martes, 4 de junio de 2013

LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN BURGOS

Apuntes de barrio

AL PARECER EXISTE un mapa dibujado con las nuevas líneas de autobuses que se adentran en la ciudad. Como la hiedra se enredan entre semáforos y paradas, cada cuarto de hora. Y una vez más, se cabrean los burgal@s con la sensación de no dejarnos pensar ni opinar. Será en las calles donde se note la nueva estrategia de movilidad, que con menos, dicen va a ser mucho más. Hasta puede que la concejalía capitaneada por Rebollo, acierte en esta historia que va a traer cola. Pero se repite la historia en la que no se escucha la voz de la ciudad. El rumor de la ciudad. Este ayuntamiento tiene otra concejalía, de participación ciudadana, que lejos de estar privilegiada y reforzada internamente, ocupa un lugar de relleno. Lástima, pudiera ser como en otros sitios donde las cosas se elevan a través de citada participación ciudadana, ascendiendo a otras órbitas mayores. Quiero decir con esto, que cuando las cuestiones no se pactan y explican, provocan mal rollo. El día a día del Ayuntamiento pasa por asuntos internos en otras concejalías estrella, donde se guisa en la cocina de muy adentro. A la que por cierto, entran pocos. Inexplicable e imperdonable que se imponga el nuevo mapa de buses sin que los barrios se enteren de lo que se está tramando. Incluso aunque funcione bien la historia y esté cargado de las mejores intenciones. La estructura representativa de barrios en el ayuntamiento siempre ha sido incómoda y peligrosa, puesto que el poder que adquieren cuando se ordenan y constituyen, arruga a los concejales y demás. De esto se sabe mucho en el guirlache y mezcolanza del gran gamonal. Al que sus tensiones internas, asociaciones y protagonismos ha tenido dividido y debilitado desde siempre. Otros barrios miran y observan silenciosamente lo que sucede en sus otros barrios vecinos. En aquellos en los que han recaído promesas y van pasando los plazos sin poder ser cumplidas. Porque son tiempos de poco pedir puesto que no hay mucho que dar. Pero sí lo son para observar la manera de repartir la y anotar en los apuntes de barrio, las meteduras de pata. Que el alcalde, reparta la caridad.
Fuente: Correo de Burgos