Casi la cuarta parte de las empresas tuvo que reducir su plantilla durante 2011
H. Jiménez / Burgos - domingo, 19 de agosto de 2012
Más que el año pasado. El porcentaje (del 22,9%) es un punto y medio superior al del ejercicio anterior aunque al mismo tiempo hubo un mayor número de sociedades que lograron estabilizarse
El paro, la losa que pesa como ninguna otra sobre la economía española,
se asomó el año pasado a casi una de cada cuatro empresas burgalesas.
Frenadas por el descenso en el consumo y por la falta de financiación
bancaria, un 22,9% de las sociedades por cuenta ajena que existían en
2010 y sobrevivieron durante todo el ejercicio 2011 experimentaron una
bajada en su plantilla, según la estadística difundida por el Ministerio
de Empleo y Seguridad Social. Del total de 10.269 empresas registradas
en este apartado, 2.354 se vieron obligadas a prescindir de al menos
algún efectivo en su plantilla.
El porcentaje revela las enormes dificultades por las que pasa el conjunto del tejido empresarial de la provincia y supone un punto y medio más que el año anterior, cuando el 21,4% de las empresas tuvo que renunciar a parte de su personal. La evolución negativa de este apartado supone, además, un paso atrás respecto a la evolución experimentada los dos ejercicios anteriores, cuando había mejorado. El porcentaje más alto de sociedades con despidos había llegado en 2008, momento de arranque de la crisis, con un 26% de afectadas, pero mejoró en 2009 con un 24 por ciento y siguió haciéndolo en 2010. La segunda oleada de la recesión, sin embargo, ha dado al traste con la leve mejoría.
Frente a esta estadística negativa, sin embargo, observamos cómo el porcentaje de empresas que logra mantener el empleo va creciendo poco a poco desde el palo inicial del comienzo de la desaceleración económica. Si en 2008 solo mantuvieron el mismo número de empleados el 54% de las empresas, al año siguiente el dato creció hasta el 56, en 2010 fue del 58,7% y en 2011 alcanzó el 59,6%. Un dato meritorio, sin duda, teniendo en cuenta que una gran mayoría de ellas han visto descender sus ventas, cuando no han entrado directamente en pérdidas.
Respecto al resto de Castilla y León, el porcentaje de sociedades con reducción de plantilla se sitúa por encima de la media regional (un 22,5%) y es el tercer peor dato de la región, solo por detrás de Valladolid y León, que son precisamente las otras dos provincias son mayor potencial económico e importancia demográfica de la comunidad autónoma. Ávila y Zamora, por el contrario, pueden presumir de ser los territorios en los que menos empresas han destruido empleo, pero hay que tener en cuenta también que parten de una posición industrial mucho más débil y que en ellas ya ha existido un importante incremento del desempleo en los años anteriores.
Frente al conjunto de España, Burgos se sitúa por debajo de la media, establecida en un 24,3%. La mencionada provincia abulense es la que presenta un porcentaje más pequeño con solo el 20,7% mientras, en el otro extremo, en el caso de Jaén el 28% de sus empresas tuvo que despedir trabajadores a lo largo del pasado ejercicio. Murcia es la comunidad autónoma con peor media al presentar un 26,9%.
Y menos empresas
Las complicaciones para encontrar una salida al negocio en las actuales circunstancias se traduce no solo en los despidos, sino también en la desaparición de las empresas. Algunas no solo es que no puedan mantener la plantilla, sino que directamente se ven abocadas al cierre como demuestran los informes sobre empresas cotizantes al Régimen General de la Seguridad Social.
En la provincia de Burgos estaban registradas en este apartado 11.190 sociedades el pasado mes de junio (último dato hecho público por el organismo estatal), lo que supone una pérdida del 8,63% frente a las 12.247 alcanzadas en junio de 2007, antes del inicio del pésimo ciclo económico en el que ahora estamos inmersos. La conclusión es la pérdida de más de 1.057 empresas cotizantes y el regreso a unos niveles que en este apartado no se observaban para un mes de junio (hay que tener en cuenta que el dato fluctúa constantemente a lo largo de un mismo año) desde el ejercicio 2004, hace ya 8 años. En cualquier caso, a lo largo del último trimestre la estadística ha experimentado una leve recuperación desde que tocara fondo en el mes de febrero con 11.021, pero habrá que esperar a la segunda parte del año, cuando probablemente volverá a descender, como sucede habitualmente, para comprobar hasta qué punto se ha detenido la sangría o resulta imparable.
