lunes, 23 de septiembre de 2013

Sr REBOLLO ESTO DE DUDAR DE LOS CIEGOS ES LO ÚNICO QUE LE FALTABA

Un ciego tiene que demostrar que no ve para viajar en autobús

Ha sufrido 3 incidentes con conductores por ejercer su derecho a no pagar el acompañante
CARMEN MORENO / Burgos
¿Puede un conductor de autobús poner en duda la ceguera de un invidente? En Burgos sí. Puede gesticular frente a su cara para ver si sus sospechas son certeras y si no lo son llamar incluso a la policía para que haga una segunda comprobación. 

Es lo que le ocurrió a Luis Chicote, un burgalés de 45 años al que una enfermedad degenerativa, retinosis pigmentaria, le segó la visión hace unos años.

Un día, allá por 2011, cuando accedía al autobús, medio de transporte del que es habitual a diario, el conductor dudó de su ceguera y como decidió que el carnet de la ONCE que le mostraba Luis no era suficiente decidió empezar a maniobrar y gesticular en su cara. Luis no lo percibió, pero sí su mujer que le acompañaba y que, según la normativa municipal, está exenta de pagar el billete por ir con un invidente. Y ahí surgió el problema. El chófer del bus no sólo dudó de la deficiencia física de Luis sino que rechazó cualquier argumento. Se empecinó en que la acompañante tenía que pagar y de nada valió que le reprocharan no cumplir la normativa municipal.

Luis tacha este comportamiento de «indignante y vejatorio» amén de innecesario. Como tiene por norma no resignarse ante los hechos, decidió presentar la correspondiente queja ante el servicio municipalizado de transporte, el Samyt.