jueves, 20 de diciembre de 2012

NECESITAMOS MÁS ASOCIACIONES COMO ESTAS


Saltando Charcos frena el acceso de 98 chicos a la droga y la delincuencia

Angélica González / Burgos - jueves, 20 de diciembre de 2012


Esta entidad gestiona desde hace diez años el programa de educación de calle del Ayuntamiento y en el último ejercicio ha rebajado hasta los 13 la edad de sus usuarios

El programa del Ayuntamiento ‘Construyendo mi futuro’, dirigido a adolescentes en riesgo, ha trabajado a lo largo de este año con 98 menores a quienes ha ‘frenado’ en sus coqueteos con las drogas y la delincuencia. La entidad Saltando Charcos, que es en la que el Consistorio confía desde hace diez años para gestionar esta actividad, se plantea su trabajo, sobre todo, como una labor de mejora de la autoestima de estos jóvenes (que en muchos casos tienen a su corta edad unas biografías muy duras), de impulso de sus habilidades, de incremento de la motivación y de ayuda para que esbocen el diseño de un proyecto personal de futuro a través de un estilo de vida saludable y un sistema de valores.
«Este programa se basa en la resiliencia. Nos centramos en una población vulnerable o en riesgo de exclusión social pero en vez de fijarnos en los más deteriorados, lo hacemos en los más fuertes y en los que, a pesar de vivir en situaciones duras, pueden salir adelante porque tienen capacidades para ello (esto es la resiliencia). Nosotros nos fijamos en estos chavales para que se lo contagien a otros y, de alguna manera, fortalecer a los que tienen oportunidades de salir adelante», explica el director del programa, Óscar Caballero.
Las herramientas que utilizan tienen que ver con un ocio saludable y muy atractivo para los jóvenes. El rap, el breakdance, los grafitis y los deportes (fútbol, escalada, espeleología, boxeo, defensa personal) son las señas de identidad de Saltando Charcos que, a la vez de intervenir con los jóvenes de forma individual, lo hacen también con sus familias y su entorno (escuela, barrio, amigos).
Tres educadores que se ocupan de trabajar con ellos y les ofrecen estas opciones para que elijan, sin forzarles en ningún caso: «Yo tengo organizadas mis dos actividades -artes marciales y kick boxing- el viernes y el sábado de 5 a 8 de la tarde, es decir, en su horario de botellón, por lo que o se van a beber o se vienen conmigo, y aunque sé que es duro es la única manea de trabajar», explica Caballero.
Y lo hacen en diferentes barrios de la ciudad: San Agustín, San Pedro de la Fuente (incorporado en 2012), San Cristóbal y en tres zonas diferentes de Gamonal, que es donde tiene su sede la asociación. El perfil de sus usuarios se corresponde con un chaval de 14 años, que cursa 1º de la ESO, que llegó al programa municipal  a través de otros chavales, de sus padres o de los propios educadores de ‘Construyendo mi futuro’, que tiene pocas expectativas de futuro y le cuesta aceptar normas, límites y disciplina. Se encuentra en una situación de ausencia de motivación, estimulación y apoyo; pasa muchas horas en la calle, interactúa en grupos con conductas de riesgo y tiene una percepción  de la diversión basada en el consumo de sustancias tóxicas.
Como novedad, este año Saltando Charcos ha rebajado la edad  de sus usuarios hasta los 13 años lo cual, según indica Óscar Caballero, es muy gratificante «porque devuelven muchas cosas más que los mayores, se está a tiempo para hacer más cosas y aún se pueden afianzar relaciones; los de 16-17 ya tienen pervertidas sus relaciones sociales y hay que volver a hablar de esto con ellos».
Hablar de resultados es complicado en Saltando Charcos como lo es en programas de desintoxicación de drogas o de otras adicciones como el juego o la bebida: «Si un chaval no se engancha con nosotros en un periodo de cuatro meses ya no lo va a hacer aunque con quienes no lo hacen podemos trabajar de manera individualizada pero, sobre todo, intentamos mantener el vínculo y seguirlos mientras están en la calle, creo que esto es lo que nos diferencia de otras ONG que si no vienen los chicos salimos a buscarles o mantenemos el contacto con los que sabemos que son más vulnerables».
Óscar Caballero quiere destacar y agradecer el relevante papel que juegan con los chavales colaboradores de Saltando Charcos como Urban, el instructor de boxeo de El Plantío y de Pablo, del gimnasio Élite, que empatiza mucho con los chicos y es el enlace con la federación de Castilla y León de kick boxing: «No podríamos desarrollar nuestras actividades sin ellos».
Fuente: Diario de Burgos