Habilitan como párking la plaza de Granada tras el incendio de abril
I. Elices / Burgos - sábado, 18 de agosto de 2012
Los vecinos de los portales 2, 4 y 6 pueden aparcar allí hasta que sea reparado el garaje que fue pasto de las llamas. El presupuesto es de 45.000 euros pero no han empezado las obras
Los vecinos de la calle Granada no pueden hacer uso de sus plazas de garaje después del incendio que calcinó el 15 de abril el aparcamiento subterráneo que da servicio a 14 portales de la zona. Algunas familias, las de los bloques 2, 4 y 6, pueden estacionar por el momento en la plaza interior -también denominada de Granada- hasta que el párking sea arreglado. Los del resto han de conformarse con buscar sitio en los alrededores de sus viviendas.
En la puerta de acceso a estos tres edificios luce un cartel del Ayuntamiento en el que explica dónde se puede aparcar, así como la obligatoriedad de exhibir una autorización municipal provisional que hay que solicitar en el Consistorio. Han de respetar los accesos a comercios y locales. De no cumplir con estas condiciones, la grúa podría retirar los vehículos.
El incendio destrozó el aparcamiento subterráneo, que ha quedado inutilizado hasta que sea reparado. Los vecinos ya tienen presupuesto, que pasa de los 45.000 euros, y las aseguradoras ya han aportado las compensaciones tras el accidente, aunque el montante no cubre todo el capital necesario para el arreglo. Las compañías han aprobado una indemnización menor a 35.000 euros, según ha podido saber este periódico. Las obras comenzarán pronto, pero aún no hay una fecha concreta.
Los vecinos aún se acuerdan del susto que los sacó de las camas en la madrugada del 15 de abril. Más de 200 residentes en nueve bloques situados en las calles Granada, Córdoba y Esteban Sáez Alvarado se vieron obligados a desalojar sus casas por culpa de un incendio que calcinó tres coches y provocó daños de consideración en varios más en el garaje subterráneo de la comunidad. A la media hora, la mayoría pudo volver a sus domicilios. El fuego no dañaba la estructura de los inmuebles, pero destruía los cuadros eléctricos situados en los cuartos de instalaciones del garaje y dejaba sin luz a toda la comunidad. Las llamas también destrozaban las tuberías de desagüe de aguas limpias y sucias a su paso por el aparcamiento subterráneo, lo que provocó la inundación del mismo.
El fuego se originó, según las hipótesis de los Bomberos, a consecuencia de la autoignición -por un fallo eléctrico o mecánico- de un coche dentro del garaje. Su depósito, y el de otros dos, explotaba. El mayor temor de los vecinos se produjo a causa del sonido de estas deflagraciones.
Los Bomberos se encontraron con una situación complicada, debido a la gran humareda que inundaba el garaje. Tuvieron que utilizar bombonas de oxígeno y cámaras de visión térmica para guiarse por el interior y dar con los focos del fuego.
En la puerta de acceso a estos tres edificios luce un cartel del Ayuntamiento en el que explica dónde se puede aparcar, así como la obligatoriedad de exhibir una autorización municipal provisional que hay que solicitar en el Consistorio. Han de respetar los accesos a comercios y locales. De no cumplir con estas condiciones, la grúa podría retirar los vehículos.
El incendio destrozó el aparcamiento subterráneo, que ha quedado inutilizado hasta que sea reparado. Los vecinos ya tienen presupuesto, que pasa de los 45.000 euros, y las aseguradoras ya han aportado las compensaciones tras el accidente, aunque el montante no cubre todo el capital necesario para el arreglo. Las compañías han aprobado una indemnización menor a 35.000 euros, según ha podido saber este periódico. Las obras comenzarán pronto, pero aún no hay una fecha concreta.
Los vecinos aún se acuerdan del susto que los sacó de las camas en la madrugada del 15 de abril. Más de 200 residentes en nueve bloques situados en las calles Granada, Córdoba y Esteban Sáez Alvarado se vieron obligados a desalojar sus casas por culpa de un incendio que calcinó tres coches y provocó daños de consideración en varios más en el garaje subterráneo de la comunidad. A la media hora, la mayoría pudo volver a sus domicilios. El fuego no dañaba la estructura de los inmuebles, pero destruía los cuadros eléctricos situados en los cuartos de instalaciones del garaje y dejaba sin luz a toda la comunidad. Las llamas también destrozaban las tuberías de desagüe de aguas limpias y sucias a su paso por el aparcamiento subterráneo, lo que provocó la inundación del mismo.
El fuego se originó, según las hipótesis de los Bomberos, a consecuencia de la autoignición -por un fallo eléctrico o mecánico- de un coche dentro del garaje. Su depósito, y el de otros dos, explotaba. El mayor temor de los vecinos se produjo a causa del sonido de estas deflagraciones.
Los Bomberos se encontraron con una situación complicada, debido a la gran humareda que inundaba el garaje. Tuvieron que utilizar bombonas de oxígeno y cámaras de visión térmica para guiarse por el interior y dar con los focos del fuego.
Fuente: Diario de Burgos
