El cambio de las farolas en Doña Constanza se ordenó en base a una prueba falsa
Á.M. / Burgos - miércoles, 29 de octubre de 2014
El Ayuntamiento acude a un modelo clásico asegurando que hizo una medición imposible de realizar porque no había luminaria
Las farolas de diseño colocadas en la recién remozada calle Doña Constanza (Gamonal) no lucen, pero menos claridad hay sobre los motivos que han llevado a los técnicos municipales a ordenar su retirada y la colocación de otro modelo que, además de ser más caro, tiene menos prestaciones. Se mire por donde se mire, no deja de resultar sarcástico que sobre un asunto relacionado con la iluminación de una calle pese tanta oscuridad.
Como es sabido, Doña Constanza fue una de las piezas ‘indultadas’ del frustrado bulevar de Gamonal a petición vecinal. El Ayuntamiento aceptó su arreglo y destinó medio millón de euros a las obras, que han permitido una mutación desde el pleno abandono al orden que se pretendió también, sin éxito, para la calle Vitoria.
Los responsables del equipo de Gobierno mostraron el resultado, salieron en las fotos y todos contentos... Hasta que los vecinos percibieron un ligero detalle: las nuevas farolas no lucen, cosa extraña teniendo en cuenta que los báculos están colocados desde que se culminó la obra civil, pendiente ahora del abono de la última certificación y, muy probablemente, de la aceptación de los precios contradictorios a cuenta del cambio de farolas.
Preguntado sobre este asunto, el concejal de Fomento, Ángel Ibáñez, señaló que «al hacer las pruebas de luminiscencia se ha comprobado que no cumplen con la normativa y especificaciones técnicas por alguna cuestión en relación con la intensidad de lúmenes, algo que tampoco puedo explicar detalladamente porque es un tema puramente técnico». Curioso, cuando menos, que unos báculos encargados y colocados no cumplan la normativa a toro pasado.
En este punto el Ayuntamiento anunció, sobre todo a efectos de conocimiento vecinal de la cuestión, que «ya se están fabricando» los modelos por los que se ha optado en sustitución de los de diseño, que «llegarán a mediados de noviembre» y que «la incidencia no prevista se podrá corregir gracias a haber hecho las pruebas y mediciones necesarias». La historia, mal que bien, cuadraría si no fuera por un pequeño detalle: las farolas no tienen luminaria y, por tanto, es categóricamente falso que se haya realizado prueba alguna de las mismas.
La contradicción
Preguntado sobre el procedimiento que señala el Ayuntamiento, el suministrador de las farolas, la empresa gallega Urban Square, explica que la entrega se efectúa en dos fases: la primera contiene los báculos y la segunda las «fuentes de luz y equipos de encendido». «Esta segunda entrega no se llegó a realizar debido a que, por las condiciones de venta, tenían que abonar los báculos recibidos para poder hacer entrega de las fuentes de luz y equipos de encendido», por eso, continúan en Urban Square, «es imposible que hayan hecho ninguna medición lumínica».
Bajo ese argumento, el proveedor considera que a Ibáñez le ‘vendieron una moto’ en los despachos municipales y le utilizaron de correa de transmisión con una información que con solo comprobar que, efectivamente, los báculos están vacíos, se manifiesta falsa. Mientras, se ha procedido a realizar un encargo de nuevas (y distintas) farolas que «beneficiarán a otro proveedor de alumbrado», al parecer habitual.
«Nosotros hemos servido lo que venía en el proyecto aprobado y nuestras luminarias son legales en todo el territorio nacional, así que esto nos genera un perjuicio que alguna mano negra en el Ayuntamiento nos tendrá que explicar», terminan en Urban Square.
Requerida la documentación pertinente, el proveedor incluso ha remitido a este periódico una prueba de luminiscencia realizada en Burgos con anterioridad para este tipo de farolas en concreto, resultando la prueba satisfactoria en todos sus aspectos. Además, y a preguntas de algunos concejales de la oposición que se han interesado por este asunto, los técnicos implicados (ingeniería industrial e infraestructuras) han ratificado que, evidentemente, no se realizó prueba alguna. ¿Y entonces?
El siguiente argumento encaminado a cambiar al proveedor de farolas es que «carece del certificado CE». Sin embargo, Urban Square ha remitido a este periódico la documentación en la que se recoge el cumplimiento de la normativa en cuestión y asegura que no puso traba alguna a que se acreditara el modelo de diseño de cuantas formas se considerara oportuno, pero que ni siquiera se ha dado esa oportunidad.
Llegados a este punto, el siguiente argumento esgrimido ante la oposición por los técnicos es que la dirección facultativa de las obras había mostrado su acuerdo en el cambio. «Eso no es verdad», resumen en el estudio encargado del proyecto. Así las cosas, la obra ha quedado por terminar, se ha acreditado que el argumento esgrimido para cambiar lo proyectado y acudir a otro proveedor es falso y en Urban Square se plantean emprender acciones judiciales. Y todo por una docena de farolas.
Fuente: Diario de Burgos