¿Se puede crecer sin pymes ni clase media? El problema es político
"Pensando. Rápido y lento" es el título del último libro de
Daniel Kahneman, profesor de Psicología de la Universidad de Princeton y
Premio Nobel de Economía 2002. La toma de decisiones, una habilidad o
competencia de gestión a menudo difícil de dominar, es abordada en la
citada obra de un modo realmente diferenciador.
Kahneman
recomienda no adoptar ninguna decisión que se encuentre fundamentada en
juicios instantáneos, emociones, impulsos, pensamientos rápidos, etc.
Por el contrario, si aconseja basar el proceso de adopción de decisiones
en determinadas claves como el razonamiento, la lógica, la reflexión,
la deliberación previa... al objeto de seleccionar la opción más
favorable respecto a cada caso concreto.
En relación con lo anterior, es relevante señalar que existe un
colectivo, la casta política española, que enfoca la toma de decisiones
únicamente en aras de lograr el objetivo de mantener sus puestos,
privilegios y prebendas, sin ninguna vocación estadista. Indudablemente, Kahneman podría escribir otro libro analizando este fenómeno tan perjudicial para España.
El gobierno socialista anterior destruyó gran parte de nuestro tejido
empresarial a través del expolió al que sometió a las pymes e,
igualmente, masacró a la clase media española. Es cierto que esta
herencia envenenada no se puede obviar, pero el Gobierno actual está
desarrollando una estrategia de gestión insostenible y prácticamente
continuista basada en asfixiar, vía impuestos, a las pymes, a los
autónomos y a la clase media para mantener a la casta política y al
corrupto, ineficiente y despilfarrador modelo de Estado de las
Autonomías.
Realmente, para sortear la crisis económico financiera es preciso solucionar primero nuestro gravísimo problema político. En
pleno debate sobre el crecimiento económico, conseguir los objetivos de
déficit es vital para España pero tan relevante o más aún debería ser
diseñar un plan que permitiera a nuestro país crecer y crear empleo.
Recortar radicalmente el gasto público (y político) improductivo e
invertir el mismo en impulsar la creación de empresas es la clave.
¿Es posible crear empleo y potenciar el crecimiento exprimiendo a las
pymes y a los autónomos y, paralelamente, destruyendo progresivamente
a la clase media? Sobran políticos y Administración paralela y faltan
empresas (y emprendedores). Este desequilibrio provoca la absorción de
una ingente cantidad de recursos por parte del Estado y,
consecuentemente, la inanición del sector privado. Si España no crece,
tampoco podrá pagar su ingente deuda (incluso, con una quita), aunque se
lograran los objetivos de déficit.
Otro dardo envenenado
Los
PGE 2013 son otro dardo que envenenará aún más a nuestra economía,
puesto que se vislumbra, a través de los mismos, la intención del
Gobierno de mantener intacta la estructura de las Administraciones
territoriales (el tinglado político) a costa de enterrar definitivamente
a las pymes, a los autónomos y a las familias, que cargarán con el peso
del ajuste. La casta política corrupta y nuestra megaadministración
conducen a España a una gran depresión económica.
¿Rescate? Únicamente la troika podría aligerar tanto la estructura
territorial como el pesado sistema político antidemocrático que está
hundiendo a España. ¿Lo hará? España no crecerá mientras no se
regenere nuestro sistema político, se modifique el actual modelo de
Estado y se implante una democracia verdadera. El problema de España es
político.
Lucio A. Muñoz es socio director de Eurogroup Human Resources.
Fuente: elEconomista.es