El presupuesto recibe luz verde con duras críticas a la deuda acumulada
C.M. / Burgos - sábado, 29 de diciembre de 2012
Las cuentas para 2013, que ascienden a 186,5 millones, se aprobaron con 14 de los 15 votos del PP (faltó una edil). PSOE y UPyD votaron en contra y el edil de IUabandonó el Pleno
Equipo de Gobierno y oposición no se salieron ni una línea del guión
previsto y escenificaron un Pleno Extraordinario para aprobar el
presupuesto de 2013 en el que no hubo ni un resquicio a la
improvisación. Mientras la mayoría del Partido Popular le calificó de
«austero, real, social e inversor», los tres grupos de la oposición le
tacharon de «antisocial, poco realista, inflado y lastrado por la deuda
acumulada».
Tras dos horas de cifras, porcentajes y críticas cruzadas sobre austeridad y el endeudamiento por nuevas inversiones, las cuentas municipales salieron adelante con 14 votos del Partido Popular (faltó la concejala Carolina Blasco) y 11 en contra de la oposición, 8 del PSOE y 3 de UPyD. El concejal de IU, Raúl Salinero, se ausentó de la sala tras el primer turno de intervención y no votó.
El Ayuntamiento deberá funcionar el próximo año con 186,5 millones de
euros, un 3,2% menos que en 2012. A esta cifra hay que sumar la asignada
a los órganos autónomos como el Instituto Municipal de Cultura (IMC),
la Escuela de Relaciones Laborales, la Gerencia de Fomento, empresas
municipales como la Sociedad Aguas Burgos y Estacionamientos y Garajes,
que incrementan la partida de consolidados hasta los 210,5 millones de
euros.
El concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, defendió el presupuesto
en aras de seguir trabajando en la estabilización de la economía
municipal prevista para 2015. Sus recetas: reducir el gasto corriente en
un 4,89%, mantener la rebaja de los contratos de suministro entre un 15
y un 20%, aumentar las partidas de energía eléctrica en un 45%, el
combustible en un 12% y mantener la del gas, mantenimiento de ayudas
sociales (sin embargo bajan un 11,59%), reducir la deuda en 16,2
millones de euros, estimar una caída de impuestos directos del 7,26% (el
de plusvalías de terrenos bajará en un 45,6%, el IAE en un 10%, el de
construcción en un 29,95%) y prever una reducción del 60,20% de la
enajenación del patrimonio municipal.
«El compromiso con la ciudad de Burgos es seguir trabajando dentro de
un contexto de dificultades, mantener los servicios municipales y
ayudando a los que más lo necesitan, sin olvidarse de los emprendedores y
del objetivo de reducir el pago a proveedores para posibilitar la
creación de empleo», indicó en su intervención.
El equipo de Gobierno, aunque está limitado por el endeudamiento,
aspira a realizar inversiones por 18,2 millones que incluirán
actuaciones en el cinturón verde la ciudad, el parque de la Quinta y San
Isidro, finalización de la guardería de Gamonal, creación de una
oficina de atención al contribuyente con la implantación del nuevo
programa informático de gestión, el ARI de San Cristóbal, continuación
del bulevar de la estación hasta Parralillos, centro cívico de San Juan y
actuaciones en carreteras a través de un convenio con el Ministerio de
Fomento.
Por su parte, Carmen Hernando (PSOE) insistió en que el presupuesto es
«injusto», incluye la mayor subida de tributos posible y está lastrado
por la deuda financiera y a proveedores. «La deuda financiera de 2011
fue de 146,6 millones y la de 2012 asciende a 152,4, lo que supone 6
millones más en lugar de 17 millones menos como dice el PP», sentenció.
No al II Plan Montoro
También recordó la deuda de 300 millones de los consorcios del desvío
del ferrocarril y de Villalonquéjar, los 13 millones de expropiaciones y
las «enormes» cantidades que se adeudan a los proveedores. La edil
instó al PP a no pedir el II Plan Montoro para evitar más endeudamiento
(del primero hay que pagar 1,8 millones de intereses).
El portavoz de UPyD, Roberto Alonso, rechazó cualquier nueva inversión dada la coyuntura económica y animó al equipo de Gobierno a centrar todos sus esfuerzos en la reducción de la deuda, el pago a proveedores y la creación de empleo. En este sentido, propuso que el Ayuntamiento destine 5 millones de euros a subvencionar la instalación de empresas en la ciudad. «Si subvencionamos con 10.000 euros cada puesto de trabajo se podrían crear 500».
Desde la filas de IU, su único concejal, Raúl Salinero, acusó al PPde «obstruir» lo público y de fomentar inversiones con «nula rentabilidad social». «Orientan las cuentas de la ciudad hacia un interés propio en lugar de hacia los de los ciudadanos», concluyó.
Fuente: Diario de Burgos