sábado, 20 de junio de 2015

NUEVO DÍA DE HUELGA EN BRIDGESTONE

Toda la plantilla secunda la huelga y logra parar la actividad en Bridgestone

El segundo día de paros por las jornadas de flexibilidad tuvo un seguimiento del 100% de los empleados de producción / La negociación entre empresa y trabajadores está paralizada

Concentración de empleados de producción de Firestone al medio día cuando se produjo la quema de neumáticos a la entrada. - ISRAEL L. MURILLO
Todos los trabajadores del área de producción de la factoría burgalesa de Bridgestone secundaron el segundo día de paro de los 11 programados para protestar por el calendario de las cinco jornadas de flexibilidad impuesto por la empresa. Más de 300 personas se concentraron al entrar el primer turno entre las 5.45 de la madrugada hasta las nueve de la mañana. Cifra similar a la concentración de mediodía.  Una «respuesta contundente» por parte de la plantilla donde «han participado desde personal que estaba trabajando a aquellos que estaban disfrutando de su libranza o vacaciones que se han acercado hasta las puertas de la fábrica», afirma el presidente del Comité de Huelga, Juan Carlos López. El paro ha tenido un seguimiento del 100% entre la plantilla de producción lo que ha obligado a parar la maquinaria de la planta. En esta ocasión ni siquiera las subcontratas y camiones de transporte accedieron a la factoría como sí ocurriera en la primera jornada de huelga el pasado 11 de junio, por lo que no hubo actividad en el interior en ninguno de los tres turnos en los que se estructura la plantilla.
El presidente del Comité de Huelga, afirmó que la jornada se ha llevando de «forma contundente pero tranquila, sin altercados, de forma pacífica». A la entrada de la factoría se llegaron a quemar algunos neumáticos como «fórmula de escenificar que algo está sucediendo». Las tres concentraciones programadas, por cada uno de los turnos de la fábrica, contaron con efectivos del dispositivo preventivo de la Policía Nacional y no se realizaron ningún tipo de detenciones. Fuentes del comité de empresa  suscriben que la quema de neumáticos se debe más bien a una manera de «visibilizar este conflicto» ante la población y las empresas y subcontratas que acudían a la fábrica, sin que -insistieron- «se hayan producido ningún enfrentamiento».
Una jornada de paro «mucho más organizada» que la anterior y que transcurrió con «normalidad», en la que durante la mañana se repartieron hasta 300 bocadillos para los asistentes. A mediodía un número similar de trabajadores se concentraron a la entrada de la planta para manifestar el malestar generalizado por la «imposición» por parte de la empresa y «fuera de convenio» de cinco días de flexibilidad. Las dos jornadas de paro realizadas han sido previas al día de flexibilidad con lo que con su propuesta se elimina el pico de producción que se quería alcanzar con esos cinco días más de trabajo.
Posiciones enquistadas
Desde la empresa no han valorado este conflicto social que ha traído una huelga laboral que no se registraba en las instalaciones de Bridgestone desde el año 2001. «La relación está congelada, ellos no quieren negociar mientras estén convocadas las jornadas de huelga, mientras que nosotros no vamos a pararla mientras no se retiren las jornadas de flexibilidad», señala López. Desde el comité de huelga afirman que esta situación ha venido sobrevenida por «un cúmulo de circunstancias que ha desbordado el vaso y de ahí el alto apoyo de la jornada de huelga que se ha vuelto a repetir». Aseguran que «no se protesta por el aumento de carga de trabajo, es por cuánta producción se pierde de cómo están las máquinas que son viejas y se desajustan, porque nos falta gente trabajando y parece que quieren recuperar todo eso con más carga de trabajo a los empleados», resume López.
Fuente: Correo de Burgos