La oposición afea al PP que venda una «falsa congelación» fiscal
Á.M / Burgos - jueves, 25 de julio de 2013
Aguas, "esquilmada". PSOE, UPyD e IU advierten del trasvase de
fondos de la sociedad para afrontar gastos ajenos. Subirá el 6% en 2014
En el Pleno más largo de la legislatura (seis horas y media) no hubo
festividad del Día de la Marmota, pero sirvió para meterse en el cinto
de aquel meteorólogo interpretado por Bill Murray que siempre amanecía
en el mismo día en la empalagosa localidad de Punxstawnwey. Para los que
no han visto la película, algo más patrio. Por ejemplo, aquella canción
de Alarma en la que «vuelve a amanecer otra vez ayer». Vamos, que nada
nuevo bajo el Sol.
Pero eso no significa que lo que allí se aireaba sea baladí. Más al contrario, se regresó sobre el debate de los asuntos nucleares de la legislatura. Lo sustantivo del orden del día (con casi medio centenar de puntos) estaba en los impuestos, la situación económica y las grandes infraestructuras. Todo es trascendente. Y mucho. Pero en todos los frentes el equipo de Gobierno de Javier Lacalle reside en las antípodas de la oposición, que cada sesión va actuando más como bloque a pesar de que Alonso (UPyD) estaba ayer (otra vez) por pegarse hasta con el apuntador.
En materia económica se llevaban los informes trimestrales de morosidad y cumplimiento del plan de ajuste (en el que De Foronda halló un filón para delirio de sus contrarios). Dijo el jefe de la Hacienda local que la morosidad ha bajado de 6,8 millones en 2011 a poco más de dos en 2013, que hoy se paga en una media de 110 días y hace un año se tardaban 278, que se ha reducido la deuda financiera y comercial (hasta los 149 ‘kilos’) y que hay más ingresos que gastos. Vamos, que ha puesto orden y todo va según el libro.
Lo que ocurre es que a la oposición le gustan otros autores. Salinero (IU) expuso que los intereses de demora que se pagan cada trimestre siguen subiendo y que «se duplica el importe de lo pagado fuera de plazo». Alonso le advirtió a De Foronda que «en el periodo legal hemos pagado el 2,8%, lo que significa pagar el 97,2% fuera de plazo», y Hernando (PSOE) se lo resumió en que «recaudan más porque han subido los impuestos», afeando al PP que se arrogue ahorro en materia de personal, «algo fácil cuando le bajan el sueldo y le quitan la extra a los trabajadores». Así que, pirotecnia, la justa.
Del pago
Después tocaba la retahíla de ordenanzas fiscales. El PP sostiene que
congela impuestos y tasas, pero la oposición, que dejó solo al Gobierno
en la aprobación, explicó que eso no afecta a la totalidad de los
conceptos.
PSOE, UPyD e IU criticaron con dureza la subida prevista del 6% de la tasa de Aguas. El Ejecutivo lo achaca a la necesidad de pagar la ampliación de la Depuradora, pero todos los demás subrayaron que se han impuesto cánones por valor de 4,5 millones en dos años a la sociedad municipal que están provocando que el otrora Servicio prevea pérdidas por primera vez en su historia. «Derivan el dinero para pagar sus obras», resumió Salinero. Altable (UPyD) defendió una «oposición radical a la descapitalización sistemática de una sociedad que gestiona algo público y necesario» y Andrés (PSOE) hizo hincapié en que «los burgaleses ya pagamos mucho más de lo que cuesta prestar el servicio». «Usen los 4,5 millones que le están sacando a la gallina de los huevos de oro para financiar sus proyectos para pagar la EDAR. Y tengan cuidado, porque la gallinita empieza a dar pérdidas», abundó.
Y respecto al IBI, Hernando (PSOE) advirtió que si no llegan las implantaciones informáticas a tiempo para poder pagar los impuestos en nueve plazos habrá que hacerlo en uno, «lo que significa que, dado que eliminan las bonificaciones que existen ahora para quienes domicilian y pagan en dos plazos el recibo, la subida será cercana al 8% incluyendo la revisión de valores catastrales», algo en lo que también reparó Alonso. También pidieron bajar el tipo’ para paliar la subida. Nada.
De Foronda, que ayer fue el felpudo de la oposición, achacó la subida del agua a la Directiva europea que obliga a repercutir el coste del servicio (de los cánones no dijo nada) y defendió la política fiscal como necesaria para estabilizar las arcas locales y cumplir «el plan de estabilidad». Otra vez.
El sapo de Ibáñez
Y también de Hacienda, pero del pasado, iba otra asunto caliente de la legislatura. El PP llevaba el rechazo a las alegaciones de T-Systems, la empresa que sigue reclamando al Ayuntamiento 460.000 que el hoy vicealcalde y por entonces titular de Hacienda, Ángel Ibáñez, dio de paso y llevó para su aprobación a una Junta de Gobierno pese a que ningún técnico bendijo su abono.
Fernández Santos (PSOE) recordó el cambalache y aseguró que lo sucedido «es una ilegalidad manifiesta» de la que «lo único que no conocemos es con qué fines de hizo». El edil volvió a pedir a Ibáñez que dimita y, ante la evidencia de que eso no sucederá, amenazó por enésima vez con registrar una querella por el caso. Salinero habló de la desaparición de parte del expediente y secundó al PSOE, mientras que UPyD votó junto al PP la desestimación pero no sin incidir en la «mala praxis» del equipo de Gobierno de Aparicio.
Eso fue lo único que compró Ibáñez. Así, reconoció que «las cosas no se
hicieron bien», pero aseguró que actuó en defensa del interés público
porque T-Systems «chantajeó» al equipo de Gobierno con paralizar los
sistemas informáticos y el cobro de tributos si no se le aceptaba la
factura por unos trabajos de los que ahora nadie responde. «En cualquier
caso, si hubo responsabilidad será de toda la Junta de Gobierno», se
zafó. «A eso se le llama poner el ventilador», replicó Salinero.
Fuente: Diario de Burgos