domingo, 30 de marzo de 2014

LOS DISTRITOS ALGO QUE DEBÍA ESTAR HECHO HACE DOS AÑOS

El Ayuntamiento aprovechará la creación de distritos para descentralizar servicios

Planea dividir la ciudad en dos o tres zonas a partir de la avenida Cantabria y el río y que cada una tenga su espacio municipal en el que poder realizar algunos trámites
L. B. / Burgos
Burgos crece y la Ley de Grandes Ciudades obliga. Estas dos razones en una explican el empeño del Ayuntamiento por redefinir el mapa urbano. La normativa exige hacerlo en distritos. Cómo y cuántos es decisión municipal. 
En ello está la concejal de Participación Ciudadana, María José Abajo, cuyo afán es que el nuevo reparto tenga el máximo consenso posible. Tras constatar que la reforma de las administraciones locales aprobada en diciembre por el Gobierno dejaba intacto este imperativo de la citada Ley de Grandes Ciudades, la edil ha retomado el asunto y planea que esté listo antes de las próximas elecciones municipales, cuando dos o tres integrantes del equipo de Gobierno que salga elegido deberán asumir las funciones de concejal de distrito, responsable de «velar por las inquietudes de ese territorio, al que deberá tomar el pulso con gran frecuencia», detalla Abajo. 
Dos o tres porque son las opciones que hay sobre la mesa: la inicial, ya relatada en este periódico hace más de un año, pasa por dividir la ciudad en un par de zonas a uno y otro lado de la avenida Cantabria; y la más reciente, surgida a partir de conversaciones con agrupaciones vecinales, propone combinar la vía ya mencionada con el río Arlanzón para dibujar tres distritos: noreste, noroeste y sur. 
Más allá de las nuevas fronteras geográficas, este cambio pretende «acercar la administración local a los ciudadanos, facilitar su representación y la comunicación entre el Ayuntamiento y los vecinos de cada zona», relata la concejal. Para lograr el primer propósito se descentralizarían algunos servicios municipales de tal forma que determinados trámites cotidianos puedan realizarse en el distrito correspondiente sin necesidad de trasladarse al centro.
Juntas vecinales
«Lo deseable sería que cada uno contara con un punto de atención. No se trata de duplicar recursos si no de reubicar algunos en espacios propios ya en activo para lograr llevar a cabo la iniciativa sin coste», aclara Abajo, que prefiere no aventurarse a dar nombres de qué edificios podrían servir. Tiene claro, sin embargo, que, de prosperar la propuesta de tres zonas, esos puntos deberían ubicarse en Gamonal y en la zona sur, mientras que la Casa Consistorial se mantendría de referencia para el centro. 
En materia de representación territorial el ‘poder’ pasará a manos de las juntas vecinales. Estarán presididas por el concejal de distrito correspondiente y tomarán «en colaboración con el Ayuntamiento» las decisiones que afecten a su zona. «Los consejos de barrio actuales son meramente consultivos por lo que es un gran cambio», considera la responsable de Participación Ciudadana, que señala la pluralidad que tendrán estas juntas, mucho más heterogéneas que las agrupaciones actuales. Cada junta vecinal conocerá al detalle los recursos presupuestarios que se destinen a su distrito. «Se trata, en definitiva, de propiciar el contacto entre la administración y los ciudadanos, generar confianza y tener un foro en el que explicar los pormenores de las decisiones municipales», añade.
Hay libertad para definir el modelo de elección de los integrantes de estas juntas. En este caso el Ayuntamiento apuesta por «aprovechar el rico tejido asociativo de la ciudad» y que la interlocución la ejerzan miembros de agrupaciones de todos los ámbitos ubicadas en cada distrito. La fórmula de designación, no obstante, está pendiente de concretar.
Este nuevo modelo de organización territorial borrará la actual distribución en barrios, «demasiado atomizada», reconoce Abajo, y agrupará las 25 entidades (consejos o asociaciones, según el volumen de población de cada zona) en esas dos o tres juntas vecinales.
De vuelta al mapa, el equilibrio marca las dos opciones de reordenación. Con dos distritos, ambos quedarían «casi al 50%» en número de habitantes. Esta opción resultaba demasiado amplia a los representantes vecinales ‘en vigor’, que ya conocen la propuesta. De ahí que el Ayuntamiento sugiera como alternativa dividir en tres el plano. Así, la zona noreste -incluido el barrio de Villatoro- reuniría el 34% de la población total, unos 60.000 habitantes; hasta el 41% se elevaría el censo del distrito noroeste, con la mayor densidad de vecinos pero sin apenas posibilidades de expandirse y un marcado envejecimiento; al otro lado del Arlanzón quedaría el tercer distrito que a día de hoy suma 44.000 habitantes, un 25% del total. 
La aparente descompensación responde al planteamiento a largo plazo de la reordenación. Y es que el recién aprobado PGOU determina el entorno de esta última zona como principal espacio de crecimiento futuro de la ciudad. «Más que nada porque en otros puntos es casi imposible dada la ubicación de los polígonos industriales», relata Abajo. Así, en caso de expandirse se mantendría el equilibrio deseado.
Aunque la edil insiste en que las dos opciones tienen las mismas oportunidades, las primeras opiniones más allá del equipo de Gobierno abogan por maximizar el número de distritos, lo que hace pensar que la división en tres áreas parte con cierta ventaja. Queda por ver no obstante si obtiene el beneplácito de los grupos municipales de la oposición como espera Abajo. «No tenemos prisa, hay tiempo para dialogar», apostilla.
Fuente: Correo de Burgos