Fuente: Diario de Burgos
El porcentaje revela las enormes dificultades por las que pasa el conjunto del tejido empresarial de la provincia y supone un punto y medio más que el año anterior, cuando el 21,4% de las empresas tuvo que renunciar a parte de su personal. La evolución negativa de este apartado supone, además, un paso atrás respecto a la evolución experimentada los dos ejercicios anteriores, cuando había mejorado. El porcentaje más alto de sociedades con despidos había llegado en 2008, momento de arranque de la crisis, con un 26% de afectadas, pero mejoró en 2009 con un 24 por ciento y siguió haciéndolo en 2010. La segunda oleada de la recesión, sin embargo, ha dado al traste con la leve mejoría.
Frente a esta estadística negativa, sin embargo, observamos cómo el porcentaje de empresas que logra mantener el empleo va creciendo poco a poco desde el palo inicial del comienzo de la desaceleración económica. Si en 2008 solo mantuvieron el mismo número de empleados el 54% de las empresas, al año siguiente el dato creció hasta el 56, en 2010 fue del 58,7% y en 2011 alcanzó el 59,6%. Un dato meritorio, sin duda, teniendo en cuenta que una gran mayoría de ellas han visto descender sus ventas, cuando no han entrado directamente en pérdidas.
Respecto al resto de Castilla y León, el porcentaje de sociedades con reducción de plantilla se sitúa por encima de la media regional (un 22,5%) y es el tercer peor dato de la región, solo por detrás de Valladolid y León, que son precisamente las otras dos provincias son mayor potencial económico e importancia demográfica de la comunidad autónoma. Ávila y Zamora, por el contrario, pueden presumir de ser los territorios en los que menos empresas han destruido empleo, pero hay que tener en cuenta también que parten de una posición industrial mucho más débil y que en ellas ya ha existido un importante incremento del desempleo en los años anteriores.
Frente al conjunto de España, Burgos se sitúa por debajo de la media, establecida en un 24,3%. La mencionada provincia abulense es la que presenta un porcentaje más pequeño con solo el 20,7% mientras, en el otro extremo, en el caso de Jaén el 28% de sus empresas tuvo que despedir trabajadores a lo largo del pasado ejercicio. Murcia es la comunidad autónoma con peor media al presentar un 26,9%.
Y menos empresas
Las complicaciones para encontrar una salida al negocio en las actuales circunstancias se traduce no solo en los despidos, sino también en la desaparición de las empresas. Algunas no solo es que no puedan mantener la plantilla, sino que directamente se ven abocadas al cierre como demuestran los informes sobre empresas cotizantes al Régimen General de la Seguridad Social.
En la provincia de Burgos estaban registradas en este apartado 11.190 sociedades el pasado mes de junio (último dato hecho público por el organismo estatal), lo que supone una pérdida del 8,63% frente a las 12.247 alcanzadas en junio de 2007, antes del inicio del pésimo ciclo económico en el que ahora estamos inmersos. La conclusión es la pérdida de más de 1.057 empresas cotizantes y el regreso a unos niveles que en este apartado no se observaban para un mes de junio (hay que tener en cuenta que el dato fluctúa constantemente a lo largo de un mismo año) desde el ejercicio 2004, hace ya 8 años. En cualquier caso, a lo largo del último trimestre la estadística ha experimentado una leve recuperación desde que tocara fondo en el mes de febrero con 11.021, pero habrá que esperar a la segunda parte del año, cuando probablemente volverá a descender, como sucede habitualmente, para comprobar hasta qué punto se ha detenido la sangría o resulta imparable.
Fuente: Diario de Burgos
