miércoles, 15 de mayo de 2013

EL ALCALDE Y EL COCEJAL DE LA POLICÍA DEBEN DIMITIR

El jefe de la Policía Local defiende su operativo en un informe en el que niega toda responsabilidad

Sedano responsabiliza en un informe a un trabajador de mantenimiento de candar las puertas de seguridad Recrimina a Foronda y Lacalle la orden que le dieron
J. MAIQUES / Burgos

Los informes policiales sobre el cerrojazo al Ayuntamiento del pasado viernes, hasta ocho, confirmaron ayer, salvo algún que otro matiz importante que no se conocía, la tesis que defendió el jefe de la Policía Local para explicar el rumbo de los acontecimientos. No obstante, no deja de sorprender que el intendente, que justifica en todo momento el operativo realizado, se exculpe del cierre con cadenas de las puertas de emergencia y achaque esta decisión a un trabajador de mantenimiento del Ayuntamiento.

Entre los hechos sobre los que aún se desconocían los detalles, el subjefe de la Policía, Félix Ángel García, señala que fue Sedano quien ordenó a las 10.52 horas «asegurar» el acceso principal al Ayuntamiento (por las puertas correderas de cristal). Todo ello, después de que se hubiera elevado la tensión de los manifestantes al tratar de colarse en el interior.

Estos hechos se completan con el relato del inspector Juan Romo, que señala que fue el propio Sedano quien se opuso a que se abrieran las puertas de acceso principal. En este sentido, señala que en un momento dado «comuniqué telefónicamente con el subjefe» que «debían abrir las puertas pues se estaban crispando los nervios» de los ciudadanos que no podían acceder al Ayuntamiento. «El subjefe me contestó que se lo iba a trasladar a Jefatura vía telefónica» y la respuesta del número dos fue indicarle que Sedano ordenó «que no se abrían las puertas». Todo ello, según se relata, en un momento en que «la tensión fuera del edificio se acrecentaba» al sumarse las quejas de los ciudadanos a las de los manifestantes.

Al margen de estos matices, la realidad es que el jefe de la Policía Local, tal y como ya se ha avanzado, dispara hacia los responsables políticos cuando en sus conclusiones avala la tesis de que lo sucedido el viernes «es consecuencia del contenido de la orden» dada por De Foronda, «de la problemática actual del colectivo afectado y antecedentes, así como el impedimento del acceso al Pleno de los representantes sindicales». Es decir, que el intendente vuelve a reprochar al concejal que no quisiera reconducir la situación cuando se propuso que cerca de una decena de manifestantes pudieran subir al Pleno. Algo que se les denegó en un principió, que se les ofreció después y que finalmente fue rechazado por los propios sindicalistas.

Con todo esto, y tras recordar que la medida de impedir el acceso de estas personas al Pleno estaba avalada por los servicios jurídicos (por los antecedentes de otra sesión celebrada en diciembre), Sedano defiende que «en ningún momento hubo ningún riesgo para las personas ni para los bienes, ni hubo resultado lesivo».

En este sentido, finaliza zanjando que «la orden dada se cumplió, la seguridad estuvo garantizada en todo momento, los profesionales uniformados cumplieron con su obligación con proporcionalidad y no se produjo ningún resultado a destacar, a excepción de determinados retrasos pro la situación excepcional, que fueron resueltas con responsabilidad y oficio».

Con todo esto, lo cierto es que bien por la dificultad de cumplir con la orden recibida, por el ímpetu de los manifestantes o porque el dispositivo no fue el más adecuado, la realidad es que el Ayuntamiento estuvo cerrado durante por determinado momentos y esto irritó a varios ciudadanos. Una situación que se ha interpretado de distintas formas pero que ya tiene, al menos de momento, una denuncia formal y otra en camino.
Fuente: Correo de Burgos