El Ayuntamiento estudia recuperar el proyecto del parking de Juan XXIII
El vicealcalde hablará con los vecinos para conocer su opinión
Todo dependerá de que se mantenga el interés de empresas privadas
Lun, 12/11/2012
J. MAIQUES / Burgos
El Ayuntamiento de Burgos sopesa repescar la iniciativa de construir un aparcamiento en la parcela de Juan XXIII que ha 'recuperado' después de que la Justicia, hace apenas un mes, resolviera el contencioso abierto con el Arzobispado. Un fallo en el que dio la razón a la Administración Local y en el que se dictaminó que la titularidad del suelo corresponde al Consistorio.
No obstante, el vicealcalde, Ángel Ibáñez, prefirió pronunciarse con cautela ya que, aunque tiene constancia de que la Iglesia no piensa recurrir la sentencia, aún no ha finalizado el plazo y es aconsejable no dar pasos hasta que el asunto esté del todo zanjado. Así, el también portavoz del equipo de Gobierno afirmó que «no se descarta nada» y, al mismo tiempo, no escondió que hay que ir despacio ya que la aspiración municipal es «mejorar el aparcamiento en Gamonal y la calidad de vida de sus vecinos». En otras palabras, prudencia, pero también buena predisposición.
Así las cosas, parece obvio que la idea seduce en la Casa Consistorial y una prueba de ello es que el proyecto para construir ese aparcamiento se presentó en el propio Ayuntamiento en abril de 2011 y mereció los elogios del entonces concejal de Fomento y candidato a la Alcaldía, Javier Lacalle. Cierto es que en aquel momento se ignoraba, hasta que Izquierda Unida alertó de que no era así, que la parcela era propiedad de la ciudad y no del Arzobispado. Después vendría una labor de investigación en el área de Patrimonio, que llevaría el asunto al juzgado, y del que afloraría el veredicto en favor de los intereses municipales.
Sea como fuere, la realidad es que la construcción de ese aparcamiento tampoco depende al 100% del Ayuntamiento. Salvo que por su cuenta y riesgo fuera quien pagara su construcción. Cosa, por otra parte, que hay que descartar porque las arcas locales no están para afrontar esas inversiones sin la participación del capital privado. Por tanto, la solución pasará porque la empresa que quiso comprar la parcela para construir el párking mantenga, año y medio después, la idea de seguir adelante con el proyecto. O, como parece obvio, que aparezcan otras que estén interesadas en construirlo. Cabe recordar que el acuerdo entre la Iglesia y el Arzobispado, que más tarde se frustró al reclamar la ciudad la parcela, era para proceder a la venta el terreno.
En cualquier caso, Ibáñez sí indicó que la intención del Ayuntamiento es «hablar» con Burgos Gestión de Aparcamientos para saber si su interés se mantiene intacto y al mismo tiempo, según afirmó, «tampoco descartamos realizar un estudio de mercado» para conocer la demanda de plazas en la zona.
Diálogo con los vecinos
De cualquier modo, el vicealcalde apuntó que, antes de dar cualquier paso en falso, lo primero que habrá que hacer es seguir los trámites de inscripción de la parcela para que ya solo aparezca el Ayuntamiento de Burgos como propietario de la misma. Y después, otra tarea será, al igual que se ha hecho con el proyecto del bulevar de la calle Vitoria y con el Plan Director de Gamonal, «hablar con los representantes vecinales» para saber si son de la opinión de construir ese aparcamiento.
Por otra parte, Ibáñez recordó que el proceso a seguir para poder sacar adelante este proyecto no será tan sencillo como el que se inició entre el Arzobispado y Burgos Gestión de Aparcamientos. Entre otras cosas, porque al tratarse de dinero público la tramitación es mucho más compleja y escrupulosa que cuando se realiza una operación entre dos empresas. Para empezar, un requisito indispensable es que salga a concurso. Por tanto, la idea está aún en su germen y su éxito no solo dependerá de la buena voluntad, sino de cómo evolucionen las circunstancias.
El proyecto de abril de 2011 planificaba actuar sobre los 3.000 metros cuadrados de suelo para construir un parking subterráneo de 380 plazas. Una obra para la que, tal y como avanzó la empresa en su día, invertiría en su construcción entre cuatro y cinco millones de euros.
