El juzgado da al Ayuntamiento el suelo de Juan XXIII que peleaba con el Arzobispado
En el registro de la propiedad existía una doble inscripción IU provocó una investigación tras conocer que la Iglesia quería vender la parcela para hacer un parking
Jue, 18/10/2012
J. MAIQUES / Burgos
El contencioso entre el Ayuntamiento de Burgos y el Arzobispado por la titularidad de la parcela de Juan XXIII ha dado la razón al Consistorio capitalino. Este periódico ha tenido acceso al contenido de la sentencia emitida por el Juzgado en la que se «estima íntegramente la demanda» interpuesta por la Administración local. Lo que quiere decir, en consecuencia, que la parcela de Fátima es propiedad de la ciudad y que la Iglesia no podrá venderla, tal y como era su intención, para construir un aparcamiento subterráneo en esta zona de Gamonal.
La polémica surgió en abril de 2011, en plena precampaña electoral, cuando la empresa privada Burgos Gestión de Aparcamientos da una rueda de prensa en la Casa Consistorial en la que anuncia que le comprará al Arzobispado 3.000 metros cuadrados de suelo para construir un parking subterráneo de 380 plazas. Una obra para la que, tal y como avanzó, invertiría en su construcción entre cuatro y cinco millones de euros.
En ese momento, la ignorancia del Ayuntamiento sobre que esa parcela era suya fue absoluta hasta que Izquierda Unida denunció un mes después que el suelo de Fátima era propiedad de la ciudad en virtud de un acuerdo entre el Consistorio y la Iglesia de hace alrededor de 30 años.
Este aviso de IU provocó que la Concejalía de Patrimonio que dirige Eduardo Villanueva iniciara una investigación a principios de verano tras conocer que en el registro de la propiedad existía una doble inscripción del terreno desde el año 2009. El análisis que hizo el Ayuntamiento arrojó los primeros resultados en el mes de septiembre y a partir de ahí el equipo de Gobierno abrió un proceso de diálogo con el Arzobispado para tratar de demostrarle, siempre según la versión municipal, que la titularidad del suelo le correspondía al Consistorio.
Sin embargo, los responsables del patrimonio eclesiástico no estaban tan convencidos de los argumentos aportados por el Ayuntamiento y, aunque en todo momento expresaron que no tenían ninguna intención de quitar nada al Consistorio, prefirieron no renunciar a la parcela así como así. Y por tanto, esperaron a que fuera un tercero el que mediara en el asunto. Fue entonces cuando el equipo de Gobierno, tal y como avanzó este periódico el 3 de marzo de 2011, anunció que llevaría el asunto a los tribunales para que fuera resuelto por la justicia.
En la búsqueda documental sobre los movimientos de la parcela, Villanueva explicó que había constancia de que hace unos treinta años se hizo una permuta por la que el Ayuntamiento pasaba a ser el nuevo propietario del suelo. Como contraprestación, la Iglesia recibía otros dos solares y cuatro millones de pesetas de compensación.
¿Y ahora qué?
Así las cosas, la realidad es que el Ayuntamiento se encuentra con una parcela en Juan XXIII que hace poco más de año y medio pensaba que no era suya. Cierto es que los planes de construir un aparcamiento en la zona deberán volverse a negociar con el propietario legítimo del terreno: el Consistorio de la capital. Eso sí, siempre y cuando el equipo de Gobierno esté dispuesto a llevar adelante el proyecto y, sobre todo, siempre que la empresa interesada (u otra que pudiera mostrar interés) mantenga la idea (y disponga de la financiación) de construir el parking. En cualquier caso, ese será otro capítulo.
El contencioso entre el Ayuntamiento de Burgos y el Arzobispado por la titularidad de la parcela de Juan XXIII ha dado la razón al Consistorio capitalino. Este periódico ha tenido acceso al contenido de la sentencia emitida por el Juzgado en la que se «estima íntegramente la demanda» interpuesta por la Administración local. Lo que quiere decir, en consecuencia, que la parcela de Fátima es propiedad de la ciudad y que la Iglesia no podrá venderla, tal y como era su intención, para construir un aparcamiento subterráneo en esta zona de Gamonal.
La polémica surgió en abril de 2011, en plena precampaña electoral, cuando la empresa privada Burgos Gestión de Aparcamientos da una rueda de prensa en la Casa Consistorial en la que anuncia que le comprará al Arzobispado 3.000 metros cuadrados de suelo para construir un parking subterráneo de 380 plazas. Una obra para la que, tal y como avanzó, invertiría en su construcción entre cuatro y cinco millones de euros.
En ese momento, la ignorancia del Ayuntamiento sobre que esa parcela era suya fue absoluta hasta que Izquierda Unida denunció un mes después que el suelo de Fátima era propiedad de la ciudad en virtud de un acuerdo entre el Consistorio y la Iglesia de hace alrededor de 30 años.
Este aviso de IU provocó que la Concejalía de Patrimonio que dirige Eduardo Villanueva iniciara una investigación a principios de verano tras conocer que en el registro de la propiedad existía una doble inscripción del terreno desde el año 2009. El análisis que hizo el Ayuntamiento arrojó los primeros resultados en el mes de septiembre y a partir de ahí el equipo de Gobierno abrió un proceso de diálogo con el Arzobispado para tratar de demostrarle, siempre según la versión municipal, que la titularidad del suelo le correspondía al Consistorio.
Sin embargo, los responsables del patrimonio eclesiástico no estaban tan convencidos de los argumentos aportados por el Ayuntamiento y, aunque en todo momento expresaron que no tenían ninguna intención de quitar nada al Consistorio, prefirieron no renunciar a la parcela así como así. Y por tanto, esperaron a que fuera un tercero el que mediara en el asunto. Fue entonces cuando el equipo de Gobierno, tal y como avanzó este periódico el 3 de marzo de 2011, anunció que llevaría el asunto a los tribunales para que fuera resuelto por la justicia.
En la búsqueda documental sobre los movimientos de la parcela, Villanueva explicó que había constancia de que hace unos treinta años se hizo una permuta por la que el Ayuntamiento pasaba a ser el nuevo propietario del suelo. Como contraprestación, la Iglesia recibía otros dos solares y cuatro millones de pesetas de compensación.
¿Y ahora qué?
Así las cosas, la realidad es que el Ayuntamiento se encuentra con una parcela en Juan XXIII que hace poco más de año y medio pensaba que no era suya. Cierto es que los planes de construir un aparcamiento en la zona deberán volverse a negociar con el propietario legítimo del terreno: el Consistorio de la capital. Eso sí, siempre y cuando el equipo de Gobierno esté dispuesto a llevar adelante el proyecto y, sobre todo, siempre que la empresa interesada (u otra que pudiera mostrar interés) mantenga la idea (y disponga de la financiación) de construir el parking. En cualquier caso, ese será otro capítulo.
Fuente: Correo de Burgos.
Recordemos que gracias a I.U y a esta Asociación se ha conseguido, que el suelo de Juan XXIII vuelva al Ayuntamiento, ningún colectivo se molestó en mirar de quien era ese suelo, ni el Consejo de Barrio, ni siquiera las Asociaciones que dicen que defienden dicha zona.