Carta íntegra de renuncia de Eduardo Villanueva:
Hace
dos días comparecí ante los medios de comunicación para explicar, una
vez conocidos los informes independientes de los técnicos y de la
Secretaria General del Ayuntamiento. En el informe y en mi comparecencia
demostré que desde mi departamento de Nuevas Tecnologías e Ingeniería
Industrial, solo se produjo un error en relación a la tarjeta de datos
de la compañía Telefónica Móviles S.A. , ya que no aplicó una tarifa
plana como al resto de las tarjetas contratadas por el Ayuntamiento de
Burgos, como era lógico, al precio convenido.
Ayer dije que
nunca iba a culpar o juzgar a nadie sobre lo ocurrido y lo que entiendo
se trata de un error involuntario como así se ha reconocido y queda
totalmente justificado con pruebas evidentes en el informe. Contra los
juicios morales o las responsabilidades de otros tampoco seré yo quien
los juzgue. Lo que para unos era el escándalo del siglo, ayer se resume
en una petición simple, pedir perdón. ¿Pero por qué debe pedir perdón
alguien que no ha cometido ninguna irregularidad o delito? ¿Pedir
disculpas por nada? Desde aquí hago un llamamiento a la responsabilidad.
Al respeto a las personas y ante todo, a la Verdad. A aquella que es
demostrable. Aquella que no se tergiversa, ni se manipula. Ayer dije que
creo en la Política con mayúsculas, pero no en como interpretan algunos
esta noble actividad. Creo en la confianza y no en las presiones para
conseguir determinados fines. Creo en la libertad de expresión, no en la
manipulación. Y creo en la Verdad, aquella que es la única que se
demuestra. Ayer dije que no renunciaría. Y sin embargo hoy lo hago en
este comunicado de forma pública. Renuncio a mi puesto de Concejal del
Partido Popular del Ayuntamiento de Burgos, así como a mi acta como
concejal. Y lo hago por mi familia. Lo hago por mi partido. Y lo hago
para que injustamente esta noble actividad como es la Política no se vea
perjudicada. Me hubiera gustado que las cosas hubieran sido de otra
manera, pero son como son y hay que asumirlo.
No
renuncié ayer porque pensaba y pienso que podía defender las
acusaciones que algunos vierten sobre mí sin contenido alguno siendo
concejal que no siéndolo. Así porque y lo sigo pensando, era una muestra
clara de asumir una culpa sobre algo que no he cometido. No he mentido a
nadie. Ni a mi partido, ni a los vecinos, ni a los medios de
comunicación. La responsabilidad política con esta renuncia la asumo,
como parte de esta actividad y como me ha pedido mi familia. Pero no
asumo la “condena social” a la que he sido sometido y más después de
conocer los informes.
Existe una denuncia presentada en los
juzgados sobre este asunto. Colaboraré con la justicia todo cuanto se me
sea requerido y aportaré las pruebas necesarias y que obran en mi
poder. No tengo que esforzarme, ni dedicarme a defenderme porque no he
hecho nada malo. Pero si la Justicia dictamina que no existe delito
alguno o yo no soy responsable de nada. ¿Quién restituye mi imagen?
¿Quién repara el daño realizado a mi, a mi familia y a mi reputación?
¿Quién me va a pedir disculpas? ¿El mismo que pedía que las presentara
esta mañana? Renuncio con la conciencia tranquila. Por algunos no lo
haría, pero sí lo hago por mi familia. Yo dije ayer que esto iba en el
puesto. No es verdad. Lo que estamos pasando no hay salario ni puesto
que lo pague. Mando un beso de todo corazón a la gente que me quiere y
en especial a mis padres, a mi hijo y a Rebeca.
Recupero mi
actividad profesional. Abandono mi puesto como concejal, pero seguiré,
como dije ayer creyendo en la Política con mayúsculas, y no otra.
Fuente: Radio Arlanzón