El nuevo mercado G-9 necesita doblar los "accionistas" para poder hacerse
Á. M. / Burgos - jueves, 30 de agosto de 2012
Se requieren 25. El plan de viabilidad establece ese número de empresarios dispuestos a constituirse en sociedad para promocionar la construcción de un complejo moderno que siga el patrón del Mercado Sur, pero solo cuenta con la mitad
Tiene 35.000 clientes potenciales residiendo a menos de 900 metros de
su puerta, pero su estado actual es deficiente e incumple parte de la
normativa vigente (la de accesibilidad, por ejemplo), tiene un párking
subterráneo que jamás ha sido utilizado en el lugar donde más falta hace
en toda la ciudad, está anticuado, desfasado y las concesiones expiran
en cuestión de meses.
Esas son algunas de las ‘patologías’ recogidas en el estudio de viabilidad elaborado por la Federación de Empresarios del Comercio (FEC), la sociedad estatal Mercasa y la asociación de comerciantes ‘afectados’, un denso análisis al que ha tenido acceso este periódico, en el que se dice claro que, resucitado, el mercado del G-9 no solo es viable, sino que además se convertiría en un generador de mejora urbana y comercial de todo Gamonal y Capiscol.
Para eso necesita ser reconstruido, adaptado al siglo XXI, gestionado profesionalmente, complementado con hostelería, un supermercado y un párking ampliado a una calle adyacente (Pedro Alfaro) con más de 420 plazas, levantado conforme a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética y dotado de una estética contemporánea... Por resumir.
Pues bien, tanto en la FEC como en Mercasa están convencidos de que el proyecto debe salir adelante. Para eso cuentan con un apoyo imprescindible y con el empuje de un grupo de comerciantes que están dispuestos a asumir, constituidos en sociedad, en torno al 80% de una inversión que se acerca a los 18 millones de euros incluyendo el aparcamiento bajo Pedro Alfaro.
El apoyo imprescindible es el del Ayuntamiento, puesto que es la propiedad del mercado actual y del suelo que ocupa. Hace meses que se firmó un protocolo de colaboración en el que la cuidad ponía en negro sobre blanco su compromiso de facilitar la mutación y, además, aportar la cantidad que le correspondiera (entre el 15 y el 20% lo ponen las administraciones públicas). «En cuanto la Federación nos lo pida nos pondremos a trabajar en ello; llevamos ya algún tiempo esperando», ratifica la concejala de Comercio, Carolina Blasco.
El problema
Pero si la FEC todavía no ha pedido al Ayuntamiento que publique el ‘concurso’ para concurrir a la construcción y explotación del nuevo mercado (a la que acudiría la asociación de comerciantes creada ad hoc con el apoyo de la Federación y de Mercasa) es porque todavía no se ha completado la nómina de inversores necesaria para cerrar el proyecto.
Según el plan de viabilidad, los emprendedores se constituirían en sociedad y sería esa persona jurídica la que gestionaría, además del mercado, el párking subterráneo (una mayoría de las plazas -las no adscritas al funcionamiento ordinario del complejo- podrán ser alquiladas, explotadas en rotación o vendidas a residentes), y el alquiler de los espacios destinados a albergar un supermercado y locales hosteleros o de servicios privados. Por esas vías se amortizaría la inversión necesaria.
Pero en la última reunión mantenida en la sede de la FEC para recoger las primeras aportaciones de los accionistas (de 3.000 euros) se comprobó que, de los 25 que se consideran necesarios para sacar el proyecto adelante con éxito, actualmente solo un 40% mantiene su apuesta. Es decir, se necesita como mínimo una docena más de inversores para echar a andar.
«Ya se han hecho aportaciones y hay un número de empresarios importante, pero sigue habiendo sectores en los que no hay representación. Lo que se ha decidido es dar primero la opción a los que ya están en el proyecto de doblar su puesto (en principio se ha pensado en un inversor, un puesto) y después dirigirnos a los sectores que queden por cubrir a través de la Federación para ofertar la integración en el proyecto», explica el presidente de la patronal del comercio, Enrique Bañuelos.
