sábado, 9 de noviembre de 2013

ESTA ASOCIACIÓN YA ADVIRTIÓ AL Sr. REBOLLO DE TODO ESTO

Todos los inspectores de línea de Autobuses firman un informe contra el nuevo mapa

Á.M-C.M. / Burgos - sábado, 09 de noviembre de 2013
Rebollo les pidió que opinaran a hechos consumados. Advierten «errores de mucho peso», dudan de que se pueda poner en marcha y lo ponen «en suspenso» salvo que sea impuesto

Rebollo jamás consultó con los seis funcionarios que componen el cuerpo de inspectores de líneas de Autobuses el mapa que pretende implantar, según sostiene el PP, en el mes de enero. El concejal de Movilidad pidió a esos trabajadores, que son la autoridad dentro de Samyt en materia de funcionamiento de las conexiones, frecuencias y paradas, que informaran sobre el mapa pactado por PP y PSOE el día 2 de octubre de 2013. Es decir, meses después de haber cerrado la propuesta y tras la espantada de los socialistas de la mesa de negociación.
Fruto de esa petición, entregaron un informe fechado el 23 de octubre y firmado por todo el Servicio de Inspección en el que, cuanto menos, cuestionan que lo que se ha pactado en el ámbito político se pueda sostener sobre el mapa de Burgos sin generar más inconvenientes de los que pretende resolver. El informe es lapidario y, como ejemplo, señala que la propuesta se presenta «sin ningún detalle, sin concretar ninguna cuestión, simplemente hilvanado de una forma muy generalista, con un trazo grueso y con errores de mucho peso». Y eso es sólo el principio.
A los cinco días de haber recibido la orden de informar, los inspectores solicitaron una primera reunión con el propio Rebollo. Allí se advirtió que el tiempo de recorrido estimado de una línea (la 4; Castañares-Ventilla-Plaza España-HUBU) «no es viable» por el tiempo estimado de recorrido. Al día siguiente el concejal transmitió a los inspectores que «no se puede modificar ninguna línea», aunque «sí las frecuencias y el tiempo de recorrido de las mismas». En dos reuniones posteriores (el 10 y el 16 de octubre) se valoró acoplar dos líneas y modificar algunos tiempos. Y nada más.
Así las cosas, la Inspección comienza su análisis dejando claro que «no se identifica con el diseño del nuevo mapa de líneas pactado entre el PP y el PSOE al apartarse de la filosofía esgrimida por ambos partidos, que no es otra que la de reformar y mejorar el transporte público». Censuran que no se haya realizado un «plan general de actuación» que contuviera cuestiones como «la generalización de las líneas radiales, las distancias entre paradas, la atención a puntos preferentes, los costes del cambio, los recursos materiales y humanos necesarios, el cronograma de actuaciones en la vía pública o los cambios en la tarificación». Vienen a decir poco más o menos que el diseño es de todo menos técnico.

Los recursos


Además de cuestionar la operatividad de la propuesta, los especialistas advierten que la distribución del trabajo mermará sensiblemente la bolsa de horas disponibles de los empleados y eso pondrá en jaque la posibilidad de cubrir servicios extraordinarios. El nuevo mapa plantea concentrar la actividad en días laborables (de lunes a viernes) y reducirla los fines de semana y los meses de julio y agosto, llevando al periodo estival las libranzas acumuladas.
Consideran que eso puede derivar en que «sirva simplemente para llevar autobuses vacíos de una parte a otra de la ciudad» y que, por el contrario, cuando verdaderamente sea necesario redoblar los recursos humanos «será mucho más difícil encontrar trabajadores voluntarios para realizar este servicio». Por eso advierten que habrá «costes económicos ocultos» por la necesidad de atender «muchas de estas incidencias con horas extraordinarias».
Expuestas las dudas, en la valoración subrayan que «los tiempos de recorrido de las líneas son de difícil realización en su mayoría, por lo que las frecuencias planteadas se verían afectadas», que «no se ha realizado ningún estudio de los vehículos a asignar a cada una de las líneas» a pesar de que las hay que «requieren vehículos específicos» y que es necesario el informe del jefe de material sobre la repercusión del nuevo mapa en la flota «debido al incremento de horas a realizar respecto al mapa actual».
Por todo lo expuesto, los inspectores de línea concluyen que «teniendo en cuenta la falta de recursos económicos, humanos y materiales, la viabilidad de este proyecto es dudosa», así que avanzan que «dejamos en suspenso su puesta en funcionamiento hasta recibir nuevas órdenes». Tampoco los partidos de la oposición repararon en críticas al concejal de Movilidad tras conocer en el consejo del Samyt el documento remitido por los inspectores de línea.

«Desacreditado»

Así, el concejal socialista Carlos Andrés Mahamud solicitó la celebración de una reunión monográfica en la que se aborden detalladamente las frecuencias de las líneas y las paradas que realizaran cada una de ellas en el nuevo mapa de autobuses. «No es lógico que no se haya contado con la opinión de los inspectores y conductores, que son los que conocen mejor el servicio. En este documento ponen de manifiesto que a la hora de fijar las frecuencias no se han tenido en cuenta ni los recursos humanos ni los autobuses con los que cuenta el servicio».
Por su parte, el concejal de Izquierda Unida, Raúl Salinero, aseguró que el nuevo mapa de líneas está «totalmente desacreditado» porque no ha contado en su diseño ni con la opinión del comité de empresa ni con la de los inspectores. «Ahora se le han rebelado porque ni el PP ni el PSOE les tuvieron en cuenta cuando se decidieron las líneas ni tampoco ahora en el caso de las frecuencias. Han preferido la opinión de una empresa externa a la que se pagó para diseñar las rutas», sentenció.
Fuente: Diario de Burgos