lunes, 18 de agosto de 2014

NUEVAS INVESTIGACIONES SOBRE LOS SAPIENS DE ATAPUERCA

Los Sapiens de ‘El Mirador’ tienen vínculos genéticos con los de Oriente Próximo y Alemania

Investigadores del IPHES analizan el ADN mitocondrial de 19 de los 23 individuos enterrados en el yacimiento burgalés
Demuestran que este Sapiens encaja con poblaciones de Oriente Próximo y Neolítico Alemán, pero no con la cultura del vaso campaniforme
El estudio, desarrollado por el equipo de Carles Laluez-Fox, se publica en la revista ‘Plos One’

Los Sapiens de ‘El Mirador’ tienen vínculos genéticos con los de Oriente Próximo y AlemaniaLa investigadora Elena Moreno en 'El Mirador'. IPHES
Los Homo Sapiens depositados hace unos 4.500 años en la Cueva de El Mirador, en Atapuerca, tenían afinidades genéticas con los de Oriente Próximo y Alemania, según se desprende de los análisis de ADN mitocondrial que, por primera vez, se ha llevado a cabo de los restos fósiles encontrados en este yacimiento. Se trata de un trabajo de los investigadores del equipo de Carles Lalueza-Fox, de la UPF, en el que ha participado el IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social), y que acaba de ser publicado en la revista ‘Plos One’.
Hace entre 4.760 y 4.200 años la Cueva de El Mirador funcionaba como lugar de enterramiento y allí fueron depositados al menos 23 individuos de la especie Homo Sampiens. Los investigadores han extraído ADN mitocondrial de 19 de ellos, con el objetivo de saber de dónde procedían y con quién estaban emparentados genéticamente, entre otras cuestiones. El estudio se ha desarrollado en le marco de un amplio trabajo sobre la composición genética de poblaciones europeas contemporáneas de la cultura del vaso campaniforme.

Sin relación con la cultura del vaso campaniforme

Según los resultados obtenidos, los individuos de El Mirador tenían afinidades genéticas con poblaciones de Oriente Próximo y de Alemania.”Esta investigación demuestra que la población calcolítica de El Mirador tiene afinidades con grupos del Próximo Oriente y encaja en poblaciones del Neolítico Medio y Final de Alemania, como las culturas Rössen, Salzmünde i Balberge, pero no tiene relación con la cultura contemporánea del vaso campaniforme”, matiza Marina Lozano, investigadora del IPHES, que está entre las firmantes del artículo, junto con Josep Maria Vergès, también arqueólogo de este instituto.
Así pues, se constata que durante el Neolítico Medio y Final había una señal genética común en Europa Central y Occidental, pero a lo largo del Calcolítico el panorama se hace mucho más heterogéneo con presencia de más grupos. La hipótesis tradicional dice que la cultura del vaso campaniforme se desarrolló en la vertiente atlántica europea y desde allí se extendió por el resto de Europa. El hallazgo de yacimientos muy antiguos en Portugal con cerámica de dicha cultura hace pensar que el origen se encuentra en la zona de la desembocadura del río Tajo.
Fuente; Burgosconecta.es