A pesar de que la previsión de la FEC era abrir el mercado en Navidades de 2014, Bañuelos asume que la crisis está cercenando el emprendimiento, motivo por el que se ceñirán «al ritmo de los acontecimientos». «No estamos alarmados, sabemos que esto va a ir despacio, pero se trata de hacerlo bien», termina Bañuelos. Lo pretendido, en definitiva, es emular el éxito cosechado por los comerciantes en la reconstrucción del Mercado Sur a través de un procedimiento casi idéntico.
Fuente: Diario de Burgos
Esas son algunas de las ‘patologías’ recogidas en el estudio de viabilidad elaborado por la Federación de Empresarios del Comercio (FEC), la sociedad estatal Mercasa y la asociación de comerciantes ‘afectados’, un denso análisis al que ha tenido acceso este periódico, en el que se dice claro que, resucitado, el mercado del G-9 no solo es viable, sino que además se convertiría en un generador de mejora urbana y comercial de todo Gamonal y Capiscol.
Para eso necesita ser reconstruido, adaptado al siglo XXI, gestionado profesionalmente, complementado con hostelería, un supermercado y un párking ampliado a una calle adyacente (Pedro Alfaro) con más de 420 plazas, levantado conforme a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética y dotado de una estética contemporánea... Por resumir.
Pues bien, tanto en la FEC como en Mercasa están convencidos de que el proyecto debe salir adelante. Para eso cuentan con un apoyo imprescindible y con el empuje de un grupo de comerciantes que están dispuestos a asumir, constituidos en sociedad, en torno al 80% de una inversión que se acerca a los 18 millones de euros incluyendo el aparcamiento bajo Pedro Alfaro.
El apoyo imprescindible es el del Ayuntamiento, puesto que es la propiedad del mercado actual y del suelo que ocupa. Hace meses que se firmó un protocolo de colaboración en el que la cuidad ponía en negro sobre blanco su compromiso de facilitar la mutación y, además, aportar la cantidad que le correspondiera (entre el 15 y el 20% lo ponen las administraciones públicas). «En cuanto la Federación nos lo pida nos pondremos a trabajar en ello; llevamos ya algún tiempo esperando», ratifica la concejala de Comercio, Carolina Blasco.
El problema
Pero si la FEC todavía no ha pedido al Ayuntamiento que publique el ‘concurso’ para concurrir a la construcción y explotación del nuevo mercado (a la que acudiría la asociación de comerciantes creada ad hoc con el apoyo de la Federación y de Mercasa) es porque todavía no se ha completado la nómina de inversores necesaria para cerrar el proyecto.
Según el plan de viabilidad, los emprendedores se constituirían en sociedad y sería esa persona jurídica la que gestionaría, además del mercado, el párking subterráneo (una mayoría de las plazas -las no adscritas al funcionamiento ordinario del complejo- podrán ser alquiladas, explotadas en rotación o vendidas a residentes), y el alquiler de los espacios destinados a albergar un supermercado y locales hosteleros o de servicios privados. Por esas vías se amortizaría la inversión necesaria.
Pero en la última reunión mantenida en la sede de la FEC para recoger las primeras aportaciones de los accionistas (de 3.000 euros) se comprobó que, de los 25 que se consideran necesarios para sacar el proyecto adelante con éxito, actualmente solo un 40% mantiene su apuesta. Es decir, se necesita como mínimo una docena más de inversores para echar a andar.
«Ya se han hecho aportaciones y hay un número de empresarios importante, pero sigue habiendo sectores en los que no hay representación. Lo que se ha decidido es dar primero la opción a los que ya están en el proyecto de doblar su puesto (en principio se ha pensado en un inversor, un puesto) y después dirigirnos a los sectores que queden por cubrir a través de la Federación para ofertar la integración en el proyecto», explica el presidente de la patronal del comercio, Enrique Bañuelos.
A pesar de que la previsión de la FEC era abrir el mercado en Navidades de 2014, Bañuelos asume que la crisis está cercenando el emprendimiento, motivo por el que se ceñirán «al ritmo de los acontecimientos». «No estamos alarmados, sabemos que esto va a ir despacio, pero se trata de hacerlo bien», termina Bañuelos. Lo pretendido, en definitiva, es emular el éxito cosechado por los comerciantes en la reconstrucción del Mercado Sur a través de un procedimiento casi idéntico.
Fuente: Diario de Burgos