martes, 16 de junio de 2015

MAL EMPIEZA CIUDADANOS EN BURGOS

La junta directiva de Ciudadanos expulsa a la edil Álvarez de Eulate

Acordaron apartarla del grupo municipal y que la decisión final corresponde a los órganos regionales y nacionales del partido

La concejal Silvia Álvarez de Eulate, en el centro de la imagen. - ISRAEL L. MURILLO
La junta directiva de Ciudadanos ha acordado por unanimidad la expulsión del partido de la concejal Silvia Álvarez de Eulate, número 3 en la lista municipal que encabezaba Gloria Bañeres, y se la apartará del grupo municipal. Esta decisión tomada por los responsables del partido naranja en la provincia, se trasladará de inmediato a los órganos regionales y nacionales, a la espera de que actúen «con rapidez y contundencia». Así se expresaba el secretario de política municipal, José Ignacio Delgado, al concluir la reunión. A la vez, indicaba que la edil Álvarez de Eulate ha causado un grave perjuicio al partido al votar en contra de su grupo en el pleno de investidura del pasado sábado. 
Concretamente, esta concejal se abstuvo cuando su partido propuso a Gloria Bañeres como candidata a la Alcaldía por lo que obtuvo tres apoyos y no los cuatro de todos sus ediles. «Lo mínimo y elemental es que cuando se trata de votar algo tan básico como el apoyo al número uno en la investidura es que se vote a favor del partido, no se puede votar en contra de su propio partido desde el primer momento», asegura. 
En opinión de Delgado, que tomará posesión de su acta de procurador de las Cortes esta mañana, Silvia Álvarez de Eulate debería entregar el acta de concejal si se atiene a la «carta ética» que Ciudadanos ha exigido firmar a todos sus candidatos. 
La junta directiva considera que la número tres ha incumplido varios puntos de este ‘contrato’ y precisan que «debe ser consciente de lo que ha firmado». Aseguran que esta carta diferencia a este partido de otros y, por ello, si sus candidatos se atienen al compromiso deben ser conscientes de que el acta de concejal debe ser devuelta al partido para que pueda entrar en el grupo municipal la siguiente persona de la lista. 
Sin embargo, la Ley Orgánica de Régimen Electoral establece que el acta de concejal corresponde a la persona elegida y no al partido al que pertenece por lo que la decisión debería corresponder a la edil en cuestión. 
En la ciudad ya existen precedentes, de concejales que han abandonado el partido y se han pasado al grupo mixto o bien han quedado como como ediles adscritos. El caso más reciente fue el vivido por dos de los tres concejales de UPyD en los últimos meses del primer mandato de Javier Lacalle. En principio, tanto Roberto Alonso como Julián Altable quisieron mantener el acta de concejal, al final Alonso renunció, permitiendo la entrada a un nuevo concejal de UPyD, mientras que Altable permaneció en la corporación al no entregar el acta. 
Para Delgado la situación vivida el sábado es «dantesca» y ha sido «premeditada» por Silvia Álvarez de Eulate. «Dentro de un partido se puede debatir, pero no se puede votar en contra del propio partido», asegura. 
Por su parte, Silvia Álvarez de Eulate aseguraba, a primera hora de la tarde de ayer, que desconocía la decisión de su partido sobre su expulsión y, en tal caso, reafirmó su voluntad de quedarse con el acta de concejal. A día de ayer, ella se consideraba una más de Ciudadanos, a pesar de haberse abstenido el pasado sábado en la votación de investidura cuando la número uno se propuso como candidata a la Alcaldía. La edil mantiene, como ya dijo el sábado, que ella cumple la carta ética de su formación.
Fuente: Correo de Burgos