Regreso a la nada
Michael J. Fox, el actor que hizo de McFly en la saga de ‘Regreso al futuro’, viajó de 1985 al 21 de octubre de 2015 en la segunda entrega gracias a ese Delorean maravilloso. Un buen salto en el tiempo que a aquellos que vieron el estreno, seguramente en los cines Cordón de Burgos, les pareció una eternidad, otra dimensión. Ayer llegó la fecha, una anécdota que permite reflexionar sobre la situación de ese mundo futuro que ya es presente.
A grandes rasgos, la situación internacional sigue siendo un caos delirante, y, si por entonces la guerra fría dominaba el escenario del terror, con el tiempo se ha pasado el testigo a la zona de Oriente Medio.
Descendiendo al ámbito local qué impresión se llevaría nuestro héroe, Marty McFly, si en lugar de visitar su pueblo de la América profunda 30 años después apareciese de sopetón en tierras burgalesas. De llegar esta semana, en lo estrictamente político, se encontraría el ring de boxeo que mi compañero Abel dibujó ayer extraordinariamente en su viñeta. La imagen era del concejal de Cultura, Fernando Gómez, observando tranquilo desde el rincón cómo se pegan el resto de ediles cuando todo apuntaba a que iba a ser Gómez el punching ball (otro instrumento tan ochentero como el Delorean). El motivo de esta riña entre concejales no es otro que la crítica política fruto de la estrategia, mientras se deja de lado el asunto de arrojar luz sobre el cobro legal o no, moral o no, de numerosas dietas a cargo de Gómez. Excepto el PSOE, los demás fueron a la reunión a ver qué tal, vamos, a hablar del tiempo. Los socialistas pusieron encima de la mesa sus propuestas, en un signo de avance. El PP a lo suyo, ellos lógicamente van a remolque. Imagina por fin ha encontrado la presa que buscaba, pero no llevó los deberes hechos y Ciudadanos, por su parte, le dedicó ayer más tiempo a una rueda de prensa sobre el Fórum que a la comisión de investigación. A la vista del ritmo que lleva todo en el Ayuntamiento, el Delorean de Michael J. Fox tendrá que teletransportarnos al futuro para saber si la comisión ha servido para algo y si sus conclusiones tendrán consecuencias.
A grandes rasgos, la situación internacional sigue siendo un caos delirante, y, si por entonces la guerra fría dominaba el escenario del terror, con el tiempo se ha pasado el testigo a la zona de Oriente Medio.
Descendiendo al ámbito local qué impresión se llevaría nuestro héroe, Marty McFly, si en lugar de visitar su pueblo de la América profunda 30 años después apareciese de sopetón en tierras burgalesas. De llegar esta semana, en lo estrictamente político, se encontraría el ring de boxeo que mi compañero Abel dibujó ayer extraordinariamente en su viñeta. La imagen era del concejal de Cultura, Fernando Gómez, observando tranquilo desde el rincón cómo se pegan el resto de ediles cuando todo apuntaba a que iba a ser Gómez el punching ball (otro instrumento tan ochentero como el Delorean). El motivo de esta riña entre concejales no es otro que la crítica política fruto de la estrategia, mientras se deja de lado el asunto de arrojar luz sobre el cobro legal o no, moral o no, de numerosas dietas a cargo de Gómez. Excepto el PSOE, los demás fueron a la reunión a ver qué tal, vamos, a hablar del tiempo. Los socialistas pusieron encima de la mesa sus propuestas, en un signo de avance. El PP a lo suyo, ellos lógicamente van a remolque. Imagina por fin ha encontrado la presa que buscaba, pero no llevó los deberes hechos y Ciudadanos, por su parte, le dedicó ayer más tiempo a una rueda de prensa sobre el Fórum que a la comisión de investigación. A la vista del ritmo que lleva todo en el Ayuntamiento, el Delorean de Michael J. Fox tendrá que teletransportarnos al futuro para saber si la comisión ha servido para algo y si sus conclusiones tendrán consecuencias.
Fuente: El Correo de Burgos