La continuación del bulevar se atrasa y no arrancará este año
H.J. / Burgos - domingo, 07 de abril de 2013
Las obras se anunciaron para verano pero el proyecto no está terminado y se estudian sus condicionantes económicos tras haber priorizado la Avenida de Cantabria
Al equipo de Gobierno municipal se le van a acumular las obras al final
de la legislatura. No solo el Pabellón Arena o una solución similar,
sino también el bulevar de la calle Vitoria se tendrán que ejecutar a
contrarreloj si el alcalde los quiere tener listos para cuando acabe su
mandato en mayo de 2011. Y a ese sprint se sumará también la
continuación del bulevar del ferrocarril hasta Parralillos y
Fuentecillas.
A finales del año pasado Javier Lacalle anunció que la prolongación de la gran avenida se haría al margen del proyecto de los suizos Herzog y De Meuron, arquitectos estrellas que concibieron la estética de la nueva arteria urbana pero que lo hicieron aplicando un nivel de diseño y de materiales acorde con el momento en que se concibió. Aquello era un sueño de cuando éramos ricos, cuando había dinero y una ciudad como Burgos pudo permitirse contratar a dos premios Pritzker (el Nobel de la arquitectura mundial) para dibujar una calle y la transformación urbana que conlleva. Ahora, sin embargo, el panorama económico es muy distinto y el propio Lacalle resumió la nueva perspectiva municipal confesando en una entrevista a este periódico que «el que va en coche no piensa si tenemos un bordillo de granito o no».
Se trata de hacer un vial sin mayores pretensiones y de un solo carril por sentido. Simplemente un espacio que facilite la comunicación entre barrios que ahora no tienen un enlace directo, y a un precio mucho más barato. Si el proyecto de los suizos hubiera costado unos 18 millones, el regidor habló de dejarlo en una horquilla de entre dos y tres.
Pero Lacalle dijo también que las obras empezarían en verano de 2013, y eso no va a poder ser. Ni siquiera están listos los proyectos, como ahora reconoce el concejal de Fomento, Ángel Ibáñez, quien habla de finales de este mes como fecha probable de conclusión de estos trabajos.
La tarea de redacción de los documentos fue encargada a la empresa
Prointec, que se encarga de la asistencia técnica municipal, pero aunque
se pretendía que estuvieran terminados a principios de este año ha
habido otros trabajos que le han tomado la delantera y han provocado su
retraso. Por ejemplo, la remodelación de la avenida de Cantabria, que
corría más prisa porque el Estado exige ejecutarla este año si la ciudad
pretende pagarla con los fondos del llamado ‘convenio de travesías’, y
no está la cosa como para desperdiciar los 2,5 millones en los que está
presupuestada.
Ibáñez menciona también la ampliación del vaso de residuos de Abajas, que también fue encargado a Prointec y que también resultaba urgente para la concejalía de Medio Ambiente porque el contrato actual del vertedero caducó el año pasado y la empresa adjudicataria está trabajando a cambio de reconocimientos extrajudiciales de crédito.
Por esos y otros proyectos la continuación del bulevar ferroviario ha quedado retrasada y no podrá arrancar en la temporada estival, y probablemente tampoco en lo que resta del año. Aunque se cumplieran los plazos de entrega del proyecto posteriormente habrá que sacar a concurso las obras, y será un procedimiento tan rápido como lo hacía el Consorcio del ferrocarril con los tramos ya ejecutados de la avenida.
El organismo externo tenía una agilidad mucho mayor para elegir a quién le encargaba las ejecuciones, pero ahora que atraviesa una situación financiera muy delicada no está en disposición de encargarse de nuevas ‘aventuras’ y el Ayuntamiento será quien aborde directamente la inversión. Y ya se sabe que la administración sacrifica la velocidad para, en teoría, respetar al máximo todos los procedimientos.
Con suerte, los trabajos podrían quedar encargados en otoño, pero si
llega el momento de meter la excavadora y mover tierras y ya se ha
echado encima el mal tiempo probablemente las máquinas no entren a
trabajar sobre el terreno hasta 2014.
adiós al puente. Más allá del momento exacto en el que pueden arrancar las obras, el vicealcalde Ángel Ibáñez explica que para concluir el proyecto todavía faltan por pulir importantes detalles. Entre otras cosas, su extensión total, porque siempre se ha mencionado la continuación en dos fases, una de Cellophane a Parralillos y otra desde este punto hasta Fuentecillas aprovechando el paso del antiguo Santander-Mediterráneo por encima de la carretera de Valladolid.
Por eso Ibáñez habla, por ejemplo, de concretar si para su ejecución sería necesario expropiar suelos, o también cuestiones como las canalizaciones subterráneas que discurrirían bajo el vial o el desmonte que exigiría transformar el actual puente ferroviario y reconvertirlo en una intersección a la misma altura.
Ese paso elevado está concebido así porque se trataba de que el tren no interrumpiera, una vez más, la vida de la ciudad, pero ahora sería mucho más práctico que pudiera girarse en cualquier sentido mediante una rotonda, tal y como prevén los planos.
Para pagar la inversión necesaria, aunque muy reducida respecto al
proyecto de los suizos restando de ella partidas caras como iluminación o
paisajismo, el Ayuntamiento no cuenta en su presupuesto de 2013 con
partida propia, sino que pretende emplear dinero transferido por la
Junta de Castilla yLeón a través del Fondo de Cooperación Local.
Fuente: Diario de Burgos
Fuente: Diario de Burgos