa que vaivenes en las decisiones desde el minuto cero en busca de ese poder no obtenido en las urnas. Y malo será para esta ciudad si esos vaivenes se producen habitualmente en los próximos 4 años. La política debe ser servicio al ciudadano y en algún momento muchos de los que se dedican a la cosa pública dejan de sentirla como tal y empiezan a jugar con las alas que los votos parecen darles. 

Y mientras esto sucede, como quien no quiere la cosa se sigue gobernando en el ámbito nacional, y nos sacamos de la chistera un incremento en las pensiones de las madres que aporten hijos a la Seguridad Social. ¡Toma ya! Hemos puesto precio a nuestras futuras generaciones. El contrato viene con letra pequeña. Será a partir de dos hijos y desde 2016. Como si las mujeres no hubiéramos parido antes ni contribuido a las arcas del Estado, no sólo con nuestros retoños sino con nuestro esfuerzo laboral. Las futuras madres estarán obligadas a tener un mínimo de dos hijos para tener derecho a que su jubilación sea menos mala. ¿Y las demás madres e hijos? ¿y los padres? Discriminación positiva, dicen. A mi juicio, cortinas de humo para no cambiar nada, para que mientras el señor director del Banco de España publique su informe invitando a un incremento del IVA y un abaratamiento del despido, mientras que él se incrementa el sueldo. No tendrá problemas ni para su jubilación, ni para su paro. Esto, señores es más de lo mismo. Huelga decir que el servicio al ciudadano se diluye entre las ambiciones de los que dicen servirnos
Fuente: Correo de Burgos