Podemos desangra a IU y descabeza el mando provincial y local en Burgos
Á.M. / Burgos - martes, 06 de enero de 2015
De Palacio y Domínguez han dejado sus cargos. Salinero exigirá convergencia
El grupo de jóvenes que regeneró Izquierda Unida en Burgos hace cuatro años está protagonizando ahora una suerte de ‘dimisión’ en bloque cuyos primeros actos, y solo primeros, ya han tenido una repercusión importante. El más publicitado ha sido el abandono de Pedro María de Palacio, hasta hace unos días máximo responsable provincial de la coalición, pero no ha sido el único.
También Laura Domínguez, elegida coordinadora local hace apenas medio año, ha dejado los trastos (no será extraño que siga los mismos pasos que De Palacio), por lo que en menos de un mes IU se ha quedado sin cabeza orgánica en la capital y en la provincia. Y la cosa irá a más. Detrás de estas decisiones hay varios motivos, pero el fundamental es el descontento que este otrora grupo de renovadores tienen sobre una IU que «no puede ser la de Andalucía, ni la de Extremadura, ni la de las tarjetas ‘black’», en palabras de quienes conocen la letra pequeña de lo sucedido.
El alejamiento de los viejos generales, del dogmatismo de hoz y martillo y de las inherentes luchas internas que aquejan a la formación habían sido hasta no hace demasiado tiempo aspectos que retroalimentaban a los nuevos cuadros de mando, pero la irrupción de Podemos lo ha cambiado todo porque, ahora sí, «existe un planteamiento más acorde con lo que está pasando en la calle» y con el que están dispuestos a comulgar.
Tan dispuestos que el Partido de Pablo Iglesias ha husmeado cómo están las cosas en sus círculos de Castilla y León y sus dirigentes nacionales, al menos los oficiales, han considerado necesario hacer ‘fichajes’ para desplegarse a nivel regional. En ese contexto hay que tender la marcha de De Palacio, si bien la cabeza visible de Podemos en lo que afecta a la batalla política regional, y siempre y cuando Iglesias haga valer su criterio, será la de un leonés.
Y ahora, ¿qué? El estallido (previsto, por otro lado) de esta crisis de mando ha dejado en una situación complicada al único edil de la coalición en Burgos, Raúl Salinero. El concejal trató ayer de revestir de normalidad la salida de De Palacio y se limitó a recordar que en IU no es extraño que el mando lo ejerzan los consejos políticos que correspondan.
Salinero ha mostrado a nivel interno su disposición a seguir defendiendo las siglas de IU, pero con condiciones. O, mejor dicho, con una condición ineludible: que se construya una lista de convergencia que aglutine a todas las ‘izquierdas’ bajo una candidatura que, por otro lado, no sirva para dar cobijo a quienes pretenden recoger en río ajeno lo que nunca pescaron en el propio.
El portavoz municipal sigue poniéndose se perfil cuando es preguntado por la transfusión de activos que se está realizando desde IU a Podemos, confirmada en el caso de De Palacio, más que probable en el de Domínguez y ya advertida por otros militantes de su entorno, y se mantiene fiel a su credo comunista y a la coalición. Pero eso no significa que vaya a hacerlo a cualquier precio.
Salinero ha defendido ante sus compañeros la necesidad de aglutinar a las bases de IU, las de Podemos, las de Ganemos (al margen de quienes quieren exprimir las siglas como medio para alcanzar el fin que han perseguido desde otros proyectos políticos fracasados) y las de Burgos Decide. Incluso no vería con malos ojos que fuera esa última denominación la que sirviera para atacar las urnas.
Al igual que otras voces activas de IU, el edil considera que la fragmentación del voto ‘a la izquierda del PSOE’ podría arruinar las triunfalistas predicciones que hacen algunos colectivos, motivo por el que ya ha avanzado que él no participará en ninguna candidatura de IU que quede al margen del resto de formaciones que trabajan en la misma línea, que por su parte deberían aceptar el peso de la coalición.
Fuente: Diario de Burgos