El Ayuntamiento de Burgos sopesa repescar la iniciativa de construir un aparcamiento en la parcela de Juan XXIII que ha 'recuperado' después de que la Justicia, hace apenas un mes, resolviera el contencioso abierto con el Arzobispado. Un fallo en el que dio la razón a la Administración Local y en el que se dictaminó que la titularidad del suelo corresponde al Consistorio.
No obstante, el vicealcalde, Ángel Ibáñez, prefirió pronunciarse con cautela ya que, aunque tiene constancia de que la Iglesia no piensa recurrir la sentencia, aún no ha finalizado el plazo y es aconsejable no dar pasos hasta que el asunto esté del todo zanjado. Así, el también portavoz del equipo de Gobierno afirmó que «no se descarta nada» y, al mismo tiempo, no escondió que hay que ir despacio ya que la aspiración municipal es «mejorar el aparcamiento en Gamonal y la calidad de vida de sus vecinos». En otras palabras, prudencia, pero también buena predisposición.
Así las cosas, parece obvio que la idea seduce en la Casa Consistorial y una prueba de ello es que el proyecto para construir ese aparcamiento se presentó en el propio Ayuntamiento en abril de 2011 y mereció los elogios del entonces concejal de Fomento y candidato a la Alcaldía, Javier Lacalle. Cierto es que en aquel momento se ignoraba, hasta que Izquierda Unida alertó de que no era así, que la parcela era propiedad de la ciudad y no del Arzobispado. Después vendría una labor de investigación en el área de Patrimonio, que llevaría el asunto al juzgado, y del que afloraría el veredicto en favor de los intereses municipales.
Sea como fuere, la realidad es que la construcción de ese aparcamiento tampoco depende al 100% del Ayuntamiento. Salvo que por su cuenta y riesgo fuera quien pagara su construcción. Cosa, por otra parte, que hay que descartar porque las arcas locales no están para afrontar esas inversiones sin la participación del capital privado. Por tanto, la solución pasará porque la empresa que quiso comprar la parcela para construir el párking mantenga, año y medio después, la idea de seguir adelante con el proyecto. O, como parece obvio, que aparezcan otras que estén interesadas en construirlo. Cabe recordar que el acuerdo entre la Iglesia y el Arzobispado, que más tarde se frustró al reclamar la ciudad la parcela, era para proceder a la venta el terreno.
En cualquier caso, Ibáñez sí indicó que la intención del Ayuntamiento es «hablar» con Burgos Gestión de Aparcamientos para saber si su interés se mantiene intacto y al mismo tiempo, según afirmó, «tampoco descartamos realizar un estudio de mercado» para conocer la demanda de plazas en la zona.
Diálogo con los vecinos
De cualquier modo, el vicealcalde apuntó que, antes de dar cualquier paso en falso, lo primero que habrá que hacer es seguir los trámites de inscripción de la parcela para que ya solo aparezca el Ayuntamiento de Burgos como propietario de la misma. Y después, otra tarea será, al igual que se ha hecho con el proyecto del bulevar de la calle Vitoria y con el Plan Director de Gamonal, «hablar con los representantes vecinales» para saber si son de la opinión de construir ese aparcamiento.
Por otra parte, Ibáñez recordó que el proceso a seguir para poder sacar adelante este proyecto no será tan sencillo como el que se inició entre el Arzobispado y Burgos Gestión de Aparcamientos. Entre otras cosas, porque al tratarse de dinero público la tramitación es mucho más compleja y escrupulosa que cuando se realiza una operación entre dos empresas. Para empezar, un requisito indispensable es que salga a concurso. Por tanto, la idea está aún en su germen y su éxito no solo dependerá de la buena voluntad, sino de cómo evolucionen las circunstancias.
El proyecto de abril de 2011 planificaba actuar sobre los 3.000 metros cuadrados de suelo para construir un parking subterráneo de 380 plazas. Una obra para la que, tal y como avanzó la empresa en su día, invertiría en su construcción entre cuatro y cinco millones de euros.
Fuente: Diario de Burgos