Ángel Ibáñez:«Objetivamente hablando, la orden dada se cumplió»
Á.M / Burgos - viernes, 17 de mayo de 2013
El vicealcalde cuestiona que lo sucedido sea algo grave pero se niega a dar su opinión
La celebración de la Junta de Gobierno de ayer fue la ‘plenaria’ del núcleo duro de Javier Lacalle en la que se pusieron en común las opiniones de unos y otros sobre lo sucedido el pasado viernes en el Ayuntamiento, sobre la actuación de Policía Local y sobre las instrucciones que fueron dadas a los responsables del Cuerpo desde el propio Ejecutivo.
Después, y como es habitual, le tocó al vicealcalde, Ángel Ibáñez, explicar cuál es la postura ‘común’ sobre lo sucedido, haciendo hincapié en que su valoración corresponde al Gobierno local y eludiendo bajo ese pretexto dar la suya propia cuando fue invitado a hacerlo.
De inicio, Ibáñez defendió que las comisiones extraordinarias solicitadas por el PSOE para esclarecer lo que ya se conoce como ‘cerrojazo’ municipal, y que se celebran hoy, tienen el objetivo de «recibir todas las versiones, que se hagan todo tipo de preguntas y dar las explicaciones políticas» que corresponda dar.
Sí repitió que existía un «precedente» de protesta que derivó en la ocupación de los accesos al Pleno, que existía un informe advirtiendo del riesgo que esto supone si hay que forzar un desalojo y que se hicieron consultas jurídicas para respaldar la orden de vetar el acceso al Pleno a los agentes fuera de servicio. «A partir de ahí, a los mandos se les encomendó la orden y aplicaron su conocimiento y profesionalidad para tomar las decisiones oportunas», defendió en contra de «quienes intentan generar dudas sobre si la decisión adecuada o no».
En ese grupo cabría situar, al menos que se hayan manifestado hasta la fecha, a todos los grupos de la oposición, la Junta de Personal, el Comité de Empresa, los sindicatos, la Federación de Vecinos, el Sindicato de Policías Municipales de España...
A pesar de que en la otra forma de ver las cosas parece haber un nutrido grupo de personas, Ibáñez continúo defendiendo la actuación. «Cada uno tiene su cometido y el suyo (el de los mandos policiales) es cumplir las órdenes del alcalde con profesionalidad y proporcionalidad. Objetivamente hablando, la orden dada se cumplió», continuó antes de retar a quien no comparta esa opinión. Lo hizo así: «Quien quiera poner en tela de juicio los hechos tendrá que acreditar que derechos o leyes se pudieron conculcar; lo demás es solo una opinión».
Con respecto al cierre de las puertas de emergencia con cadenas y candados, toda la Junta de Gobierno fue informada de que durante tres años se ha estado haciendo lo mismo en el polideportivo municipal cuando ha habido partido de Autocid para evitar que haya espectadores que entren utilizando esos accesos no controlados. La explicación: «Siempre había alguien con una llave».
Después, y como es habitual, le tocó al vicealcalde, Ángel Ibáñez, explicar cuál es la postura ‘común’ sobre lo sucedido, haciendo hincapié en que su valoración corresponde al Gobierno local y eludiendo bajo ese pretexto dar la suya propia cuando fue invitado a hacerlo.
De inicio, Ibáñez defendió que las comisiones extraordinarias solicitadas por el PSOE para esclarecer lo que ya se conoce como ‘cerrojazo’ municipal, y que se celebran hoy, tienen el objetivo de «recibir todas las versiones, que se hagan todo tipo de preguntas y dar las explicaciones políticas» que corresponda dar.
Sí repitió que existía un «precedente» de protesta que derivó en la ocupación de los accesos al Pleno, que existía un informe advirtiendo del riesgo que esto supone si hay que forzar un desalojo y que se hicieron consultas jurídicas para respaldar la orden de vetar el acceso al Pleno a los agentes fuera de servicio. «A partir de ahí, a los mandos se les encomendó la orden y aplicaron su conocimiento y profesionalidad para tomar las decisiones oportunas», defendió en contra de «quienes intentan generar dudas sobre si la decisión adecuada o no».
En ese grupo cabría situar, al menos que se hayan manifestado hasta la fecha, a todos los grupos de la oposición, la Junta de Personal, el Comité de Empresa, los sindicatos, la Federación de Vecinos, el Sindicato de Policías Municipales de España...
A pesar de que en la otra forma de ver las cosas parece haber un nutrido grupo de personas, Ibáñez continúo defendiendo la actuación. «Cada uno tiene su cometido y el suyo (el de los mandos policiales) es cumplir las órdenes del alcalde con profesionalidad y proporcionalidad. Objetivamente hablando, la orden dada se cumplió», continuó antes de retar a quien no comparta esa opinión. Lo hizo así: «Quien quiera poner en tela de juicio los hechos tendrá que acreditar que derechos o leyes se pudieron conculcar; lo demás es solo una opinión».
Con respecto al cierre de las puertas de emergencia con cadenas y candados, toda la Junta de Gobierno fue informada de que durante tres años se ha estado haciendo lo mismo en el polideportivo municipal cuando ha habido partido de Autocid para evitar que haya espectadores que entren utilizando esos accesos no controlados. La explicación: «Siempre había alguien con una llave».
Fuente: Diario de Burgos