lunes, 2 de septiembre de 2013

ARREGLEMOS LO QUE TENEMOS Y OLVIDEMONOS DEL BULEVAR DE GAMONAL

Ciclistas y peatones, en peligro

Clara I. Bozal / Burgos - lunes, 02 de septiembre de 2013
Baches, charcos, una errónea señalización e incluso la ausencia de ésta provocan accidentes tanto a los ciclistas como a los peatones a lo largo del carril bici que recorre la ciudad
Treinta y cinco kilómetros de carril bici recorren la ciudad de norte a sur y de este a oeste. Cada día cientos de bicicletas circulan por este trazado ya sea porque encuentran en el velocípedo un vehículo perfecto para recorrer distancias urbanas o porque lo consideran un buen instrumento para hacer deporte diariamente. Sea por el motivo que sea, la realidad es que poco a poco el número de aficionados a los pedales aumenta, motivados posiblemente por el encarecimiento del combustible para los coches.
La creciente presencia de estos vehículos de dos ruedas en las calles hace más visibles las deficiencias de las vías ciclables. Muchos puntos de estos tramos ponen en peligro no solo la seguridad de los ciclistas, sino también a la de los peatones que comparten con ellos la acera. Muestra de ello es que en lo que llevamos de año varios peatones han sido atropellados por ciclistas y otras tantan bicicletas han chocado entre sí.
La Asociación Burgos con Bici ha elaborado recientemente un informe en el que establece que existen al menos 22 puntos negros en Burgos. Son lugares donde el diseño del trazado del carril es ineficiente o la señalización no deja clara la preferencia en los cruces. Puntos con una pésima conservación que ha originado baches, hendiduras, grietas y charcos. Espacios de la carretera en los que se encuentran los vehículos motorizados que circulan a gran velocidad con las bicicletas, convirtiendo a los ciclistas en usuarios vulnerables. O simplemente, tramos en los que el carril desaparece y reaparece cien, doscientos, e incluso trescientos metros más allá y obligan a dar pedaladas por la acera junto a los viandantes.

Diseño del trazado
El informe de Burgos con Bici señala como principal punto negro dentro de esta tipología el entorno del puente de Santa María. Se trata de una de las calles más concurridas de la ciudad, pero no por eso se libra de la peligrosidad. La distancia entre el paso de cebra y el espacio de espera para el peatón para cruzar a la avenida de Valladolid «es muy reducido», apunta el documento. Además, en ese tramo hay «bordillos a los lados» que pueden ocasionar numerosas caídas.
En junio de 2012 la Asociación remitió un informe al Ayuntamiento para que modificara el diseño de esta zona para aumentar la seguridad, pero «dicha solicitud fue desestimada», aclara Burgos Con Bici.
El año pasado también se alertó a la Alcaldía de la nula visibilidad que existe en la esquina que forman la calle San roque con la calle Vitoria. Forman una curva prácticamente de 90 grados, donde varios ciclistas se han chocado y algún que otro peatón ha sido víctima de un atropello.
El diseño de muchas rotondas evita el recorrido más corto para el carril bici, obliga a los ciclistas a cruzar la calzada hasta tres veces, «y con ello la peligrosidad aumenta». La Asociación Burgos en Bici dictamina que dos de las rotondas «más absurdas» se encuentran en la avenida Castilla y León en su cruce con la avenida Islas Canarias y la de la calle Farmacéutico Obdulio Fernández con San Roque.

Señalización deficiente
La errónea señalización en los pasos de ciclistas que atraviesan la calzada genera inseguridad y peligro para las personas que circulan por ellos en coche y en bicicleta. Las señales horizontales de ceda el paso pintadas sobre el carril bici justo antes de un cambio de acera «contradicen la prioridad de paso de los ciclistas en este tipo de cruces», recalca el informe.
La escasa señalización vertical, en especial en las vías de circulación rápida, se hace patente a lo largo de la avenida Castilla y León y en la zona del puente San Pablo. Pero los tramos regulados por semáforos tampoco resultan del todo seguros, sobre todo aquellos que permiten el paso de los vehículos motorizados en ámbar.
«Muchos coches no respetan la prioridad de los peatones y los ciclistas, y por ello, se han producido varios accidentes», explica Burgos con Bici. La glorieta de Bilbao, el paso junto a la Comisaría de Policía Nacional y los cruces de la calle Segovia y Morco en la avenida de la Paz destacan como los principales puntos negros debido a los semáforos con fase en ámbar.
Por último, Burgos con Bici destaca el peligro que supone que el carril bici a su paso por el Museo de la Evolución Humana, escasamente señalizado. Las líneas que delimitan esta vía ciclista pasan desapercibido y los viandantes pasean por él sin percatarse de la peligrosidad que conlleva. Incluso a menudo el tren turístico circula invadiendo los límites que definen el carril bici.

Baches y charcos
Los desperfectos como las gritas o los desniveles pueden ocasionar caídas a los ciclistas cuando intentan esquivar el desnivel. Los más importantes se denunciaron ya en el 2012. Dos de ellos siguen presentes: un gran desnivel en la Avenida Palencia a la altura de la iglesia del Carmen y otro en la calle Villadiego enfrente de la Escuela Politécnica Superior.
La lluvia y el riego de los jardines adyacentes convierte en intransitables la zona entre el puente San Pablo y Santa María y la avenida Castilla y León desde la Policía Nacional hasta la calle Canales. En estos tramos al agua inunda la vía cliclable y deja dos opciones al ciclista, esquivarlos o arriesgarse a empaparse.
El Bulevar que recorre la ciudad merece una mención especial. Su trazado y diseño ha sido alabado por los ciclistas en varias ocasiones: no invade la acera, drena bien y evita la formación de charcos, pero está lleno de deficiencias técnicas en cuanto a señalización y seguridad. Los giros a la derecha no dan prioridad a las bicis sobre los vehículos motorizados, por lo que se pone en peligro a cualquier ciclista que intente hacer esta maniobra.

Falta de Conexión
Se trata de la «mayor deficiencia estructural», confirma la Asociación. La inexistencia de una única senda que recorra la ciudad por completo hace que la infraestructura pierda «calidad y fluidez». En Burgos la conexión norte- sur es irrisoria, al igual que entre muchos pequeños tramos, como ocurre entre el carril bici de la avenida de la Paz y el paseo de la Sierra de Atapuerca o entre el paseo de la Isla y la avenida Palencia.

Infracciones
Existen otras infracciones que los ciclistas cometen diariamente en la vía pública, aunque a menudo pasan desapercibido. Por ejemplo, está prohibido circular en la bicicleta con auriculares pero siempre hay alguien que lo hace. La multa en estos casos puede ascender hasta los 200 euros según la última ley de tráfico.
Frecuentemente se observa cómo las farolas, los árboles, algunas señales de tráfico e incluso las bajantes de las tuberías pueden servir para candar un velocípedo, pero es una práctica ilegal. Ningún elemento del mobiliario urbano se debería utilizar para atar la bici, para ello existen 756 aparcabicis, según informa la página web del Ayuntamiento, dispersos por toda la ciudad.
Por último, quizá agradezca saber que olvidarse de llevar elementos reflectantes en el vehículo de dos ruedas se considera una falta leve que puede llevar consigo un desembolso de hasta 80 euros.
Fuente:Diario de Burgos