El poder de los votos
europa press / madrid - domingo, 24 de agosto de 2014
La elección de alcaldes en Alemania, Francia e Italia exige que el candidato tenga mayoría absoluta, pero la lista con más apoyos no recibe una prima de concejales como quiere el PP
La elección de alcaldes en Alemania, Francia e Italia exige la celebración de una segunda vuelta si ningún candidato logra la mayoría absoluta, pero, en general, la lista más votada al primer intento no recibe una prima extra de concejales, como sugiere el Partido Popular con su propuesta de reforma electoral.
Según un estudio comparativo de la legislación en los sufragios municipales de los principales países de la Unión Europea realizado por el Foro Ciudadano continental, los ediles más votados son los que se llevan el bastón y se evita la celebración de pactos.
«De esta forma, la gobernabilidad de los territorios es mucho más dinámica ya que no es necesario acordar las políticas públicas con otras formaciones que a veces opinan de forma diferente dificultando así la gestión de los consistorios como en ocasiones sucede en España», señala José Carlos Cano, presidente de Foro Europa Ciudadana.
En Francia, por ejemplo, los sufragios son una combinación entre los comicios mayoritarios a dos vueltas y los proporcionales, dependiendo del número de habitantes de la localidad.
Las listas que logran más de la mitad de las papeletas (con la participación de más del 25 por ciento de los censados) se hacen con la mitad de los puestos de consejeros municipales y el resto se reparte de forma proporcional entre esa misma lista y las siguientes que hayan logrado más del 5 por ciento.
En caso de que ninguna cumpla esos mínimos, se celebra una segunda ronda, en la que pueden mantenerse las que obtienen más del 10 por ciento de los sufragios en primera, y pueden fusionarse las que obtienen más del 5 por ciento.
En las poblaciones italianas de más de 15.000 habitantes, los electores pueden votar solo para el alcalde (poniendo la cruz sobre el candidato que prefieran) o también para la asamblea local (poniendo un aspa sobre el símbolo de uno o dos grupos políticos). Si ninguno obtiene más del 50 por ciento de apoyos, se celebra un desempate (ballotaggio) dos semanas después, entre los más votados.
En el caso de Alemania no existe una norma única que regule el proceso, ni tampoco que impida las alianzas para dirigir los consistorios. Cada región y ciudad-Estado (Hamburgo, Bremen, Berlín) tiene la suya en virtud del federalismo germano. El voto es directo y a listas abiertas, no bloqueadas. En general en las regiones, los ediles son elegidos directamente por la población y los plazos de sus mandatos varían mucho, de cinco a 10 años.
En las ciudades-Estado los comicios deciden la composición de una cámara, y ésta elige al edil. En 12 estados federados, el regidor es elegido por mayoría absoluta y, si ninguno obtiene ese resultado en la primera vuelta, los dos con más apoyos tienen que ir al balotaje (segunda vuelta que se realiza entre los dos con más papeletas cuando nadie ha obtenido la mayoría requerida), donde les bastará la mayoría simple. En otros cuatro Estados, los regidores municipales son escogidos por los Parlamentos locales.
TRES URNAS. Por último, en el Reino Unido, el sistema de votación para ocupar el cargo de máximo dirigente de una provincia implica que los ciudadanos rellenen tres papeletas, dos para la asamblea (una para los 11 concejales que representan a toda la ciudad y otra para los 14 que representan a los distritos) y una tercera para el alcalde.
Para elegir al primer edil, los británicos tiene la opción, aunque no es obligatorio, de emitir dos papeletas, de primera y segunda preferencia.
Si uno de los que optan al puesto obtiene más del 50 por ciento de los sufragios, resulta elegido automáticamente.
Si ninguno llega a ese porcentaje, se quedan los dos aspirantes con más papeletas, y el resto se eliminan. Además, también se tiene en cuenta la segunda preferencia, de forma que logra la victoria quien obtenga más votos en total (combinando los de primera y segunda instancia).
Fuente: Diario de Burgos
