domingo, 21 de abril de 2013

SOLUCIONES PARA BURGOS


Cuatro tapones, cuatro soluciones

H.J. / Burgos - domingo, 21 de abril de 2013
El nuevo PGOU introduce cambios en las últimas áreas de transformación que quedan por desarrollar, atascadas desde el Plan del 99 actualmente en vigor. Tendrán 8 años para completar su desarrollo


Catorce años después de su aprobación definitiva, el Plan General de Ordenación Urbana actualmente en vigor no se ha cumplido en su totalidad. Ni mucho menos. Hay multitud de solares, viales, parcelas, edificios y remates pendientes de aplicación y ya no dará tiempo a concretarlos antes de que entre en vigor el nuevo PGOU, previsto para el próximo año.
Algunas cuestiones son de índole menor y apenas tienen incidencia en la trama urbana, pero hay cuatro casos rezagados de las llamadas Áreas de Transformación que suponen elementos extraños en la ciudad y que siguen ejerciendo de tapón para el desarrollo urbanístico de los entornos en los que se ubican.
En 1999 el Plan señaló 21 solares destinados a su conversión. Se trataba en su gran mayoría de restos de antiguas fábricas, instalaciones de tipo industrial o dotaciones públicas ya en desuso, que habían sido rodeadas por el crecimiento de la ciudad y habían quedado desubicadas, como pegotes entre tanta vivienda, y por tanto debían salir del entramado urbano para reubicarse donde debían.
Casi todas ellas ya están resueltas y su presencia es solo un recuerdo en la memoria. Las generaciones más jóvenes, de hecho, ni siquiera recordarán que algún día hubo una vaquería, una fábrica de colchones, un matadero, almacenes o depósitos de combustible donde ahora ven casas o espacios vacíos. Pero el cuarteto de áreas de transformación que se quedó retrasado ha acabado en situación de bloqueo. Hace meses que nadie mueve un papel. Una tuvo problemas judiciales, la otra económicos, la otra de gestión y la última está encallada entre dos ministerios. A cada cual peor.
Para todas el nuevo PGOU prevé cambios que pretenden facilitar o al menos agilizar su tramitación. Impone además ocho años de límite para el cumplimiento del conjunto de los deberes urbanísticos, lo que implica no solo la gestión administrativa sino también su construcción. Se antoja un plazo corto, quizás irreal a la vista de la actual situación económica, pero hay que tener en cuenta que el Plan General no entrará en vigor previsiblemente hasta 2014 y que cuando el panorama inmobiliario mejore habrá previsiblemente una importante demanda tras tantos años de paralización.
La norma, por tanto, se esfuerza en buscar agilidad. Otra cosa es lo que los propietarios del suelo decidan hacer, lo que la administración colabore con ellos y lo que finalmente decidan los responsables políticos llegado el momento de, por ejemplo, imponer sanciones. Eso será en otro momento. Por ahora lo que toca es planificar de nuevo para dar un empujón a los rezagados del 99.

CASA LA VEGA
La que peor imagen urbana transmite es también la que incorpora un cambio normativo más evidente. Se trata de la conocida como Textiles Marín, aunque en las fichas del PGOU figura nombrada como ‘Casa la Vega’. Ocupa las traseras de esta zona de Gamonal, a caballo entre Esteban Sáez Alvarado y el conservatorio. En el Plan vigente se exigía una gestión urbanística completa, lo que obliga a sus propietarios a presentar proyecto de actuación y posteriormente de urbanización, mientras que ahora pasa a suelo urbano consolidado de licencia directa. Supuestamente una mejora notable en la agilidad. Los dueños aún tendrán que ponerse de acuerdo, pero si se deciden a edificar todo será mucho más rápido.

Artillería
En el segundo caso los que deberían ponerse de acuerdo son los ministerios de Fomento y Vivienda. En el antiguo cuartel ‘Santa Bárbara’ de Artillería estaban previstas 350 viviendas con algún tipo de protección, pero ahora no hay dinero para promoverlas. La entidad pública SEPES, que debía comprar los terrenos militares por 3 millones de euros, admitió hace meses que sus problemas presupuestarios abocan al olvido a la promoción anunciada en su día por el ministro Bono y el alcalde Aparicio. Ahora lo que hace el nuevo PGOU es adaptar la ordenación a las consecuencias derivadas de los cambios que se han ido proponiendo por Defensa, que elevó el número de viviendas previstas al mismo tiempo que incrementaba el porcentaje de VPO.

papeleras
del Arlanzón
Más complejos son los cambios que se incorporan al área de Papeleras del Arlanzón. Esta fábrica ubicada en Villayuda, que todavía funciona, tenía previsto su traslado pero los problemas económicos de la empresa primero retrasaron y después bloquearon su mudanza. Ahora el nuevo PGOU adapta el entorno a la Ley de Urbanismo de Castilla yLeón, lo que conlleva reservas para equipamientos, espacios libres y aparcamientos. Además, se limita la edificabilidad, pues resultan excesivas las 4 plantas para una zona de edificaciones de tipo rural, aunque la eliminación de alturas se compensa e incluso mejora con la posibilidad de levantar tres alturas en otra parcela que había quedado fuera del sector de Papeleras.

Polígono docente
El entorno de las facultades de la avenida de Cantabria fue objeto de un ambicioso intento de transformación, promovido por la UBU en busca del llamado ‘Campus único’ e impulsado en plena época del boom inmobiliario, pero se topó con polémicas vecinales y su anulación en el TSJ. Ahora se redelimita el sector. A la vista de que la Junta de Castilla y León no quiere eliminar los equipamientos educativos con los que cuenta en la zona, sus propiedades quedan excluidas.
Sí se mantienen como área de transformación los bienes propiedad de la Universidad de Burgos, que allí tiene la vieja Politécnica, pero la supresión de la parte de la administración autonómica conlleva reducciones en la edificabilidad, pues además habrá que reservar suelo para espacios libres, equipamientos y aparcamientos.
El nuevo Plan intenta facilitar su desarrollo eximiéndole de la necesidad de tramitar un nuevo estudio de detalle y tiene en cuenta las peticiones de los vecinos de la Barriada Illera, que siempre se manifestaron en contra de las edificaciones en altura que se proponían para esta zona.
Fuente: Diario de Burgos